Definitivamente hay sabores que saben a vida. Pasaban de las ocho cuando me levanté de la cama. Preparé una taza de café con la esperanza que esta me supiera a algo. Fué agradable sentir el confortable sabor del café.
Me acerqué a la ventana mientras sostenía la taza. La mañana era fresca y el sol comenzaba a salir. Me sentí feliz, disfrutando de los sabores de la vida.
Ultima edición por Martha-16 el Jun 05 2019, editado 1 vez
EL café de olla, que aquí llamamos "café turco" también lo preparo en oportunidades (particularmente cuando se me agota el papel filtro).
Coloco el café molido, agua fria y una pizca de azúcar en la olla. (el azucar para que el café no se ponga amargo), y la coloco al fuego alto hasta que saca un hervor.
Ahí lo saco inmediatamente del fuego y lo dejo decantar.
Buenísimo.
Sin embargo, el café preparado en las cafateras mocca nunca me gustó.
O un buen ristretto, o un café de filtro, olla o de colador de género.