1.- Las sagradas escrituras no pueden estar equivocadas siempre que sean bien interpretadas.
2.- La interpretación literal puede conducir errores.
3.- La biblia no es un libro científico, sino un mensaje de salvación.
Jesucristo muere por judíos, ateos, musulmanes, católicos, hinduistas... Y por todos los que hemos nacido, y por todos los que van a nacer hasta el fin del mundo.
Ve TV, o sea Sky: Recuerda por favor que la escritura dice que todos hemos sido creados por Dios, más no todos somos hijos de Dios. "Vino a su casa y no lo recibierón, pero a los que le recibierón les dio capacidad de ser hijos de Dios, no de carne ni sangre, si no de espíritu". Los musulmanes no creen en ese salvador, los ateos no creen en ningún salvador, los judíos estan aún esperando su salvador. Por lo que Jesucristo, religiosamente hablando solo murió por nosotros, por los que hemos creído en él. Los que adoptamos la doctrina cristiana, el bautismo de Juan. La escritura dice "si confesares con tú boca que Dios es tú salvador". Necesitas checar esto. No sé qué, ni con quién, ni dónde estas estudiando. Pero te veo muchisímas fallas en cuanto a la doctrina y a la escritura. Busca asesoría para que puedas discernir el conocimiento.
A Giordano Bruno, y a muchas otras personas las quemaron porque ofendieron a los Obispos y a las autoridades de La Iglesia, no por sus conocimientos científicos.
Como ingeniero tuve varios compañeros que, después de aprender matemáticas muy elevadas se creían dioses. Las matemáticas te hacen sentir muy poderoso, y te sientes tentado por la soberbia. A los científicos de esa época de Giordano les pasó lo mismo: se dejaron dominar por la soberbia y se olvidaron de que la ciencia no es tan importante, hay muchas cosas mucho más importantes.
Descubrir que la Tierra gira alrededor del sol y que la Tierra no es plana no te hace mejor persona ni hace mejor a la humanidad.
Algo parecido paso en Tlatelolco: los estudiantes ya habían conseguido sus peticiones iniciales pero quisieron obtener más concesiones de parte del gobierno, y fue entonces que el gobierno los masacró.
Giordano pudo haber negociado diplomáticamente que los Obispos aceptaran sus descubrimientos, pero decidió agredirlos y decirles retrógradas y muchas palabras ofensivas (soberbia).
Ambos casos son incorrectos, pero no hay que ver como héroes a ninguno de los dos reprimidos: ni a los estudiantes ni a Giordano.
Tienes razón Martha. Parcialmente. Todos somos hijos de Dios por haber sido creados por Él, pero los católicos somos doblemente hijos de Él porque el bautismo nos hace hermanos de Jesucristo.
A eso se refiere San Pablo: a que somos doblemente sus hijos por el Bautismo.
Monseñor Georges Henri Joseph Édouard Lemaître, (Pronunciación en francés: /ʒɔʁʒə ləmɛtʁ/ ( escuchar); 17 de julio de 1894 - 20 de junio de 1966) fue un sacerdote belga, astrónomo y profesor de física en la sección francesa de la Universidad Católica de Lovaina.1 Él fue el primer académico conocido en proponer la teoría de la expansión del universo, ampliamente mal atribuida a Edwin Hubble.2 3 También fue el primero en derivar lo que se conoce como la ley de Hubble e hizo la primera estimación de lo que ahora se llama la constante de Hubble, la cual publicó en 1927, dos años antes del artículo de Hubble.4 5 6 7 Lemaître también propuso lo que se conocería como la teoría del Big Bang del origen del universo, a la cual llamó «hipótesis del átomo primigenio» o el «huevo cósmico»
La religión no está reñida totalmente con la ciencia, Juanjo, trata de leer mas, hay argumentos mucho mejores que los que utilizas, dentro de la ICAR hay gente valiosa que en vez de creer sin mas, lograron entender el mundo mediante la razón, y eso no les quitó ser creyentes.
La primera vista se desarrolló el 12 de abril de 1633, hace 380 años, y finalizó con la abjuración de su doctrina, aunque Galileo permaneció fiel a su método
El 12 de abril de 1633, hace 380 años, el científico italiano Galileo Galilei (1564-1642) compareció, a la edad de 69 años, ante el Santo Oficio, la Inquisición romana, para dar cuenta de un libro que había publicado un año atrás, el Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo, en el que defiende el modelo heliocéntrico propuesto por Copérnico, en el cual la Tierra y los planetas giran alrededor del Sol, y ridiculiza el geocentrismo, que coloca a la Tierra en el centro fijo del universo y que está basado en la física aristotélica y, sobre todo, en el modelo ptolemaico, el que mejor encajaba con las Sagradas Escrituras.
La dramática abjuración
En 1616, el cardenal Belarmino, inquisidor del Santo Oficio, el mismo que había dirigido el proceso contra el filósofo Giordano Bruno, que fue quemado vivo en la hoguera, ya había amonestado a Galileo por tratar de defender el copernicanismo y por poner en duda la representación tradicional del mundo. El 22 de junio de 1633, Galileo fue obligado a pronunciar de rodillas la abjuración de su doctrina ante la comisión de inquisidores, bajo las órdenes del papa Urbano VIII, que había sido su amigo. El dramático episodio de la abjuración de Galileo, un enfrentamiento entre la ciencia y la religión, se produjo en una sala del convento dominico de Santa Maria sopra Minerva, en Roma. La Inquisición quería que Galileo se retractara y considerara su modelo una simple hipótesis matemática. La pena fue conmutada y fue condenado a vivir bajo arresto domiciliario, pero Galileo permaneció fiel a su método hasta su muerte, en 1642, año en que nació Isaac Newton.