Seguro que alguna vez se te ha pasado por la cabeza la fantasía de hacer el amor en el probador, y si has tenido ocasión con tu pareja, o con alguien que pasaba por allí…, probablemente lo hayas hecho realidad, si no es así ya estás tardando, y para terminar de convencerte te voy a dar algunas ideas.
El tema de hacer el amor en el probador digamos que está bastante ligado a la fantasía de hacer el amor en publico, ya que aunque son menos los riesgos de que te agarren in fraganti, si está ese morbo de saber que puede llegar a escucharte el vendedor o las otras personas que están probándose ropa justo al otro lado de la pared.
Es cierto que algunos probadores ofrecen una mayor privacidad que otros, por ejemplo no es lo mismo un probador de cortinilla que siempre deja una rejilla indiscreta por la que se cuela la mirada de algún curioso, que uno de esos probadores con puerta, cerrojo e incluso un banquito que parece estar pidiendo a gritos que lo saquen del aburrimiento y lo usen para hacer el amor.
De hecho si te paras a pensarlo, el probador es un lugar casi perfecto para hacer el amor en público: es un lugar bien iluminado, climatizado, con perchas para la ropa, y que por lo general cuentan con un banquillo o taburete para sentarse o apoyar el pie, y por supuesto cuentan con el morbo del espejo, mires para donde mires podrás ver desde todas las perspectivas como tu pareja te da s*xo . o te hace el amor.
Pero eso no es todo, se me ocurre también la idea de usar un vibrador con control remoto para ir excitando de ante mano a tu chica por todo el centro comercial, cuando la pobre no pueda más y esté totalmente húmeda hacen su incursión a los probadores…
El único handicap del probador es el de no armar demasiado escándalo, esto para algun(0)s es todo un desafío, y más si los niveles de excitación son altos. Para ello nada mejor que ir los días de rebajas o de mayor afluencia, el ruido de los demás camuflajeará el trajín de tu probador, además te dará más tiempo para por ejemplo hacerlo con ropa de la tienda: vestidos s.exy, conjuntos de lencería, etc..
Si te está seduciendo la idea no lo dudes, la próxima vez que vayas de compras guíñale el ojo a tu pareja y dirijanse a un probador, cuanta más ropa lleven más margen de tiempo les dará el vendedor… o mejor aún si es de esos grandes almacenes donde ni si quiera te echan en cuenta.
Una vez dentro puedes hacer como si tal cosa, que uno de los dos se vaya probando la ropa, mientras el otro observa y acaricia, así se van excitando. Dejense llevar por el momento, prueben diferentes posturas. Lo más fácil es que el hombre se coloque detrás y la penetre estando de perfil al espejo, así ambos pueden ver como se desarrolla la acción. O sentados en el taburete, o incluso de pie contra la pared.
No me negarás que también es la excusa perfecta para llevarte a tu chico de compras, nunca más te pondrá caras largas ni ojillos en blanco.
Cuando termines date un minuto para que se te bajen los calores y los colores, y por supuesto, no se te ocurra dejar tirado por ahí ningún condón! no sería nada agradable para otros encontrar “pruebas del delito”.
Las ventajas del probador
-La adrenalina de ese delicioso momento hará menos doloroso el paso por la caja.
-Algo más que añadir a tu palmarés s*xual: una experiencia única y muy original que envidiarán tus amigas y de la que tu pareja se acordará toda la vida.
-Ya puedes estar contenta porque tu pareja corre el riesgo de convertirse en un adicto a las compras.
Los inconvenientes del probador
-Laos malditas luces que desvelan los pequeños defectos (puntos negros, celulitis o piel de naranja…) que en casa podemos camuflajear gracias a la luz tenue. No es muy glamoroso.
-Algún cliente puede entreabrir el probador sin querer o incluso echar un vistazo por el exceso de ruido.
-La estrechez del lugar limita mucho los movimientos. Si tienes suerte, encontrarás probadores más espaciosos con una silla y una mesa pequeñas. En ese caso dejale vía libre a la imaginación.
Algunas travesuras…
-En una tienda de lencería: con todos los conjuntos a tu alcance puedes hacer un pequeño desfile en exclusiva para tu pareja. También es el momento de comprar modelitos que nunca comprarías sola o piezas caras. ¡Que vea qué bien te quedan!
-Un sábado por la tarde, en plenas rebajas: la tienda está a reventar, la cola de la caja es interminable, aprovecha el tumulto y abrete paso hasta los probadores. El lado bueno: las dependientas estarán demasiado ocupadas para “ocuparse” de ustedes. Y la algarabía del ambiente camuflajeará todos sus ruidos.
-En una tienda para hombres: ¿y si es él quien, al desnudarse, provoca en ti una gran excitación? No hay nada más s.exy que el cuerpo des.nudo de tu pareja mientras se cambia. ¿Por qué no invierten los papeles? Que se vista casual, con traje o k no vista… ¡Suéltate!
YA ME VIIIIIIII
VIERNES WARRO , HOY TOCAAA 
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