Está hermosa. Llalla: Cuando comenze a estar enferma, no entendía lo que me pasaba, caminaba de un lugar a otro, no encontraba mi sitio, mi lugar, no duraba mucho tiempo ocupada en algo. Un día que había caminado mucho, ví una iglesia y entre, me sente adelante, quería descansar, me recoste en la banca y me quede dormida. minutos despues, el sacristan me dijo: Las bancas son para sentarse, vamos a cerrar. Disculpe, le respondí, no me siento bien, eh estado enferma, puedo hablar con el padre de aquí. El padre se ha ido a comer, luego hace la siesta, las confesiones son durante la misa. No quiero confesarme, quiero hablar con él, necesito hablar con alguien, que pueda ayudarme. Ven y pide cita, como te digo ya vamos a cerrar. Cuando ví esa película, me acordé tanto de eso, necesidad de busqueda interior, de desarrollo, alguién sin rumbo, sin dirección. El sacristan, equivocado, tan cerca de Dios y tan lejos de él, sin mirar mas allá, leyes de hombres, sin obras, sin fe.
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