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Se han escrito muchos libros, se han realizado muchas películas acerca del consumo de farmacos. El Lado Luminoso de la Vida, Efectos Secundarios, Inocencia Interrumpida, entre muchas otras. La realidad de los farmacos es que buscan que nosotros tengámos la oportunidad de ser más funcionales para la sociedad porque sin ellos se asoman los rostros oscuros de nuestro padecimiento. Tanto la cultura, la sociedad como nuestras propias familias no son amables con esto. Pero no podemos obligar a la cultura a volverse instantaneamente hospitalaria. Yo como paciente psiquiatrica no busco la lastima, la consideración, la aprobación de otros. Creó que la mayoría de nosotros no queremos eso. Si tú tienes cerca un paciente psiquiatríco sólo escuchalo, la crisis pasa y volvemos poco a poco a la normalidad. En mi caso, los días se tornan oscuros, no encuentro la salida, lloro mucho, duermo casi todo el día, pienso constantemente en el suicidio, pero dentro de mí sé que pasará como pasa una tormenta. Después los días se vuelven claros y más brillantes, hasta la próxima recaída y así sucesivamente. Yo lucho incansablemente contra este padecimiento. Vivo sola y cuando estoy acostada en la cama en estos períodos, veo gente que se para en la puerta de mi habitación y se asoman a verme, o los veo pasar por la sala, o quizá detrás de mí en el baño cuando estoy frente al espejo. Sé que todo esto es parte de la enfermedad y no volteo a verlos, no los miro, ni siquiera intentaría hablar con ellos porque sé que no existen. Comprende a quien pasa por algo así, quierele, respetalo y ayudalo dentro de tus posibilidades. Una palabra amable para nosotros son más que mil palabras. Los quiero mucho a todos y les doy gracias por estar conmigo en las buenas y en las malas. ¡viva Tapatios.com¡ Besos. Martha.
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