"Judith del Rocío". Persona entrañable, guapa, simpática y que ha hecho mucho por el "movimiento" ateísta. Conocida ya de muchos años por mi y por varios de los foreros.
Psicóloga de la educación, y gran promotora de eventos. Ahora ya casada y un poco más tranquila, pero siempre dispuesta a dar una mano ahí donde haga falta.
Pienso que sus rasgos son típicos de una buena parte de la belleza mexicana.
La investigación científica no se detiene porque alguien diga que es falso algo. Si bien el sesgo de demostrar la existencia de Jesucristo existe en algunos trabajos, la ciencia se dedica a mostrar hechos. El trabajo que expone el ponente en la ENAH va mostrando la construcción literaria y su estructura de los evangelistas
La visión de que los dioses son falsos, nos lleva a la postura de los españoles de la conquista de que hay que destruir las culturas que no nos gustan. Gracias a la ciencia, a la arqueología, no pudo borrarse por completo el pasado
Ivan Antezana, de origen peruano logra, lo que en crítica de fuentes denominamos, desmontar los evangelios de una manera muy brillante.
Sin duda los evangelios tienen una construcción literaria y no histórica, esta es la tesis que expone en su conferencia.
Los evangelios no están en arameo, sino en griego. No se remontan al siglo I, sino al siglo III. Tienen inconsistencias geográficas y contradicciones entre sí. No existe coherencia entre unos y otros; se contradicen en los sucesos, en las fechas, no coinciden entre si.
Logra establecer con un gran interés las revisiones y adaptaciones que los evangelistas hacen a textos de historiadores griegos y romanos. No están construidos por 4 personas, sino que existe una variedad de más de 30 manuscritos. Contienen contradicciones con los textos del antiguo testamento, pues incluso demuestran que la voz de Jesucristo los cita mal, lo que es contradictorio para un rabino con formación judía.
Están escritos siglos después y con ello contienen predicciones que se conocen, pero que surgen de la historiografía romana, como demuestra la textualidad de los libros, es decir se plagia algunos textos romanos.