Quizá nunca lo he mencionado, pero me encanta la música clásica, sin ser un experto, y esta versión me emocionó hasta las lágrimas, no por su calidad, que es buena, sino la sorpresa que es que saquen el arte de los santuarios, se nota que la gente, y mas los niños, lo disfrutan. Por supuesto que la sinfonía que eligieron es emblemática, y cada que se escucha tiene nuevos significados, nuevos matices, el sentimiento de quienes la ejecutan.
Bueno, solo quería compartirles un poco de lo que me gusta.
Clap, clap, clap... El del Banc de Sabadell, fantàstic, molt maco. (Ho escric en català per si ho llageix el políglot del foro: Senyor Giordano Bruno de Nola...) jijiji.