Las palabras hieren y mas cuando vienen de una persona querida. El alma duele, se destroza lentamente, se desangra, es díficil lidiar con ese dolor. A pesar de todo, me considero una mujer que trata de ser amable, trato de comprender mi alrededor porque estoy cosciente de lo que representan los cambios de ánimo. Trato de dar una palabra amable, de cuidar lo que digo para no lastimar a otros. A pesar de ello, siempre resulto hérida o lastimada, las gentes no tienen la misma cortesía conmigo. Y lo peor es esperarlo, porque cuando se espera recibir lo mismo se acaba muriéndo más. Estoy orgullosa de mi por decir así, porque tuve el valor de retirarme en el acto. Y lo que es mejor tuve el valor de decir que me herían las palabras. Llalla comentó que un si o un no a tiempo. Exactamente. La misma escritura lo dice "Di si cuando sea si y no cuando sea no". Sé que puedo ser hipersensible, reactiva a más no poder. Soy mounstruosamente reactiva. Tanto que puedo llegar hasta enfermarme. Esta noche me duele el alma, mi espíritu esta quebrantado. Sé que hacer pero me duele tanto y yo ya no quiero sentir más dolor. A veces no quisierá sentir más. No sé que va a pasar conmigo, no sé que va a pasar con mi vida, con los medicamentos, con el cáncer, con mi familia, con mis amigos más queridos. Lo intento todos los días de verdad, lo intento sin sesar, sin caer. Pero estoy muriéndo lentamente...
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