Excelente carta a Javier Sicilia:
Excelente reflexión.
Carta a Javier Sicilia
(y creo que es darle más importancia de la que en realidad se merece), en fin, va:
Comienzo diciendo que, la muerte, no existe, puesto que somos almas destinadas a la transformación, somos seres que van más allá de la envoltura humana, seres que cuando el cuerpo regresa a la tierra, continuamos en el mágico y desconocido misterio que llamamos vida. La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma; la oruga no muere al entrar al capullo, sólo renace en mariposa, el agua no muere al convertirse en vapor, sólo cambia de estado.
Javier, no tengo el gusto de conocerle, comprendo lo que es la muerte de un ser querido, tal vez, no he experimentado su misma situación, pero sé lo que es darse cuenta que alguien que quieres ya no está. Comprendo la impotencia que debe sentir por haber perdido a tu hijo gracias a una guerra absurda, estúpida, inútil y sin verdadero sustento, como bien dijo Gandhi: “ojo por ojo y todos nos quedaremos ciegos”. Comprendo que esa rabia que despertó en su ser, le ha hecho intentar encabezar un movimiento en el que varias voces, pretenden unirse bajo el mismo camino: “Justicia y Dignidad”, sin embargo, con cariño le digo, que esa rabia no puede convertirse en fuego, porque la impotencia, la molestia, la tristeza y todo ello, dan origen a la llama que crece de manera descontrolada, la cual, termina consumiendo hasta a la propia conciencia.
La justicia va más allá de lo que la voz grita, la dignidad va más allá de lo que la mirada pide, la paz, va más allá de lo que el corazón anhela. El movimiento que encabeza, es importante en el sentido de que le da voz a quienes quieren generar peticiones e ideas para frenar políticas y estrategias inservibles, peligrosas y frías, el movimiento que encabezas, debe de mantenerse en la línea de la razón, del apoyo emocional, de la petición prudente y pacífica, más no debe convertirse en un camino de choque político, puesto que la suma de voluntades es la que genera cambios, no la división de las mismas.
Personalmente, le escribo por las palabras que enunciaste a Andrés Manuel, no porque lo vea como un mesías, no porque se me esté pagando para hacer esta carta, no porque tenga un vínculo de amistad con él; esta carta, la escribo de la manera más respetuosa y objetiva sólo para señalar las profundas equivocaciones que emitió con su derecho a la libre expresión, mismo derecho que estoy usando para contestar, pero como siempre digo: “la libre expresión no existe si lo que decimos está contaminado de la mentira o la equivocación”. Con lo anterior dicho, precisamente por eso le escribo, por cariño, porque pretendo con sinceridad liberar su opinión del prejuicio, pretendo que su impotencia evolucione a un poder pacífico y racional, pretendo convertir su rabia en conciliación, pretendo simplemente, hacerle ver con cariño lo que aún no se ha permitido ver.
Retomo sus palabras y las entrecomillo: “Para muchos Andrés Manuel significa la intolerancia”; yo añadiría que, representa la intolerancia a la corrupción, a el gobierno secretista, la intolerancia al fraude del 2006, a la voracidad, a la ambición vulgar, a la mentira, y sobre todo, la intolerancia a la violencia, ya que todo se ha organizado y accionado de manera pacífica.
“Para muchos, Andrés Manuel es el resentimiento político”; sí Javier, el mismo resentimiento que usted siente hacia la clase política inepta que ha provocado la muerte de miles de inocentes, no sólo de su hijo, sin embargo, ese resentimiento, (que no puedo asegurar que Andrés Manuel tuvo), actualmente no es sino una actitud de conciliación, una postura no de venganza, sino de justicia, misma la cual usted exige.
“Para muchos, Andrés Manuel es la revancha sin matices”; Javier, exigir justicia no es revancha, como ya se ha dicho, alzar la voz en pos de la justicia es un acto de valentía y sensibilidad hacia la colectividad. Aquí los matices que promueve Andrés Manuel son: la razón, el pacifismo, la revolución de la conciencia, la regeneración, la revolución de almas; todos ellos, matices que representan una hermosa policromía que, alumbra al lienzo de nuestra razón y de nuestro corazón.
“Para muchos Andrés Manuel representa el mesianismo, la incapacidad de autocrítica para señalar y castigar las conclusiones de su partido”; señor poeta, la palabra mesías significa un sujeto en el que se ha puesto confianza desmedida, y sí, así es, Andrés Manuel representa una confianza de millones que va más allá de lo medible, puesto que la esperanza, no está sujeta a reglas, sino a una voluntad inquebrantable. La incapacidad de autocrítica, existe, tan existe que la actual actitud de Andrés Manuel es de conciliación, tan es sincera su actitud que, varias personas han sido persuadidas por la sinceridad de sus palabras.
Javier, sólo le pido que reconsidere sus palabras, se lo pido con cariño, de manera atenta, de manera respetuosa, sin hacer de lado el evento que lo llevó a este movimiento de Justicia y Dignidad, le pido, como ciudadano común y sin fama, le pido como ciudadano preocupado por su país, que deje de lado el enfoque personal, y que reflexione, que recapacite. Guste o no, un candidato va a representarnos, y es por ello que, se debe hacer un análisis objetivo, no emocional para comprender que Andrés Manuel es el único candidato que habrá de representar a esos miles que claman por justicia, que reclaman dignidad, que necesitan un cambio.
Mire más allá de Andrés Manuel, mire su gabinete, mire las personas valiosas que le rodean, mire en el corazón de Beatriz, mire en la sencillez de Poniatowska, mire en los corazones de millones que habremos de ayudar a que México, deje de ser la oruga que se arrastra, mire en los corazones de millones que estamos comprometidos a apoyar a Andrés Manuel para que México, sea la mariposa que debe de volar en belleza y libertad.
Nada me gustaría más que recibir una respuesta respetuosa y poética.
Su amigo (no conocido), Nadim David.
Responder
|