Es hermoso pasar las horas conmigo. Disfrutar de un café con mi compañia, mientras veo a la gente ir de un lado otro, por la ventana. Sé que tengo una familia, y sé que puedo contar con ellos en situaciones extremas. Por ahora, lo mejor ha sido no vernos. Ellos tienen su vida y yo la mia. Provengo de un hogar muy tradicional, donde yo he roto todos los esquemas. Solía decir que era la oveja negra de la familia, hasta que aprendí a quererme. Fue entonces que dije soy un cisne, pero bueno mis hermanos también lo son. Digamos que soy diferente... ¿Acaso no todos lo somos? Aunque somos humanos, cada uno es único e irrepetible. Así soy yo, única e irrepetible. Las horas pasan, mientras sigo aquí, sentada, escribiendo, sin esperar a nadie. Me espera mi casa, mi hogar. Mientras yo me llevaré de la mano. Martha.
Responder
|