|
Si nos ponemos a pensar que en las ciudades de la frontera norte, sobre todo en Cd. Juarez, esto pudiera llamarse "el pan de cada dia", entonces de alguna manera, tanto la ciudadania como las autoridades, no se si decir que ya estan acostumbrados o resignados a este tipo de hechos. Lo peor, no se si decir que debemos aceptar este tipo de eventos como parte de nuestra realidad. De facto, son parte de la realidad, pero el punto es si debamos negarnos a aceptarlos.
Recuerdo unas lineas de un libro, best seller en la decada de los 60's, llamado "Apocalipsis en el Caribe":
"...la gente caminaba por las calles cubiertas de cieno y lodo de una manera casi automatica, sin consciencia... El carruaje de Monsenor Parel se atasco, y nadie, a peticion del obispo, ayudo a sacar el carruaje del lodo. Cuando el obispo y su capellan bajaron del carruaje para dirigirse a la catedral, ambos resbalaban en el cieno, y ninguna persona siquiera volteaba a ver a los sacerdotes que se ayudaban mutuamente cuando resbalaban o caian... Pareciera como si los eventos provocados por el volcan hubiesen embrutecido a la poblacion a tal grado que hubieran perdido la voluntad de vivir...".
Al parecer, los sicarios y delincuentes ajustician en publico a objetivos determinados, al menos eso se sabe, o eso nos dicen. Pero, en este caso, de un grupo armado que llega a un lugar publico e indiscriminadamente asesina a personas al parecer inocentes, que podemos esperar los ciudadanos?
Todos, y digo todos, pensamos que estos son hechos aislados, que suceden en un lugar muy lejano y que no nos sucederan a nosotros; a lo mas, alcanzamos a sentir enojo, descontento, frustracion, o lastima. Nos negamos a aceptarlo y a verlo, nos impresiona un momento y pasamos pagina rapidamente. De acuerdo estoy en negarnos a aceptar este tipo de eventos, pero, como hacer para que no se repitan? La poblacion civil se supone que no esta armada, solo se supone. Las notas de los diarios amarillistas estan plagadas de homicidios por incidentes de transito, por celos, por deudas, por robarle el celular a alguien que se resiste al asalto, y los sujetos protagonistas de estos hechos no son narcos, no son sicarios, son ciudadanos comunes, hablando de las victimas por un lado, y por el otro, del agresor que ocasionalmente se convierte en asesino porque no supo controlar sus impulsos.
Donde queda la parafernalia de la publicidad del Gobierno Federal que preside FECAL, en el sentido del combate a la delincuencia? Donde queda el sentido de los contenidos, cuando hablan que se han capturado a miles de delincuentes, a peces gordos del narco, y se han desmembrado bandas completas de secuestradores?
Donde queda la capacidad de las autoridades no para combatir, sino para prevenir estos actos? Esa capacidad no existe. De que sirven decenas de policias en la escena del crimen cuando todo ha sido consumado?
Responder
|
