Leí acerca de un estudio realizado por un centro de investigación de una prestigiosa universidad en los Estados Unidos de Norteamérica.
El estudio se basa en la ansiedad, la depresión, episodios de pánico, pensamientos obsesivos, entre otros. Ustedes saben que el tema es de gran interés para mi.
A través de la música consiguieron excelentes resultados en la reducción de niveles en estos casos.
10 canciones que pusieron a escuchar a una determinada cantidad de pacientes. Al leer acerca del estudio, hice una playlist en Spotify. ¡Funcionó! Realmente funciona y por supuesto que envié un correo electrónico dejando mis comentarios.
No sé hasta qué punto pueda funcionar, sobretodo durante un episodio de pánico. Espero no tener que usarlo en un caso así porque en verdad que quiero estar bien. Con la ansiedad sentí mejoría.
1. Weightlees de Marconi Union
2. Electra de Airstream
3. Mellomaniac (Chill Out Mix) de DJ Shah
4. Watermark de Enya
5. Strawberry Swing de Coldplay
6. Please Don't Go de Barcelona
7. Pure Shores de All Saints
8. Someone Like You de Adele
9. Canzonetta Sull "Aria" de Mozart
10. We Can Fly de Rue Du Solei
Quiero compartirlo con ustedes. Si conocen a alguien que pueda servirle, valdría la pena intentarlo y que funcione también.
El estudio se basa en la ansiedad, la depresión, episodios de pánico, pensamientos obsesivos, entre otros. Ustedes saben que el tema es de gran interés para mi.
A través de la música consiguieron excelentes resultados en la reducción de niveles en estos casos.
Al ser el Cosmos "hecho" de vibración, qué duda cabe que la música puede ser un buen aliado para los estados de ánimo bajos.
Todo nuestro cuerpo vibra con frecuencias variables de acuerdo a nuestros biorritmos, los cuales van intimamente ligados con los diferentes estados de ánimo que podemos sufrir. Por ello, hay terapias olisticas basadas en la "musicoterapia".
Puede ayudar bastante (aúnque para algunas personas no sea nada fácil) tomar el hábito de meditar, usando para ello tipos de música que ayudan a la relajación, y con ello, aprendemos a dominar cada día más a nuestra mente, principal responsable de los estados de ánimo poco deseables (aún que no sea el único).