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Para los especialistas debe existir un detonante. Sufría de Trastorno Esquizoatectivo de Tipo Depresivo desde septiembre de 2008 y aún no se explicaban por qué. Obviamente yo les había dado una respuesta, pero esa respuesta era negativa para ellos. Quería dejar el pasado en su lugar, así que hable con una de las monjas, quien me escuchó atentamente. "Te creo Martha, en verdad te creo. Solo Dios sabe por qué ocurrío tal cosa, entregale a Dios esa situación, olvidala y no la recuerdes más. No vuelvas a mencionarseló a nadie". Esa noche me quedé profundamente dormida. Soñé que estaba en un lugar oscuro, una calle, caminaba y al encuentro me salían cuatro perros que me eran familiares. Esa noche los maté con mis propias manos, los hice pedazos y me dejé caer en la calle cansada con las manos llenas de sangre. Desperté con un poco de sudoración, sentía una extraña paz. Esa noche entendí que ellos se habían ido y que lo que fuerón había quedado en el pasado. Volví a recostarme dando gracias a Dios.
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