A las pruebas me remito:
¿Sabías que la misión y la función del Hombre (y de la Mujer) en esta vida no es como la de los animales, quienes simplemente nacen, crecen, se reproducen y mueren? Es muy diferente, no solamente por nuestro trabajo y por nuestros conocimientos intelectuales.
¿Sabes lo que significa ser un Hijo de Dios? ¿Consideras que Tú eres un Hijo de Dios? ¿Sabes lo que es la Filiación divina? La relación que un padre tiene con respecto de su hijo o de sus hijos se llama paternidad, y en sentido inverso, la relación que un hijo tiene con respecto a su padre se llama filiación, de manera que la Filiación divina es una virtud que nos hace sentir respeto, amor, temor santo y reverencia hacia Dios, y que nos da muchos privilegios y gracias de parte de Él, principalmente la Dignidad, pero que también nos compromete a portarnos bien y a dar ejemplo y testimonio con nuestra vida.
• Los hijos... Cómo procuran comportarse dignamente cuando están delante de sus padres !Y los hijos de Reyes, delante de su padre el Rey, cómo procuran guardarla dignidad de la realeza! Y tú... ¿no sabes que estás siempre delante del Gran Rey, tu Padre-Dios? (San Josemaría Escrivá)
• Hijos de Dios. -Portadores de la única llama capaz de iluminar los caminos terrenos de las almas, del único fulgor, en el que nunca podrán darse oscuridades, penumbras ni sombras. -El Señor se sirve de nosotros como antorchas, para que esa luz ilumine... De nosotros depende que muchos no permanezcan en tinieblas, sino que anden por senderos que llevan hasta la vida eterna. (San Josemaría Escrivá).
Si mi cónyuge fuera el procurador general de justicia o el presidente de la república o el presidente de la suprema corte, bien podría decirme cuando alguien lo ofendiera: "no te preocupes por defenderme porque yo me puedo defender de manera magistral y excelente por la investidura que tengo", sin embargo yo me sentiría con obligación de defenderlo para manifestarle mi amor, mi respeto y mi preocupación por esa ofensa. Lo mismo pasa cuando alguien ofende a Dios: El no necesita que yo lo defienda pero yo si necesito defenderlo para DEMOSTRAR QUE LO AMO Y PARA MANIFESTAR MI FILIACION HACIA EL, ¿cómo puedes decir y/o creer que amas a Dios si no lo "defiendes" cuando alguien lo ofende?, la manifestación y consecuencia más clara del amor que le tienes es precisamente el deseo y la preocupación por "defenderlo". La FILIACION DIVINA es un privilegio muy grande por ser hijos de Dios, pero también, como pasa con todos los privilegios, es una responsabilidad muy grande y debemos manifestarla lo más que podamos.
De igual forma, ¿cómo podemos defender a Dios (y a su Iglesia) si no sabemos qué cosas son pecado? Como hijos de Él debemos prepararnos mucho doctrinalmente para saber qué cosas son pecado, comúnmente se cree que solo se ofende a Dios robando, matando y diciendo mentiras, sin tener en cuenta que existen muchos pecados que ni siquiera nos imaginamos, hay que darle mucha importancia a nuestra formación doctrinal.
Si tuviéramos presencia de Dios, ¿cuántas pecados dejaríamos de cometer?
Cuando tenemos presencia de Dios estamos empezando ya desde aquí nuestra vida en el Cielo, la cual consiste precisamente en estar en su Presencia permanentemente (visión beatífica).
• Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. -Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que también está siempre a nuestro lado, y está como un Padre amoroso: a cada uno de nosotros nos quiere más que todas las madres del mundo pueden querer a sus hijos- ayudándonos, inspirándonos, bendiciendo... y perdonando. ¡Cuántas veces hemos hecho desarrugar el ceño de nuestros padres diciéndoles, después de una travesura: ya no lo haré más! -Quizá aquel mismo día volvimos a caer de nuevo...- Y nuestro padre, con fingida dureza en la voz, la cara seria, nos reprende..., a la par que se enternece su corazón, conocedor de nuestra flaqueza, pensando: pobre chico, qué esfuerzos hace para portarse bien ¡Preciso es que nos empapemos, que nos saturemos de que Padre y muy Padre nuestro es el Señor que está junto a nosotros y en los cielos! (San Josemaría Escrivá)
• Si vivimos con presencia de Dios realizamos nuestras actividades y obligaciones con sentido común, las terminamos (aunque nos rinda el cansancio), las acabamos bien..., y nuestras obras agradan a Dios. Si tenemos presencia de Dios, por encima de la tempestad, en nuestra mirada brillará siempre el sol; y, por debajo del oleaje tumultuoso y devastador, reinarán en nuestra alma la calma y la serenidad. (San Josemaría Escrivá).
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