Pues si se lo encuetran, con el C5 de la Ciudad de México ese buey se irá a prisión.
Nadie tiene derecho a decirle nada a dos mujeres desconocidas, si ellas no lo propician. La cultura tiene que ir cambiando. Yo avalo lo que hacen esa chicas y gente como yo esta dispuesta a defenderlas de patanes como los nazimachos.
Lo que demuestran ellas es que esa agresividad "masculina" se viene abajo cuando la encaran.
En Guerrero te sacan el machete y te vuelan la cabeza, no se andan con cuentos.
En este caso es más dudosa la defensa masculina, pero también luego las pi.nches viejas creen que pueden insultar, escupir o abofetear y que los hombres quedarán impasibles. Si ellas son las que lanzan el primer golpe, los hombres tienen derecho a defenderse.
En españa esa agresión la va a salir muy cara al agresor, tendrá que pagar toda la atención médica y además multas. Como lees ya tienen el nombre del agresor. ¿Ves?
JOSÉ ANTONIO SAU La Audiencia Provincial de Málaga ha ratificado la condena impuesta a una vecina de Villanueva de la Concepción que le dio un bofetón a su médico de cabecera el 29 de enero de 2008. La mujer fue sentenciada a un año de prisión, al pago de una multa de 180 euros y al abono de una indemnización de 50 euros al facultativo. El Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga, en su apartado de hechos probados, hizo constar que a las 9.15 horas del 29 de enero de 2008, la acusada, M. R. L. Q., estaba en el interior de la consulta de un médico del ambulatorio de la Seguridad Social ubicado en Villanueva de la Concepción. «Tras discutir con él, le propinó una bofetada en la mejilla izquierda», precisó el magistrado.
Como consecuencia de ella, el facultativo sufrió un «eritema/edema en el maxilar superior e inferior izquierdo» y una crisis de ansiedad reactiva, para lo que tuvo que recibir ansiolíticos. En un día pudo curarse de las secuelas, sin tener que darse de baja para sus ocupaciones habituales.
La mujer fue sentenciada por un delito de atentado a funcionario público y una falta de lesiones. Pero su defensa interpuso un recurso de apelación contra la Audiencia Provincial, que ha vuelto a confirmar la sentencia de primera instancia.
Su defensor consideró que se vulneró el derecho de defensa de su clienta y aclaró que ésta no cometió un delito de atentado contra la autoridad a la vista del «comportamiento del denunciante y de las contradicciones en que incurrió éste». Además, cree que hay dudas sobre la culpabilidad de su representada y habría, por tanto, que absolverla.
Pero la Sala insiste en que no hay falta de motivación en la sentencia de primera instancia y no ha lugar declarar nulo el juicio, «pues no ha existido ninguna infracción esencial del procedimiento».
Una testigo que no compareció en el juicio, según la defensa, dio una visión cercana a la de la acusada sobre lo sucedido, algo que rechaza la Audiencia. Es más, cree que beneficia al médico: «Abona la tesis mantenida por el denunciante y lesionado cuando dice, por ejemplo, que el facultativo echó del despacho a la ahora recurrente, pero no la tocó físicamente, y que, aunque primero cerró la puerta, luego la dejó abierta y se estuvo quieto en todo momento; que no la pilló con la puerta, ni le dijo loca o imbécil, y que fue la procesada quien le hizo a aquél un aspaviento y le dio en la cara».
