Historia de Reiki
Al finalizar el siglo XIX, en la montaña sagrada KURAMA_YAMA, ante una luminosa experiencia de autosanación, al Dr. Mikao Usui le fue revelado este sistema milenario que hoy se conoce por REIKI, el cual fue trasmitido a sus discípulos más cercanos y estos a su vez lo trasmitieron a los discípulos de sus respectivas generaciones.
En estos tiempos en que una era de más conciencia despierta, REIKI aparece como una alternativa más de sanación integral para la humanidad.
Los maestros de REIKI que han sido iniciados en esta disciplina, canalizan las fuerzas cósmicas del Universo, irradiándolas posteriormente a sus pacientes, en una bella melodía silenciosa a través de las manos.
Este hermoso arte de sanación, desbloquea y limpia los conductos fisiológicos, equilibrando y activando los sistemas nervioso y endocrino, reestructurando el funcionamiento entre las células y moléculas, lográndose con esto que la propia energía del paciente ya despierta, actúe por si misma, dando paso a la autosanación.
A su vez, vitaliza y enciende el cuerpo etérico, ayudando a que el flujo de energías se mueva con fuerza. Por otra parte, trasmuta y equilibra el plano emocional, como también despeja la mente, serenándola amorosamente.
En el transcurso de una sesión de REIKI, el paciente entrará en un estado de relajación original, el cual podrá ser vivienciado como un profundo descanso o como un luminoso éxtasis de si.
El verdadero arte en todo esto, es que sanador y paciente se transforman en un suceso de la propia energía Universal.
Para entrar en este milenario arte de sanación, es necesario que el estudiante sea iniciado por un Maestro, quién lo guiará por este bello sendero, a través de los distintos grados de conciencia que tiene este disciplina
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