California AP – A correr por la cámara y los binoculares: un raro avistamiento de ballenas ocurre frente a la costa de California.
Turistas de todo el mundo han acudido en masa a la Bahía de Monterey a echar un vistazo a los enormes mamíferos marinos, incluyendo un número impresionante de ballenas azules, los animales más grandes del planeta.
Desde hace mucho tiempo los observadores dicen que han visto un fuerte incremento de esta especie en peligro de extinción y de ballenas jorobadas que se alimentan cerca de las costas de California, donde pasan la primavera y el verano antes de ir a sus lugares de cría de invierno frente a México y América Central.
“Es fenomenal que estos seres gigantescos están ahí fuera y que sólo salimos del barco y podemos verlos”, afirmó la residente de Santa Cruz, Susan Stuart, después de un reciente crucero de avistamiento de ballenas.
¿Qué trae a las ballenas tan cerca de la orilla? Una cosecha excelente de su comida favorita: bichos diminutos, conocidos como los camarones krill.
Fuertes vientos del noroeste han empujado agua frías, ricas en nutrientes del fondo del océa.no, un fenómeno conocido como afloramiento. Esto ha alimentado las floraciones de fitoplancton que han llevado a una explosión de krill, la principal fuente de alimento de las ballenas azul y jorobada.
“La temporada en general ha sido bastante excepcional y no ha terminado”, dijo Nancy Black, una bióloga marina del Monterey Bay Whale Watch, que ofrece cruceros por la bahía dos veces al día.
La abundancia de ballenas ha sido una bendición para los operadores de embarcaciones turísticas en la Bahía de Monterrey, cuyo profundo cañón submarino le hace uno de los mejores lugares para ver ballenas, delfines y otras especies marinas.
“Si desea ver una ballena o una ballena azul o varias especies de ballenas, éste es el momento”, afirmó Ken Stagnaro, copropietario del Santa Cruz Whale Watching, que estima que el negocio se duplicará este año respecto al pasado.
Sin embargo, el repunte de las poblaciones de ballenas ha llevado a un nuevo problema: más choques con los buques de carga gigantes dentro y fuera de la Bahía de San Francisco, uno de los puertos más activos del mundo, advierten los expertos.
“Cuando un barco toca una ballena, no es por lo general un buen resultado. Muchas veces las vértebras están rotas y la ballena muere”, dijo María Brown, superintendente del Santuario Marino Nacional del Golfo de los Farallones.
Las autoridades federales trabajan con grupos conservacionistas y la industria naviera en un plan para ayudar a proteger a las ballenas alrededor de la Bahía de San Francisco. Quieren desviar el tráfico de buques y mejorar el seguimiento de las ballenas para reducir las colisiones.
Los conservacionistas quieren asegurarse de que las generaciones futuras tengan la oportunidad de ver a los animales más grandes del mundo.
“Cuando uno ve una ballena en su hábitat natural, es una experiencia que cambia la vida”, aseveró Maureen Gilbert, un naturalista a bordo del Santa Cruz Whale Watching: “Nunca eres la misma persona después de haber tenido ese tipo de encuentro con un animal salvaje”. |