El condón ha dejado de ser un simple accesorio para convertirse en el protagonista de los contactos íntimos de una pareja, pues no sólo protegen contra el embarazo, sino que además protegen contra la mayoría de las enfermedades de transmisión s*xual.
Pero aunque el preservativo sea ese guante que te garantiza la tranquilidad suficiente, y sea ya un viejo conocido para muchas de nosotras, siermpre cabe la posibilidad de que otras no lo conozcan y siempre hay detalles que tomar en cuenta para utilizarlo de la manera correcta y así sus beneficios sean los máximos y no se corran riesgos innecesarios.
Las nuevas estadísticas en torno a sus bondades son impresionantes. Los nuevos estudios de laboratorio indican que hoy en día los condones protegen de un embarazo no deseado hasta en rango de 87% a un 96%. Con respecto al VIH o al SIDA, la protección obtenida es de aproximadamente un 87% de manera que el condón no elimina por completo el peligro de contraer el virus, aún cuando sí lo reduce, y en cuanto a otras enfermedades de transmisión s*xual (ETS) como la gonorrea, la clamydia y la trichomoniasis también ofrece un alto nivel de protección. Por otro lado, este método posee la gran ventaja de no tener efectos secundarios en tu organismo o tu salud.
Si bien el preservativo es un dispositivo que se coloca el hombre, nada impide que nosotras tomemos cartas en el asunto y exijamos siempre a la hora de la hora su intervención. Es cuestión de salud, y por ello aunque podría pensarse tradicionalmente que eso le toca al hombre, o que nos dé vergüenza o que queramos que ellos asuman su responsabilidad, más bien es irresponsable con nosotras mismas delegar este asunto al compañero y asumir que él siempre va a estar preparado. Por eso, debes aprender sobre la variedad que hay a nuestra disposición, su uso y almacenamiento correcto, e incluso ser tú la que los tenga siempre a mano.
Los condones son muy variados y hay de diferentes tipos, por lo que es importante conocer las diversas especificaciones particulares para poder elegir la opción más adecuada para tí.
Fundamentalmente hay tres tipos de preservativos de acuerdo con el material del que están hechos. Y claro muchos vienen en tamaños y sensibilidad diferentes, con o sin lubricante, de variados sabores, colores, y formas que están a disposición del gusto de cada quien.
Pero lo del material si representa una diferencia importante ya que según sea éste, así será la protección que ofrezca el preservativo. Como dijimos son tres tipos: los hechos de látex (caucho), luego los de poliuretano y los de membrana animal.
Los de latex son los más efectivos y duraderos si se usan de la forma correcta, además son los más comunes. Protegen tanto contra el embarazo como contra las enfermedades de transmisión s*xual. Sin embargo, debes saber que algunas personas son alérgicas al latex, y pueden desarrollar picazón o sensación de quemadura ante el contacto con este material. Si es tu caso o el de tu compañero entonces es mejor que opten por los de poliuretano.
El preservativo de poliuretano también previene el embarazo y la mayoría de las ETS. Tiene la ventaja de ser más delgado, lo que permite una mayor transferencia del calor y así hay una sensación de mayor naturalidad a la hora del contacto entre tu piel y la de él.
Los de membrana animal no ofrecen protección alguna de las ETS ni del SIDA, pero si evitan de forma eficaz los embarazos, por lo que no son recomendados a menos que haya verdadera seguridad de que estás en una relación totalmente monógama y a menos que tanto él como tú hayan comprabado que se encuentran libres de enfermedades y virus mediante exámenes médicos.
Responder
|