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MensajePublicado: Abr 30 2014    Título:

CREO QUE MEJOR ME ESPERO A QUE SALGA LA PELÍCULA.

PERO SI, A GRANDISIMOS RASGOS, ESA PODRÍA SER LA HISTORIA.

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MensajePublicado: May 01 2014    Título:
Incredulo | | Invitado

Ecelente resumen.

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MensajePublicado: May 01 2014    Título:
mudochi | | Invitado

Ja, ja... Muy bueno.

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MensajePublicado: May 01 2014    Título:
Llalla | Mensajes: 5126 | Super Usuario Super Usuario

Cierto...pero dicho muy cruel!!!

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
rammor1113 | | Invitado

1.- Es impresionante tu fe en La Biblia, y es contradictoria tu actitud agnóstica-esceptica-atea; cuando te conviene, La Biblia si es real y Dios si existe, y cuando no te conviene, piensas y afirmas lo contrario.

2.- El pecado de Adán y de Eva fue DESOBEDIENCIA, no robo ni fornicación, como se cree popularmente y paganamente.

3.- Adan y Eva tenian una conciencia 1000 veces más clara que la mía, que soy teólogo, y 3,000 veces más clara que la tuya, que no conoces ni a Dios ni La Biblia ni sabes lo que es un pecado y que interpretas las cosas subjetivamente; es decir, ellos sabían perfectamente lo que hacian y a Quién ofendían, es decir, su pecado lejos de ser ingenuo fue bastante conciente y grave.

4.- La parte más importante de La Biblia son los Evangelios, no el Genesis. Y todavía no se cumplen todas las profesías.

5.- La Biblia no es la única Fuente de la Revelación de Dios a los hombres, también lo hace por medio de La Tradición de La Iglesia y del Magisterio de La Iglesia


Ultima edición por rammor1113 el May 04 2014, editado 2 veces

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
rammor1113 | | Invitado

Con respecto del punto 3 de mi aportación:

La causa primera y esencial de todos los males en el Mundo.

En muchas ocasiones le echamos la culpa a Dios por muchas cosas malas que pasan en el mundo, cosas que Él permite, aunque no le agraden y aunque vayan en contra de su infinita bondad, de su infinita justicia y de su infinita misericordia; por ejemplo: el hambre mundial, las pestes o pandemias, los genocidios, las guerras, etcétera.

Sin embargo hay que tener en cuenta que en el plan original de Dios no íbamos a morir (teníamos el don de Inmortalidad), no íbamos a enfermarnos ni a cansarnos ni a sentir dolor físico ni moral (teníamos el don de Impasibilidad o Inmunidad), íbamos a tener dominio competo sobre nuestras pasiones (teníamos el don de Integridad), e íbamos a aprender las cosas con la primera experiencia que tuviéramos con ellas (teníamos el don de Ciencia). Estos dones se conocen como preternaturales y los perdimos, junto con la amistad completa que teníamos con Dios debido al primer pecado que cometieron Adán y Eva, y cuyas consecuencias nos heredaron por naturaleza –no nos heredaron el pecado en sí, nos heredaron las consecuencias de ese pecado por la lógica transmisión de su naturaleza a nosotros que somos sus hijos –, por eso el pecado de desobediencia de nuestros primeros padres, o Pecado Original es la causa primera y esencial de todos los males en el Mundo. Sin los dones de la Integridad y de la ciencia nos convertimos en unos egoístas, perezosos, recelosos, convenencieros y maliciosos, entre muchos otros defectos, y sin los dones de la inmortalidad y de la inmunidad las consecuencias son obvias y saltan a la vista: nos enfermamos, somos frágiles y sufrimos bastante, física y moralmente. Sin embargo, a pesar del deterioro de nuestra naturaleza, no perdimos la Libertad, que es con lo que podemos y debemos ganarnos el Cielo, que es el Fin Último de nuestra existencia, lo único que debemos hacer como consecuencia de ese pecado es trabajar más arduamente para lograrlo; por otro lado con la Redención que llevó a cabo Jesucristo recuperamos la amistad con Dios y adquirimos gracias y dones mejores que los que hubiéramos tenido si no hubiéramos cometido el pecado original, tales como la Filiación Divina y la permanencia de Dios en la Eucaristía.

Por otro lado podemos preguntarnos: ¿Sabe Dios lo que voy a hacer mañana o la próxima semana? Y sí lo sabe, entonces, ¿no es igual que tener que hacerlo irremediablemente? Si Dios sabe que el Domingo iré a ver una película, ¿cómo puedo elegir no hacerlo? Esa duda nace de confundir a Dios conocedor con Dios causante. Que Dios sepa que iré a ver una película NO es la causa que me hace ir, o al revés, es mi decisión de ir al cine lo que produce la ocasión de que Dios lo sepa. El hecho de que el meteorólogo sepa que lloverá mañana, no causa la lluvia, es al revés: la condición indispensable de que mañana va a llover proporciona al meteorólogo la ocasión de saberlo. Por otro lado, por la misma libertad que Él me dio, Dios no puede saber con certeza que voy a lograr una cosa que yo me he propuesto hacer (aunque Él conozca mis pensamientos e intenciones), por dos razones: primero porque esa misma libertad me permite cambiar de opinión antes de llevar a cabo la tarea que originalmente me propuse hacer, y segundo porque esa misma libertad que me dio también se la dio a mis semejantes y cualquiera de ellos podría (intencionalmente o de forma involuntaria) desviarme del camino para lograr el cumplimiento de dicha tarea. Maravillosamente, pero también impresionante y terriblemente, debido a la misma Libertad que Dios nos ha dado, los Seres Humanos somos las únicas creaturas que podemos ponerle “zancadilla” a los planes de Él, pero por ventura de su misma gracia también podemos aceptar y colaborar con esos planes. Por poner un ejemplo digamos que María tiene 3 años de edad y que Dios ha pensado en ella para que sea una doctora pero a un individuo se le ocurre matarla antes de que termine su licenciatura, entonces ese individuo ha impedido ese plan que Dios tenía con respecto de esa niña, ya que nunca llegará a ser doctora; a pesar de todo su Poder en ese caso Dios no puede hacer nada debido a que Él no se contradice dándonos la libertad y luego quitándonosla.

Siendo estrictos teológicamente es importante agregar que, rigurosamente hablando, Dios es la Causa de todo lo que sucede. Dios es, por naturaleza, la Primera Causa de todo. Esto quiere decir que nada existe y nada sucede que no tenga su origen en el infinito Poder de Dios (incluso Él creó al diablo y lo mantiene en la existencia), pero Éste es el Origen Primero, no el origen inmediato de las cosas, por ejemplo: el origen inmediato de la combustión es el fuego, mientras que el Origen Primero es Dios; y el origen inmediato de una vasija artesanal es el alfarero que la fabricó, pero el Origen primero es Dios; así mismo nosotros somos responsables de ser el origen inmediato de nuestros actos aunque Dios sea el Origen Primero de ellos. No es importante entrar aquí en la cuestión filosófica de la causalidad, es bastante con saber que ni la Divina Providencia (el Poder de Dios de mantener las cosas en la existencia), ni la existencia misma de Dios nos impiden ni nos obligan a hacer lo que nosotros libremente decidimos hacer, porque en eso consiste precisamente nuestra libertad: en que nosotros podamos tomar nuestras propias decisiones y ponerlas en práctica; esa causalidad solo limita nuestra libertad pero no la obstruye ni mucho menos la anula; lo único que realmente limita nuestra libertad es la misma naturaleza humana, los Ángeles (y todos los coros celestiales) tienen una libertad más perfecta que los hombres porque no dependen de un cuerpo humano como nosotros, el hecho de que sean espíritus puros les da muchas ventajas sobre los humanos.

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
rammor1113 | | Invitado

Con respecto del punto numero 5:

Las Fuentes de La Revelación

La Revelación es todo el Tesoro de conocimientos referentes a Dios que Él mismo nos ha dado y nos sigue dando a conocer, y que son necesarios para conseguir nuestra salvación, lo cual es el fin de nuestras vidas ya que para eso hemos sido creados; esos conocimientos también nos sirven para alcanzar nuestra salud Espiritual, que es tan importante como la salud corporal, así como para desarrollar nuestra dignidad de hijos de Dios y ser más fecundos en el terreno espiritual, ascético y social. Dicha Revelación tiene dos Fuentes que se constituyen en el fundamento doctrinal de la Religión, y ésta (la Religión) a su vez es lo más importante en nuestras vidas, simple y sencillamente porque se refiere a los asuntos y aspectos humanos y sobrenaturales de nuestras vidas que van a trascender después de nuestra muerte.
La primera de esas Fuentes es La Biblia y la segunda es La Tradición (no en orden de importancia, ya que ninguna de las dos es más importante que la otra), y El Magisterio es Quién interpreta de forma, no solo correcta y con sentido común, sino perfecta la Misma Biblia; es por otro lado Quien va enriqueciendo La Tradición y la va regulando adaptándola a cada momento histórico y a cada circunstancia social, y cuenta además con la inspiración especial del Espíritu Santo, que es sumamente necesaria para conocer los designios de Dios. Sin la intervención del Magisterio la interpretación de la Biblia se convierte en un mero subjetivismo que se enfoca en connotaciones y/o concepciones que dependen de las circunstancias en las que se encuentren o del contexto histórico y/o social determinado en el que se ubiquen o al que hagan referencia las personas que la interpretan. Además de interpretar la Biblia el Magisterio tiene como función la de establecer la forma en que se debe cumplir la Ley de Dios (los Mandamientos) y todos los preceptos que Él nos ha legado y nos sigue dando a conocer (mediante el mismo Magisterio), así como establece la forma en que se deben poner en práctica los Sacramentos; además tiene la ocupación de defender la Fe Católica de los protestantes, ateos, paganos, materialistas, existencialistas y demás corrientes filosóficas e ideologías que van en contra de la Fe, o en contra de la salud del alma, o en contra de la Humanidad o en contra de La Iglesia misma.
La Biblia contiene los 73 Libros que nos hablan de Dios, de sus designios hacia nosotros y de nuestra salvación; 46 de ellos son del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo; algunos históricos, otros proféticos, otros sapienciales, otros legislativos, así como algunos que tienen combinaciones entre estos aspectos, como los Evangelios, que son al mismo tiempo Libros Sapienciales, Proféticos, Legislativos e Históricos.
Sin embargo No todas las cosas que sabemos sobre Dios nos las da La Biblia. Fue la Tradición la que les dijo a los primeros cristianos cuáles eran los Evangelios verdaderos distinguiéndolos de los apócrifos. Cuando se empezaron a difundir éstos últimos confundiendo a la gente se recurrió (se tuvo que recurrir) a los recuerdos de los primeros cristianos con respecto de cuáles habían sido los Evangelios que ellos recibieron de sus antecesores (desde los primeros Apóstoles), y de esa forma esta manera desecharon los que no habían recibido de sus precursores y se quedaron con los verdaderos, que son los mismos que Tú y yo podemos leer con toda confianza debido a esa misma Tradición ininterrumpida hasta nuestros días y que nos permite igualmente distinguir los nuestros de los que han divulgado los protestantes y los hermanos separados durante los últimos siglos.

Igualmente durante muchos siglos la forma de producir un libro fue muy arcaica y rudimentaria, y por lo tanto era muy difícil que todos los cristianos tuvieran una copia de La Biblia en su casa como lo podemos hacer actualmente y la única forma lógica y sensata de conocer la Palabra de Dios era por tradición . de los prójimos que tenían acceso a leerla o escucharla. Por otro lado no existe ninguna forma de enseñar a los niños menores de 4 años lo que viene en la Biblia si no es por pura tradición . y por medio del ejemplo de sus padres y catequistas, ya que es ilógico que a esa edad sepan leer; incluso los hermanos separados hacen lo mismo con sus niños contradiciendo su regla de enseñar solo con la Biblia. Además ellos inclusive utilizan muy recurrentemente una tradición que consiste en hablar mal (entre ellos) sistemáticamente de los Católicos, del Papa y de La Iglesia en las asambleas y reuniones que ellos llevan a cabo, al mismo tiempo que decirse entre ellos cómo atacarnos, lo cual hacen con muchísima frecuencia y no es congruente con su regla de basarse sólo en La Biblia, ya que en ella no dice nada con respecto a juzgar ni criticar a nadie (ni mucho menos atacar a alguien) porque sólo Dios tiene la atribución y la autoridad de juzgar.
Asimismo la Enseñanza completa que Jesús nos deja en los Evangelios Él se la transmitió a los primeros Apósteles de forma ., es decir, por TRADICIÓN, no se las dejó de forma escrita, como si quisiera que se le diera énfasis a esta forma (la tradición) de transmitir la Fe.
Lo más importante de la Tradición es que se lleva a cabo ordinariamente en toda nuestra vida. Cada persona con la que tenemos contacto en nuestra existencia es una manifestación de Dios, principalmente nuestros padres, los Sacerdotes, nuestros amigos (los verdaderos amigos), los enfermos, los niños, los ancianos, nuestra pareja (esposo o esposa), los pobres, etc., de tal manera que por medio de ellos Dios nos da a conocer muchas de sus disposiciones y designios para nosotros. Nos dice san Josemaría Escrivá: “Es Cristo que pasa…” Es Él Quién se manifiesta en nuestras vidas dándonos a conocer su Voluntad; no queramos que venga Él personalmente a decirnos lo que quiere de nosotros, como comúnmente lo deseamos o cundo menos lo imaginamos. Cuando tenemos una contrariedad o un problema o una alegría o cuando alguien nos ilumina dándonos a conocer un elemento de doctrina o dilucidándonos un texto de las Sagradas Escrituras, no solo explicándonoslo y poniéndolo al alcance de nuestro entendimiento con el don de consejo que esa persona tiene de parte del Espíritu Santo, sino poniéndolo en consonancia con nuestras circunstancias específicas y adaptándolo a nuestra vida ordinaria particular. Con este respecto nos dice el Mismo Jesús en el Apocalipsis: «Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él Conmigo» (Ap3, 20)

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
rammor1113 | | Invitado

6.- Dios Hijo se hubiera encarnado aún si Adan y Eva no hibieran pecado.

7.- A Jesucristo lo seguimos crucificando todos los días, en cada pecado que cometemos, y lo seguiremos crucificando hasta el fin del mundo.

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
Rocio3737 | | Invitado

Dios nos creo por Amor. Él quiere hacernos participes de su Gloria y de su Magnificencia, pero sobre todo que participemos de su Amor.

¿Para qué nos dio Dios la Libertad?
La respuesta es relativamente sencilla: para tener méritos, y con esos méritos ganarnos el Cielo. Un perro, por ejemplo, no puede irse al cielo porque no es libre: él no puede decidir porque no es libre: no tiene Entendimiento y no puede amar ni a Dios ni a otros seres porque no tiene Voluntad, ni tampoco puede odiar a nadie ni hacer daño a nadie por esa misma razón. Los animales, las plantas y los minerales (todos los seres no animados, es decir, sin alma) le dan gloria a Dios viviendo: simplemente naciendo, creciendo, reproduciéndose y muriendo; al contrario de cómo lo hacemos (o cómo lo debemos hacer) nosotros los Humanos: le damos gloria con nuestro Entendimiento y con nuestra Voluntad. Para que un acto tenga mérito(s) necesita uno o varios esfuerzos, y los esfuerzos se llevan a cobo mediante nuestra Voluntad, y se gobiernan o se rigen por medio del Entendimiento y son guiados por éste.


Ultima edición por Rocio3737 el May 04 2014, editado 1 vez

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
Rocio3737 | | Invitado

¿Para qué nos creó Dios?
Los catecismos tradicionales que estudiamos cuando somos niños nos lo dicen directa y claramente: “para amar y servirá Dios en esta vida, y para verle y gozarle en la otra”.
Por lo tanto la razón última de nuestra existencia el llegar al Cielo, y lo cual significa que hayamos sido santos, o más correctamente, que hayamos logrado la santidad, y para lograrlo (para llegar a ser santos) hay que tomar en cuenta varios aspectos.
Existen muchos prejuicios con respecto de la religión, especialmente la católica; la mayoría de ellos debido a nuestra ignorancia en ese tema. No existe un enemigo de nuestra alma más eficaz que la ignorancia religiosa, la cual además y entre otras cosas genera una confusión que impide ver las cosas con claridad.
Lo que ignoramos y lo que hemos olvidado en materia religiosa es bastante considerable y es necesario hacer un examen de conciencia serio y profundo así como ponderar las actitudes tanto individuales como familiares y sociales de nuestro tiempo, al mismo tiempo que aprovechar las referencias históricas que tenemos de las sociedades y culturas que nos han antecedido.
En la historia de la humanidad se han desarrollado varias épocas o periodos histórico-sociales que han sido escogidos por Dios como ocasiones ejemplares para castigar en un grado especialmente intenso a pueblos con una conducta particularmente aberrante. Tales el caso de algunas ciudades como Sodoma y Gomorra, o como Tiro y
Sidón, de las que hace referencia Jesucristo con estas Palabras que dirigió a Betsaida y a Corozaín en el Evangelio de San Mateo:
"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida!, porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, haría ya tiempo que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.”
Y nos dice además en ese mismo Evangelio, capítulo 11 versículos 12,16-19:
12. “Desde los tiempos de Juan Bautista hasta ahora el Reino de Dios sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.”
16. "¿A qué compararé esta generación? Se parece a esos chiquillos sentados en las plazas, que se gritan unos a otros:
17. Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado, hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado".
18. “Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: Tiene un demonio.”
19. “Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: Éste es un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores. Pero la sabiduría ha sido Justificada con sus obras".
Por lo tanto es importante reflexionar con respecto de nuestra conducta, tanto individual como colectiva; hay que revisar nuestra conciencia para ver qué tanto nos parecemos a esas ciudades a las que Dios les confirió tales Palabras. Si somos sinceros y humildes nos daremos cuenta de que tanto el Mundo como cada uno de nosotros necesitamos hacer muchas, o cuando menos algunas Reparaciones.
• De que tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides- dependen muchas cosas grandes. (San Josemaría Escrivá)

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
Rocio3737 | | Invitado

La Libertad, fundamento del Amor
A diferencia de los demás seres vivos (no espirituales) con los que convivimos durante nuestro paso por el tiempo, los Seres Humanos tenemos prerrogativas que nos hacen superiores a ellos, las cuales se refieren a la Vida Espiritual (que es adyacente a la Vida Corporal y que es igualmente Importante) y se resumen en la Libertad y en la Dignidad de Hijos de Dios por estar hechos a imagen y semejanza de Él Mismo. Estas dos fases de la vida humana (espiritual y corporal) son recíprocamente inherentes, complementarias Y dependientes entre sí, de manera que para definir a una Persona humana debemos tomar en cuenta sus dos aspectos: corporal y espiritual. Por eso la vida humana, además de los cuidados del cuerpo, necesita de Dios y de las prácticas religiosas como la Moral y el Culto -principalmente- para formarnos, desarrollarnos, expresarnos y manifestarnos plenamente como Personas Humanas completas.
El Entendimiento y la Voluntad son el fundamento metafísico y teológico de nuestra Libertad, y para ilustrar la naturaleza y el valor de ese Libre Albedrío tomemos como referencia a dos disciplinas intelectuales cualesquiera, ya sean ciencias o materias humanistas, como por ejemplo la Física y la Psicología; en la primera tenemos que su objeto de estudio es la materia, es decir, lo que podemos percibir por medio de los sentidos: el aire, la luz, las piedras, el agua, el sonido…, y en general todo lo que podemos percibir mediante la vista, el oído y la piel (aunque también estudia el espacio y el tiempo que serían otros objetos complementarios de su estudio); en la segunda tenemos que su objeto de estudio son los actos humanos (desde el punto de vista clínico, a diferencia del Derecho, cuyo objeto es el mismo: los actos humanos, pero desde el punto de vista jurídico).
Ahora, con estos antecedentes veamos cuál es el objeto del Entendimiento (¿?...), la respuesta es La Verdad, y cuál el objeto de la Voluntad (¿?...), la respuesta es El Amor. En seguida recordemos una de las “Definiciones” que Jesucristo nos da de Él Mismo: “Yo soy el Camino, La Verdad y la Vida…”, y una de las “Definiciones” teológicas de Dios, y tenemos que Dios es Amor; por lo tanto, si Dios es La Verdad, que es el Objeto de nuestro Entendimiento, es ilógico desperdiciar ese Entendimiento en otra cosa que no sea Él; y si Dios es Amor, que es el Objeto de nuestra Voluntad es ilógico dedicar nuestra voluntad a otras cosas (a otros “amores”) que no sean Él. De esta manera podemos ver claramente que aplicar nuestras potencias en Dios nos hace libres, Tanto más cuanto más las utilicemos en Él, ya que, solo consagrándolas a Él estamos haciendo uso correcto de ellas porque las estamos usando de acuerdo con el objeto que les corresponde, y por otro lado, si las aplicamos a otro objeto (diferente, diverso o contrario) nos estaríamos esclavizando por esos objetos no correspondientes debido a que estaríamos equivocando su uso, y, tal y como ocurre cuando hacemos mal uso de nuestro cuerpo o de una parte de él, le provocamos malestares o hasta enfermedades, lo que limita nuestras actividades físicas y que equivale a esclavizar nuestro cuerpo; así cuando hacemos mal uso de nuestra libertad, también le hacemos daño a nuestra vida espiritual, incluso le provocamos enfermedades y hasta la muerte a nuestra alma esclavizándola.
Pero ¿cómo puede hacernos libres la Ley de Dios (los Mandamientos, o sea, la Moral) si me “obligan” a hacer determinadas cosas o a comportarme de una forma determinada, o si me prohíben ciertos actos? Lo más “natural” y espontaneo es “pensar” (o más bien, suponer) que las leyes, incluso las humanas, limitan o hasta coartan la libertad. Nada más lejano de la realidad, ya que, como ocurre cuando adquirimos un aparato, por ejemplo, una computadora, lo primero que hacemos antes de empezar a usarla es ver el Instructivo, el cual no es otra cosa que una serie de Reglas que debemos seguir para que podamos aprovechar al máximo dicha computadora, así mismo ocurre con nuestra vida: cuando Dios nos la da también nos da el “instructivo” para que esa vida sea plena, productiva y que cumpla con su objetivo que es alcanzar la Vida Eterna. Otro ejemplo ocurre con un deportista, por ejemplo un futbolista: nunca se le ocurriría pensar o decir que por ser libre puede hacer lo que le dé la gana para ganar un partido de futbol; si no conoce las reglas y las pone en práctica, difícilmente podrá siquiera pertenecer al equipo, y mucho menos podrá acoplarse con sus compañeros para contribuir al triunfo de su equipo. Son las reglas precisamente (tanto el conocimiento de ellas como la puesta en práctica de las mismas) las que le dan la Libertad para poder poner en práctica sus habilidades y desenvolverse al máximo con sus cualidades.
Po otro lado podemos preguntarnos: ¿Sabe Dios lo que voy a hacer mañana o la próxima semana? Y sí lo sabe, entonces, ¿no es igual que tener que hacerlo irremediablemente? Si Dios sabe que el Domingo iré a ver una película, ¿cómo puedo elegir no hacerlo? Esa duda nace de confundir a Dios conocedor con Dios causante. Que Dios sepa que iré a ver una película NO es la causa que me hace ir, o al revés, es mi decisión de ir al cine lo que produce la ocasión de que Dios lo sepa. El hecho de que el meteorólogo sepa que lloverá mañana, no causa la lluvia, es al revés: la condición indispensable de que mañana va a llover proporciona al meteorólogo la ocasión de saberlo. Por otro lado, por la misma libertad que Él me dio, Dios no puede saber con certeza que voy a lograr una cosa que yo me he propuesto hacer (aunque Él conozca mis pensamientos e intenciones), por dos razones: primero porque esa misma libertad me permite cambiar de opinión antes de llevar a cabo la tarea que originalmente me propuse hacer, y segundo porque esa misma libertad que me dio también se la dio a mis semejantes y cualquiera de ellos podría (intencionalmente o de forma involuntaria) desviarme del camino para lograr el cumplimiento de dicha tarea. Maravillosamente, pero también impresionante y terriblemente, debido a la misma Libertad que Dios nos ha dado, los Seres Humanos somos las únicas creaturas que podemos ponerle “zancadilla” a los planes de Él, pero por ventura de su misma gracia también podemos aceptar y colaborar con esos planes. Por poner un ejemplo digamos que María tiene 3 años de edad y que Dios ha pensado en ella para que sea una doctora pero a un individuo se le ocurre matarla antes de que termine su licenciatura, entonces ese individuo ha impedido ese plan que Dios tenía con respecto de esa niña, ya que nunca llegará a ser doctora; a pesar de todo su Poder en ese caso Dios no puede hacer nada debido a que Él no se contradice dándonos la libertad y luego quitándonosla.
Siendo estrictos teológicamente es importante agregar que, rigurosamente hablando, Dios es la Causa de todo lo que sucede. Dios es, por naturaleza, la Primera Causa de todo. Esto quiere decir que nada existe y nada sucede que no tenga su origen en el infinito Poder de Dios (incluso Él creó al diablo y lo mantiene en la existencia), pero Éste es el Origen Primero, no el origen inmediato de las cosas, por ejemplo: el origen inmediato de la combustión es el fuego, mientras que el Origen Primero es Dios; y el origen inmediato de una vasija artesanal es el alfarero que la fabricó, pero el Origen primero es Dios; así mismo nosotros somos responsables de ser el origen inmediato de nuestros actos aunque Dios sea el Origen Primero de ellos. No es importante entrar aquí en la cuestión filosófica de la causalidad, es bastante con saber que ni la Divina Providencia (el Poder de Dios de mantener las cosas en la existencia), ni la existencia misma de Dios nos impiden ni nos obligan a hacer lo que nosotros libremente decidimos hacer, porque en eso consiste precisamente nuestra libertad: en que nosotros podamos tomar nuestras propias decisiones y ponerlas en práctica; esa causalidad solo limita nuestra libertad pero no la obstruye ni mucho menos la anula; lo único que realmente limita nuestra libertad es la misma naturaleza humana, los Ángeles (y todos los coros celestiales) tienen una libertad más perfecta que los hombres porque no dependen de un cuerpo humano como nosotros, el hecho de que sean espíritus puros les da muchas ventajas sobre los humanos.


Ama y haz lo que quieras
“Ama y haz lo que quieras”, nos dice San Agustín…, y agrega: “Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien podrá salir de tal raíz”. Una de las definiciones de Dios es: “Dios es Amor”, por lo que no nos referimos aquí a lo que se ha llegado a considerar amor: el s*xo, no es lo mismo s*xo que amor, el primero, fuera del matrimonio es pecado, y el pecado es darle la espalda a Dios, a ese Dios que es el Amor. Una persona que ama no puede hacer cosas que van en contra de Dios ni en contra del sentido común. La Libertad es el fundamento del Amor: no puede haber amor sino hay libertad (como ya habíamos visto), y la Libertad y el Amor son el fundamento de La Religión (de la religión verdadera), de manera que tenemos un trinomio inseparable: Libertad-Amor-Religión; solamente en La Religión verdadera se practica la libertad en su máxima expresión, en ninguna congregación religiosa se vive plenamente la libertad como en la Iglesia Católica, todas las sectas o denominaciones cristianas se basan en compromisos y/o intereses, principalmente de carácter económico o social pero también de carácter político; mientras que las religiones no cristianas tienen costumbres y tradiciones que soslayan, agreden o ignoran la dignidad del ser humano; además ninguna “religión” o denominación protestante cuenta con la inspiración necesarísima del Espíritu Santo.

Por otro lado nos dice San Pablo en su primera carta a los Corintios, capítulo 13:*
“Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy.
Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia.
Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía.
Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.

Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.
Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.”

En los países “desarrollados”, como EEUU y la mayoría de los europeos, entre otros, se adora al s*xo por sí mismo y hasta se le da la denominación de “hacer el amor”. Hay que
Tener en cuenta que el s*xo es bueno, agradable a Dios y tiene méritos solamente si se practica entre esposos debidamente casados por la Ley de La Iglesia (mediante el Sacramento del Matrimonio), fuera de este Sacramento cualquier práctica s*xual es pecaminosa y, como el pecado es una aversión a Dios, y como Dios es Amor, en esas prácticas no puede haber amor por el rechazo que se hace a Dios, es decir son todo lo contrario al Amor verdadero y solamente tienen esa denominación de “hacer el amor” asignada de manera aberrática y convenenciera.

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
Jorgeluisram | | Invitado

Lobo, decidete, ¿crees o no crees? En unas aportaciones afirmas a Dios y sus prerrogativas, y en otras lo niegas y también sus atributos.
Primero pon en orden tus pensamientos subjetivos y luego vienes a discutir.
Cuando seas congruente contigo mismo me avisas para darte más explicaciones.

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MensajePublicado: May 04 2014    Título:
Rocio3737 | | Invitado

Dios no necesita nada de mí (ni de ti). La Iglesia no necesita nada de mí (ni de ti). Todo lo que tú o yo hagamos con respecto de la Ley de Dios o con respecto del Magisterio de La Iglesia es para beneficio tuyo y mío, y aunque también se beneficia La Iglesia debido a la Comunión de los Santos, estrictamente hablando no somos necesarios, ni para La Iglesia ni para la humanidad, lo dice claramente San Lucas, en el capítulo 3, versículo 8: “De las piedras puede sacar Dios Hijos de Abraham”, es cierto que las oraciones y los sacrificios que hacemos por La Iglesia son buenos y útiles, pero, si tú o yo no los hacemos, otras personas las harán. La Voluntad de Dios se llevará a cabo, contigo, sin ti, y a pesar de ti…

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MensajePublicado: May 05 2014    Título:
Juanjo3722 | | Invitado

Lobo, yo si lo leí. ¿Leiste tú el de Rocio?

Dios no necesita nada de mí (ni de ti). La Iglesia no necesita nada de mí (ni de ti). Todo lo que tú o yo hagamos con respecto de la Ley de Dios o con respecto del Magisterio de La Iglesia es para beneficio tuyo y mío, y aunque también se beneficia La Iglesia debido a la Comunión de los Santos, estrictamente hablando no somos necesarios, ni para La Iglesia ni para la humanidad, lo dice claramente San Lucas, en el capítulo 3, versículo 8: “De las piedras puede sacar Dios Hijos de Abraham”, es cierto que las oraciones y los sacrificios que hacemos por La Iglesia son buenos y útiles, pero, si tú o yo no los hacemos, otras personas las harán. La Voluntad de Dios se llevará a cabo, contigo, sin ti, y a pesar de ti…

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MensajePublicado: May 05 2014    Título:
Rocio3737 | | Invitado

La fe es mil veces más importante que la ciencia. Si no quieres creer, no es problema de los Católicos; el que por su gusto es buey, hata la yunta lame. Si prefieres seguir volando como ave de corral en vez de hacerlo como águla, es tu problema.

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