Funcionarios de ambos países indicaron al NYT que estas nuevas iniciativas han sido elaboradas de tal manera que evadirán las restricciones de las leyes mexicanas que prohíben a militares y policías extranjeros operar en territorio nacional.
Ejemplo clásico de la sangre de atole mexicana.
"Ah bueno, es que la ley dice que ni militares ni policías, y pues éstos son ex-militares así que ahí la cosa cambia".
Digo, si obviamente lo que la ley contempla es LA NO INTERVENCIÓN, no la clase o status de los fulanos que intervengan. Claro, se podría enmendar la ley para que incluya la palabra MERCENARIOS, pero pues no creo que los gringos les den permiso.