Nos la pasaríamos hablando del amigo que no está presente, diciendo todo lo que en realidad pensamos de el: que no se sabe vestir, que anda con una muerta de hambre, que come con la boca abierta, que le huele el sope, que tiene mala ortografía, etc...
Y de repente, el susodicho se acerca... pelamos los ojos para avisarnos entre los que estamos diciendo esas cosas, cambiamos las muecas por sonrisas fingidas y quien se encuentre de frente dice: "miren muchachos, ahi viene el fusio" (por decir a alguien, eh?)... entonces al llegar a donde nosotros, lo saludamos efusivamente, como si nos diera real gusto por verlo y lo integramos al chisme, hablando de sus mismos defectos, pero diciendo que son de otra persona y mientras el se la cree, nosotros nos reimos porque no sabe que se está atacando el mismo...

Responder
|