Me gusta, quizás mi favorito es Mozart, pero era la música que le gustaba a mi Padre quién también escuchaba a Rachmaninov. La música culta es maravillosa.
Fue una tarde agotadora esa eeh. Bien hay que tomar a esos clásicos con calma.
Ese concierto fue mi bautizo de música a fines de los '50.
Lo escuchaba una y otra vez. Se me repetía en sueños.
Me lo sabía de memoria de pe a pa.
Otra que me dejó pegado fue la pasion según San Mateo, de JS Bach, que me la cantaba entera, y me sabía la letra de todos los recitativos, arias y corales.
Busqué una versión subtitulada para entender la letra.
Dicen que la tocatta y fuga en re menor no es originalmente de Bach, sino que es una obra para violín solo (aunque cueste creerlo), que luego Bach reescribió para órgano.
Y los conciertos de brandemburgo son, ciertamente, una maravilla.
También "se dice" que la pasión según san mateo de Bach es una de las obras más magistrales que se ha escrito en todos los tiempos. Y yo concuerdo con eso.
Se trata de un arreglo, ya que el original no se conoce.
"Se dice" que el original es para violín debido al análisis de su estructura y rango armónico. Es la opinión de varios musicólogos, aunque no están todos de acuerdo.
Yo "leí" a Nietzsche a los 12 años, más o menos. Una persona de mi entorno (entonces) estaba leyendo uno de sus librajos y yo, curioso de los libros desde niño, le pregunté qué leía y me respondió, "la verdad". Recuerdo que tomé el librajo y leí algunas citas de la parte de atrás y sentí una especie de corriente eléctrica, casi de inmediato estuve de acuerdo con eso de "la verdad". El libro era "El Anticristo", que por supuesto no logré leer entonces. Luego leí unos cuantos libros que específicamente busqué bajo "ateísmo". Así descubrí a Salvador Freixedo, Bertrand Russell, Rius, Carl Sagan y Richard Dawkins, entre otros, hasta que llegué de nuevo a Nietzsche, pasando por Spinoza y Dostoevsky. No podría afirmar que "me volví ateo" por los librajos sino que más bien en ellos encontré la confirmación de los anhelos frustrados de mi crianza católica, a saber, un señor volador que nos cuida desde órbita a muchos niños les suena muy bonito, pero algunos simplemente no podemos seguir creyendo en ello apenas medio pisamos la adolescencia...