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.... Diario llegaba a las cuatro de la tarde, era lo mismo diario, preparar las mesas del bufett, adornarlas, acomodar las charolas, revisar los mecheros para calentar los guisados, trabajaba de bus boy en un restaurant en Camarillo California, "El Alamo Restaurant", era de comida mexicana y siempre muy concurrido, nunca me había sentido turbado o cohibido por mujer alguna hasta en ese tiempo y ahi lo averigue o mejor dicho lo descubri, perdon, no lo descubri..... me lo hicieron sentir.
Tenia una compañera de trabajo, Argentina, rubia, de ojo verde, alta, buenisima onda y lo mejor era que estaba buenisima, tenía todo bien acomodado y como que Dios le dio atributos bien acomodados y en proporciones generosas como para llamar la atención desde lejos, trabajaba de mesera y bartender en bar del restaurant, Silvia se llamaba..... bendita Silvia.
Resulta que en el area donde yo trabajaba pues no tenia contacto con el bar y solo de manera ocasional entraba ahí, solo cuando algun cliente quería acompañar su platillo con algún vino en especial o cerveza, en ese momento yo podia ir ahí, pues resulta que no se porque pero siempre cuando llegaba a la barra, Silvia me piropeaba, me hostigaba, pero era un hostigamiento entre plan de carrilla y de buena onda, pero aun de buena onda pues la verdad si me quedaba chiveado en cada entrada al bar, pero a pesar de que quedaba turbado en cada visita pues yo buscaba la ocasión e inventaba una justificación para entrar mas seguido al bar y poder ver a Silvia, la cual no dejaba pasar la oportunidad de intimidarme de manera deliciosa, en esos momentos no negaba la cruz de mi parroquia, me veia pueblerino, es más, como de rancho (casi).
Una de las cosas que más me decia, lo recuerdo bien por su acento, "Oyyye, podrías mostrarme aca de este lado del bar tu chorizzzzito", no se si puedan notar el motivo y origen de que quedara turbado, nunca nadie me habia pedido algo de índole s*xual, siempre yo había sido el que pedía, insinuaba o solicitaba, más nunca me lo habían hecho a mí, pues resulta que eso y otras cosas, que hoy recuerdo con una risa de nostalgia, era lo que me decia cada que me veia y a la hora de la salida era peor, ya que coincidiamos a la hora de checar la salida, creo que todo lo que decia lo hacia con toda la intención de causar ese efecto en mí, creo que se alimentaba de mi rubor, de mí dulce y deliciosa vergüenza que ella causaba, la alimentaba con mi actitud de niño chiveado, pero ahí estaba yo haciendome presente en cada momento que pudiera inventar, sabiendo de antemano que iba a un dulce hostigamiento, a una camara de suave tortura, a un edén con tentación de una..... ¿diablita?, ¿vampira?, ¿femme fatale?, por Dios que lo sabia, sabia que iba a un hermoso matadero pero no dejaba de ir.
Transcurria el tiempo, días, semanas y ella no perdia la oportunidad de usar el benigno poder de su s*xual y yo de seguir de aferrado de ser el blanco de su insistente pero dulce hostigamiento, hasta......... que un día, no se como paso ni como se dio que en la hora de la comida (lunch time) coincidimos, solos, ella y yo, las únicas almas en el comedor de los empleados, sin nadie que nos interrumpiera, de hecho ella ya estaba cuando yo entré y pasó en mí una sensación de entrar o no ahí, solo, con ella, por Dios que pasó por mi mente cada infinita posibilidad, el kamasutra en un instante entre mi cerebro y el cerebelo, una pelicula XXX de ella y yo que duro un pestañeo, me dirigí hacia la mesa donde estaba ella y me sente de frente, entre-volteando a verla a la cara y acomodandome en mi silla la saludé diciendole que iba a ser una buena comida por tener la compañia de ella a lo que sonrio de manera pícara y asintio con una cara que me derritio, yo no se como saque fuerza para sentarme ahí con ella y para decirle lo que le dije y más por lo que seguí diciendole...... Silvia, le dije, somos compañeros de trabajo desde hace algun tiempo y solo se que te llamas así, no se nada de tí, ¿cuantos años tienes?, ¿tienes novio?, ¿estas casada?, a lo que ella respondio a mis preguntas y así comenzo una conversación de comida, pero que por dentro sentia la imperiosa necesidad de terminar esa conversación vana, superflua y preguntar lo que quería en realidad preguntarle, no pude preguntar nada en ese momento porque los dos habiamos terminado de comer a lo que ella me dijo, "Queda tiempo todavia para fumarnos un cigarro", como no se podía fumar dentro del restaurant nos dirigimos al estacionamiento de los empleados el cual estaba a espaldas del restaurant y por bendita circunstancia bardeado y ajeno a los transeuntes, ya fumando pero sin decir ninguna palabra ambos, transcurrieron como cinco minutos cuando le pregunte, ¿Porque le había gustado yo para ser blanco de su ataque de índole s*xual?, por supuesto que la pregunta la hice en un tono sútil, diligente más no como reclamo, a lo que ella sonrio y me volteo a ver y me dijo, "¿crees que es burla?, ¿te incomoda?, a lo que le dije que no y sacando más ignorancia de no se donde le pregunte ¿todo lo que me dices, lo dices en serio?, a lo que ella me dijo que era simplemente un juego, que le gustaba mi reacción de niño avergonzado y que le hacia gracia a lo que yo le respondí como si estuviera indignado pero sintiendo que mis rodillas temblaban de la emoción, ¡que era mala onda de su parte hacerme sentir así!, ¡que se pusiera en mí lugar para ver que sentia! y perfectamente recuerdo que lo dije de manera falsa porque nunca me indigno, nunca me enojó pero lo dije queriendo verme fuerte ante ella, no se si ella se dio cuenta de eso y me dirigio una mirada retadora diciendome, ¿quieres que ya no siga con eso? levantandose cuando lo decia y acercandoseme, había como metro y media de distancia entre nosotros pero sentia yo que lo recorrio en una fracción de segundo y plantandome un beso no apasionado mas si humedo, no fue un roce de labios pero tampoco fue un beso de película, y separandose ella me voltea a ver a los ojos..... con sus enormes ojos verdes..... por Dios que creí que mis rodillas me iban a traicionar, que el temblor que recorrrio mi cuerpo fue notorio para ella, que los nervios me invadieron e hicieron estragos en mi voz que ya no pudo salir cuando quise decirle algo, que me hizo tocar el cielo con.......un solo beso, bendito beso, como no pude decir nada no se de donde saque el ánimo, la voluntad y la decisión que la abrase, aunque era más alta que yo, y la bese y ese beso lo di con tanta vehemencia que quise invocar al Dios del beso, si lo hay, pidiendole toda la destreza posible, si es que se necesitaba y acto seguido estabamos abrazados besandonos...... en la hora del lunch time...... en el estacionamiento del trabajo, sin tiempo más para seguir ahi ya que teniamos que regresar al trabajo y los güeros son muy estrictos con eso, así que regresamos al trabajo y no volvimos a tocar el tema por unos días.
Recuerdo que era viernes por la noche, ya estaban cerrando el restaurant cuando no la vi checar, pense que ya se había ido a lo que creí que ya no la iba a ver al menos por un momento, llego a la parada del autobus, no tenía carro en ese tiempo, y veo que un carro se para frente a mí y me dice...... Silvia...... entra, te doy un aventon a tu casa, no me lo dijo dos veces, es más, no terminaba ella la frase cuando yo ya estaba adentro......¡del carro!, me pregunto donde vivia, le dije que en Oxnard, a lo que me respondio que le quedaba de paso y siguio conduciendo hasta cierto punto, donde para y se estaciona y me pregunta ¿no te incomoda que pare porque tengo que checar algo? a lo que le dije que no, se baja y entra a unos departamentos y veo que sale acompañada de una señora ya grande, le da unos billetes y se aleja la señora, yo seguia en el carro y voltea y me dice, ¿me acompañas? bajé como esas veces los gatos avanzan cautos, sin hacer ruido, extrañado, no sabía que pasaba pero la acompañe, mas intrigado que dispuesto y llegamos a...... su departamento, me invita a pasar sentandome en la sala diciendome ella que la espere, va, entra a una recamara checa algo y sale dirigiendose hacia mi, sentandose a mi lado, volteandome y desarmandome con esos.... enormes ojos verdes........ acercandose a mí, su rostro mas cerca al mio, besandonos en consecuencia, abrazandonos como torbellinos, como si fuera un duelo de enredaderas, hace una pauta y se desabotona su blusa y su falda y como por arte de magia mi camisa ya estaba a tres metros mios, yo no se que extraña fuerza me la quito, en que momento habia cobrado vida saliendoseme de mí quedando a una distancia suficiente para no ponermela, basta decir que en una fracción de segundos solo estabamos en ropa interior, ella ya sin su brasier, recorriendo yo sus pechos, escalandolos con mi lengua, mareandome con su altura, besandole el cuello, sus oidos, despojandonos de lo último que nos quedaba de ropa, usando como excusa el que le quitara su última prenda para besarla desde sus hermosos y torneados chamorros hasta la nuca, recorriendo palmo a palmo, centimetro a centimetro su hermoso cuerpo, definitivamente Dios tiene angeles en la tierra, porque yo tenia la prueba viviente en mis manos, en mis brazos, prueba des.nuda de una belleza angelical, carrilla, pero angelical, hostigadora, pero angelical, así como estaba sentado en la sala, bueno, medio sentado, se incorpora y se sienta frente a mí, ofreciendome su s*xo, buscando el mio, pegandose a mí sabiendo ella que cada que se acercaba más a mí, mas dentro estaba yo, ya no veia yo sus ojos verdes, tenia cerrados los ojos, veia su boca entreabierta, escuchaba como sus gemidos se incremetaban como así sus movimientos, dulces, gentiles, firmes y definitivamente candenciosos, bendito love seat, si hubiera podido lo hubiera empacado cuando regrese a México, era mi prueba de que ahi, en él, tuve un angel por un momento.
No está de más el decir que fue una noche completa de amor no sentido, de s*xo, no está de más decir que esa noche vole con ella bajo el cielo de norteamerica, no está de más decir que todo ese fin de semana la pase con ella en su departamento y ofrezco disculpas por lo burdo que se va a leer, el misionero, el perrito, la carretilla, de vaquera, fueron posturas que puedo decir usamos, reusamos e inventamos, no se si este relato merece estar aquí en este tema o en este post, de ero.tico tiene poco pero mi mente lo retiene todo, recuerdo de ella cada centimetro de piel que recorrri, recuerdo, a pesar de ya varios años, su olor, veo en cada color verde, sus ojos, siento de manera ocasional su calor que ya tenia que haber enfriado los años transcurridos, pero recuerdo como si hubiera sido ayer, como si apenas hace un rato hubiera ido al bar por una cerveza para un cliente que estaba comiendo unas enchiladas con mucho queso derretido al gringo-way, saliendo del bar turbado pero con una sonrisa de oreja a oreja.
Ella tenia 29 años.
Lo que ella reviso en el cuarto de su departamento cuando me quede sentado en la sala era su hijo dormido de tres años, era Mamá soltera pero con una fortaleza que descubrí que tenia como para suplir la ausencia de la figura paterna.
Solo nos vimos en su departamento y en el mio (bueno pues, mi cuarto que rentaba) como seis veces.
Fuimos compañeros de trabajo por más de un año y todos los días cuando yo entraba al bar..... me seguia torturando dulcemente.
La recuerdo con una sonrisa de oreja a oreja y con nostalgia porque estuvo para mí cuando más yo necesitaba de alguién.
Fuimos amigos todo el tiempo que yo estuve en Estados Unidos.
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