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Por enésima vez las “autoridades” (así: entre comillas) tomaron una decisión en un asunto en el que ellas no participan y/o no están involucradas, cuando menos no al 100%.
Así como las “Autoridades” toman decisiones sobre el transporte público sin usarlo, de la misma forma tomaron la decisión de emitir unas monedas de juguete y unos billetes muy resbalosos, es decir, unas monedas ridículas y que se pierden con mucha facilidad y unos billetes que son bastante incómodos para manejarse y que se pueden tirar muy fácilmente; decisión debida principalmente a que ellas (las autoridades) no usan monedas ni billetes chicos (de plástico), ellas usan cheques, transferencias electrónicas, tarjetas de débito y/o crédito y/o billetes de alta denominación (que no se resbalan porque son de papel), los de baja denominación, es decir, los de plástico, los que se resbalan fácilmente no los usan ellas; sin embargo se atreven a emitir monedas de juguete y unos billetes que son bastante incómodos para manejarse y que se pueden extraviar muy fácilmente para que los ciudadanos pobres –que somos la mayoría– suframos más con sus decisiones nefastas. La mayoría de la gente, aún siendo pobre, desdeña las monedas de juguete y hasta las tira “a la basura”.
De nuevo se manifiesta la discordancia entre los criterios de las autoridades y la realidad que vivimos la mayoría de los mexicanos; ellos viven en un mundo de fantasía, en el que todo es perfecto, y nosotros vivimos en la cruda realidad.
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