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El gobierno federal, en coordinación con los gobiernos estatales ha implementado un programa llamado PAR, el cual ya se aplicó en 10 Ciudades pequeñas y acaba de iniciar en Guadalajara.
Dicho programa consiste en visitar de parte del SAT (organismo ya de por sí innecesario, es importante señalarlo y enfatizarlo) a todas las personas morales y físicas para invitarlas a que se regularicen en sus obligaciones tributarias, y al mismo tiempo a que se inscriban en el REC Registro Estatal de Contribuyentes.
La intensión de este programa es bastante obvia, pero ¿por qué dedicar tanto presupuesto a ese propósito? (puesto que ese programa tiene un presupuesto bastante jugoso y lamentablemente es dinero tuyo y mío gastado inútilmente ya que final de cuentas no es necesario hacer dicho gasto, porque además los ciudadanos podemos cumplir con nuestras obligaciones voluntariamente en la medida en que veamos que nuestros gobernantes cumplen y no se hacen tontos).
La respuesta es: en primer lugar porque se acaba de eliminar la tenencia vehicular de la carga tributaria que ya de por si llevamos a cuestas los ciudadanos cumplidos, y tienen que recuperar esa fuga que representa la eliminación de ese impuesto.
En segundo lugar porque, el 40% de tus impuestos y los míos, se destina a pagar los sueldos estratosféricos de los funcionarios de gobierno, políticos y demás personalidades que viven (magníficamente, por supuesto) del presupuesto, y el 20%, de nuestros impuestos se destina a publicidad para auto-alabar a si mismo al gobierno y a esas personalidades, dando como resultado que solo el 40% de nuestros impuestos se destine a lo que realmente necesitamos; pero desgraciadamente los amigos, compadres y familiares de las personalidades arriba mencionadas que participan en obras publicas también salen beneficiados ya que una “licitación” siempre se infla de acuerdo con este ejemplo: una obra pública de un millón de pesos a los ciudadanos nos sale costando en dos millones, de manera que dichos amigos, compadres y familiares de los políticos también viven de manera magnifica, al igual que dichas personalidades disfrutando indirectamente nuestros impuestos mediante esas “licitaciones” que son por demás burlas a nuestra dignidad de ciudadanos.
Por lo cual es importantísimo e imperativo que “todos” nos regularicemos y cumplamos nuestras obligaciones tributarias y nos inscribamos al REC, ya que, de otra manera, los pocos impuestos solo seguirán alcanzando para pagarles sus sueldos magníficos, como hasta ahora se ha venido haciendo y solo destinar las sobras de esos impuestos a servicios y obras públicas, y de esa manera poder seguir asegurando su sueldo, a pesar de la crisis de cualquier eventualidad. Además, ¿de qué otra manera van a seguir viviendo de forma magnífica sin remordimiento de conciencia?
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