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Mi Primera Erección.
De 1 a 11 años: Pre-pubertad
| Cita: | | Desde que nacemos, tanto hombres como mujeres experimentamos sensaciones s*xual. Pero en estos primero años la s*xual se reduce a descubrir los propios órganos s*xual, la genitalidad se manifiesta como un juego en el que se investigan los cambios corporales y las distintas reacciones reflejas. No existe el autoerotismo como tal, sino curiosidad por los mecanismos del propio cuerpo, aunque en sus primero años los niños prefieren jugar con compañeros de su mismo s*xo, sienten curiosidad por lo que les diferencia s*xual de las niñas, lo que les lleva a practicar los típicos juegos de médicos. |
De 12 a 13 años: Pubertad
| Cita: | | Se produce la maduración de los órganos internos y externos, que van a comenzar a producir esperma, y también se comienza a desarrollar los caracteres s*xual secundarios (cambio de voz, aparición del vello). Desde el punto de vista del placer estamos en la etapa fálica. El niño descubre el placer tocando sus genitales y concentra la s*xual en los juegos con su pe.ne. Este descubrimiento de la mastur*ón ¿se produce por aprendizaje social o por el intento de contrastar lo que sucedió ¿accidentalmente? en una polución nocturna. Entre los amigos se comienza hablar de s*xo e incluso se dan actividades mastur* en grupo: El niño empieza a socializar su s*xual, tanto de palabra como entre compañeros. Se pueden dar juegos entre niños como experimentación sin que por ello estemos hablando de s*xual. |
De 14 a 16 años: Adolescencia Temprana
| Cita: | | La mastur*ón solitaria es la práctica s*xual más habitual en este periodo. Esta actividad está destinada a aliviar la tensión y, a la vez, es una prueba de virilidad. Pero también se comienza a experimentar los primeros besos profundos y caricias íntimas (senos y genitales femeninos). En algunos casos se llegará incluso a la mastur*ón bucogenital, pero muy pocos serán los que culminen con el coito. |
De 17 a 19 años: Adolescencia
| Cita: | | Se produce la madurez s*xual biológica y el hombre se siente con el deber de ponerla en práctica. Salvo excepciones, es en esta edad cuando el hombre se inicia en el s*xo en pareja, entendiendo éste como contacto s*xual con acople coital. |
De 20 a 30 años: Juventud
| Cita: | | Durante este periodo la práctica habitual del hombre es el coito, que normalmente se desarrollará con distintas parejas s*xual. Desde un punto de vista biológico, son adultos que alcanzarán la plenitud de facultades al final de esta fase. Relaciones con el s*xo opuesto: este periodo tiene un componente sociológico claro. Los jóvenes no inician una vida independiente de la familia, ni mucho menos forman su propia familia, cuando están biológica y psicológicamente preparados, sino que lo hacen cuando el condicionante social les permite. Por lo que compartir la vida con una pareja dependerá de la situación social que viva, ya que al final de esta etapa se suele estar preparado para mantener una relación estable. |
De 31 a 40 años: Mediana Edad
| Cita: | | La práctica s*xual se perfecciona. Ya no hay prisa, se suele contar con una pareja estable y la confianza lleva a plantear incluso llevar a cabo ciertas fantasías s*xual. La plenitud física y psicológica es total. El único problema que puede romper esta serenidad es la llegada de los hijos, que volverán a revolucionar el panorama s*xual. |
De 41 a 55 años: Adulto Consolidado
| Cita: | | Comienza el declive físico. La respuesta a los estímulos s*xual es más lenta y la capacidad de recuperación no tiene ni punto de comparación con la juventud. Esto puede producir una crisis s*xual en el hombre (la conocida crisis de los 40). Si no es capaz de aceptar estos cambios de forma natural, puede reaccionar de dos maneras diferentes: manteniendo una postura apática ante el s*xo, o lanzarse en busca de aventuras que le reafirmen su lado más viril. |
De 56 a 65 años: Pre-Jubilado
| Cita: | | Comienza los primeros problemas de disfunción eréctil. Las erecciones ya no son tan potentes y los gatillazos no son una excepción. La preocupación por la salud comienza a ganar relevancia entre las prioridades de la persona. La falta de actividad hace que comiencen los achaques. Las claves para superar esta etapa se encuentra en la confianza hacia la pareja y la imaginación. Relaciones con el s*xo opuesto: la entrada en la menopausia de la compañera puede ser determinante a la hora de marcar su vida s*xual, ya que socialmente la s*xual se une irremediablemente con la reproducción. Pero hacer el amor con la finalidad única y exclusivamente de sentir placer, y sin la preocupación del embarazo, puede ser un punto a favor en esta etapa. |
De 65 a 75 años: Jubilado
| Cita: | | Hay estudios que señalan que la capacidad s*xual de un hombre a esta edad dependerá de la actividad que haya llevado a lo largo de su vida. Por ello, si se ha vivido el s*xo de una forma sana y habitual, será mucho más fácil mantener relaciones íntimas. Pero, en general, podemos decir que en estos años la s*xual está supeditada a los cambios biológicos. Aunque aún existe capacidad para se sentir placer y llegar al org(0)smo, las erecciones son cada vez menores. Pero, gracias a los avances de la medicina, si el problema es físico existen medicamentos que lo pueden solucionar (viagr@, Ci*lis). |
A partir de 75 años: Post-Jubilado
| Cita: | | El s*xo, entendido como erecciones y coito, prácticamente desaparece. Las relaciones ya no se concentran en el punto genital, sino que se buscan nuevos caminos para la intimidad, como las caricias o los besos. Para este punto el anciano necesita la intimidad para sentirse cerca de su pareja. Por ello, la idea de que cuando se pierde la capacidad de erección desparece el s*xo, es falsa. |
La s*xual muere cuando el corazón deja de latir.
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