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		     Te encontrarás con  mi sombra en esa cama vacía
 
Evocarás mi entrega. Mis caricias cada día
 
Te sentencio a no olvidarme. A necesitar mis besos
 
A la tristeza implacable de añorarme en tus excesos...
 
 
Y no habrá mujer alguna, que te haga recuperar
 
el frenesí de lo incierto. La urgencia por redundar.
 
La ilusión de un nuevo encuentro. La incógnita de una noche
 
El placer de una experiencia, colmada de aquel derroche...
 
 
Una cintura mas breve, seguro descubrirás
 
pero al asirte de ella, mi agitación no hallarás
 
Tus manos carecerán de la magia que en mi cuerpo,
 
al contacto,  de inmediato, ostentaban  tal  efecto.
 
 
Y sus senos encendidos, te recordarán los míos
 
querrás recostarte en ellos, escucharás sus latidos
 
pero no expresarán nada, de aquel lenguaje de amor
 
que una noche enamorados, desciframos  tu y yo.
 
 
Te condeno a no olvidarme, porque así lo prometiste
 
La capacidad de amar,  sin mis brazos,   ya perdiste.
 
Te sentencio a perpetuarme, cada noche, en cada estrella,
 
Y en tu cuerpo, aunque  lo intentes...  no podrás borrar mi huella. 
		  
		  
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