Esos son los gritos de desesperación de unas personas que ya no saben qué contestar, ni mucho menos qué aportar.
De hecho de ellos no se puede esperar que aporten nada bueno.
Aportar cosas buenas requiere de una Moral muy grande y de la formación en el terreno de los valores.
Es muy difícil obtener valores porque hay que FOGUEARSE ASCÉTICAMENTE.