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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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NO CONOSCO LA PALABRA
RUINA
NI LA PALABRA PAPI
SOLO
LA PALABRA
TRABAJO
HONESTIDAD
DINERO
CULTURA
MUJERES
EDUCACION
PERO SIEMPRE AGRADESCO A DIOS TODOS LOS DIAS POR HABER SIDO BENDECIDO
TU DIME ????? A KE SE DEBE KE SEAS UNA PERSONA MITOMANA ??? EXPLICATE
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Mejor sigamos destapando la cloaca que llaman Vaticano
Cita: | Durante el período de 1305 a 1377, el palacio papal estuvo situado en Avignon (Francia). Durante esta época, Petrarca declaró que dicho establecimiento papal era un lugar de «violación, adulterio y toda clase de fornicación». Y debido a que los papas eran tan inmorales, no debemos sorprendernos de que los sacerdotes no fueran mejor que ellos. Como consecuencia, en muchas parroquias los feligreses insistían en que los sacerdotes tuvieran concubinas «como protección para sus propias familias».
En el Concilio de Constanza, tres papas y algunas veces cuatro, se insultaban todas las mañanas, acusándose los unos a los otros de anticristos, demonios, adúlteros, sodomitas, enemigos de Dios y del hombre. Uno de estos «papas», Juan XXII (1410- 1415), compareció ante el Concilio para dar cuenta de su conducta. «Fue acusado por 37 testigos (obispos y sacerdotes, en su mayoría) de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto y homicidio» Y se probó con una legión de testigos que había seducido y violado a 300 monjas. Su propia secretaria, Niem, dijo que en Bolonia mantenía un harén donde no menos de doscientas muchachas habían sido víctimas de su lujuria. Por todo ello el Concilio lo halló culpable de 54 crímenes de la peor categoría; le depuso del papado, y, para no verse condenado a lo que se merecía, el indigno papa optó por huir.
El registro oficial del Vaticano ofrece de este hombre esta información sobre su inmoral reinado: «Su señoría, papa Juan, cometió perversidad con la esposa de su hermano, incesto con santas monjas, tuvo relaciones s*xual con vírgenes, adulterio con casadas y toda clase de crímenes s*xual... entregado completamente a dormir y a otros deseos carnales, totalmente adverso a la vida y enseñanzas de Cristo... Fue llamado públicamente el Diablo encarnado». Para aumentar su fortuna, el papa Juan puso impuestos a todo, incluyendo la prosti*ón, el juego y la usura. Se le ha llamado con frecuencia «el más depravado criminal que se haya sentado en el trono papal».
Del papa Pío II (1458-1464) se dice que fue el padre de muchos hijos ilegítimos. «Hablaba en público sobre los métodos que usaba para seducir a las mujeres, aconsejaba a los jóvenes y hasta ofrecía instruirlos en métodos de autoindulgencia». Pío fue seguido de Pablo II (1464-1471), quien mantenía una casa llena de concubinas. Su tiara papal estaba tan cuajada de joyas, que sobrepasaba el valor de un palacio. |
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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CLARO SIGAMOS VIENDO LOS LOGROS DEL PAPA JUAN PABLO 2
EN LAS OTRAS COSAS SOLO TE KEDA GUARDAR LOS DEDITOS ABAJO DEL TECLADO
MITOMANO
Una judía israelí revela cómo fue socorrida por el Papa al final del Holocausto nazi
JERUSALEN, 6 feb (ZENIT).- «Me acuerdo perfectamente. Me encontraba allí, era una niña de trece años, sola, enferma, débil. Había pasado tres años en un campo de concentración alemán, a punto de morir.
Y Karol Wojtyla me salvó la vida, como un ángel, como un sueño venido del cielo: me dio de beber y de comer y después me llevó en sus espaldas unos cuatro kilómetros, en la nieve, antes de tomar el tren hacia la salvación».
Edith Zirer narra el episodio como si hubiera sucedido ayer. Era una fría mañana de primeros de febrero de 1945. La pequeña judía, que todavía no era consciente de ser el único miembro de su familia que sobrevivió a la masacre nazi, se dejó llevar en los brazos de un sacerdote de 25 años, alto, fuerte, que sin pedirle nada, simplemente le dio un rayo de esperanza.
Hoy aquel sacerdote, según ella, es el obispo de Roma. Edith querría agradecer finalmente aquel gesto. «Sólo un pequeño gracias en polaco por aquello que hizo, por la manera en que lo hizo, para decirle que nunca me olvidé de él», dice desde su hermosa casa ubicada en las colinas del Carmelo, en la periferia de Haifa.
Edith tiene 66 años y dos hijos. Reconstruyó su vida en Israel, donde llegó en 1951, cuando todavía padecía las lacras de la tuberculosis y los fantasmas de la guerra alteraban sus sueños.
Durante todo este tiempo se ha guardado esta historia. Cuando en 1978, Karol Wojtyla subió a la cátedra de Pedro, comenzó a sentir la necesidad de hablar, de contarlo a alguien, de mostrar su agradecimiento. La pregunta surge inmediatamente: pero, ¿cómo puede estar segura de que aquel sacerdote es el Papa? ¿Por qué ha esperado tanto?. Estos interrogantes se los han planteado también los periodistas de «Kolbo», el semanario de Haifa que hoy publica un artículo sobre este asunto. «El relato es convincente. No trata de hacerse publicidad, todos los detalles que ofrece parecen creíbles», dicen los redactores. Tan convincentes que la embajada israelí ante la Santa Sede ya está moviéndose para tratar de poner en contacto a la señora Zirer con la secretaría del Papa.
La narración habla por sí misma. «El 28 de enero de 1945 los soldados rusos liberaron el campo de concentración de Hassak, donde había estado encerrada durante casi tres años trabajando en una fábrica de municiones --explica Edith, quien entonces tenía trece años--. Me sentía confundida, estaba postrada por la enfermedad. Dos días después, llegé a una pequeña estación ferroviaria entre Czestochowa y Cracovia». Precisamente en Cracovia, Wojtyla acababa de ser ordenado sacerdote. «Estaba convencida de llegar al final de mi viaje. Me eché por tierra, en un rincón de una gran sala donde se reunían decenas de prófugos que en su mayoría todavía vestían los uniformes con los números de los campos de concentración. Entonces Wojtyla me vio. Vino con una gran taza de té, la primera bebida ca.liente que había podido probar en las últimas semanas. Después me trajo un bocadillo de queso, hecho con pan negro polaco, divino. Pero yo no quería comer, estaba demasiado cansada. El me obligó. Después me dijo que tenía que caminar para [co...] el tren. Lo intenté, pero me caí al suelo. Entonces, me tomó en sus brazos, y me llevó durante mucho tiempo. Mientras tanto la nieve seguía cayendo. Recuerdo su chaqueta marrón, la voz tranquila que me reveló la muerte de sus padres, de su hermano, la soledad en que se encontraba, y la necesidad de no dejarse llevar por el dolor y de combatir para vivir. Su nombre se grabó indeleblemente en mi memoria».
Cuando finalmente llegaron hasta el convoy destinado a llevar a los detenidos hacia Occidente, Edith se encontró con una familia judía que le puso en guardia: «Atenta, los curas tratan de convertir a los niños hebreos». Ella tuvo miedo y se escondió. «Sólo después comprendí que lo único que quería era ayudarme. Y quisiera decírselo personalmente».
...Edith Zirer, casada hoy y con 2 hijos, que vive en Haifa, en una colina del Monte Carmelo, quiso estar con el Papa (59 años después de lo ocurrido) en su histórico viaje a Tierra Santa para darle personalmente las gracias justamente en el Memorial del Holocausto Yad Vashem. Fue un día inolvidable para ella y para toda la población judía, así como una lección universal de humanidad...".
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Aqui tienes catoliquito chillon, jejeje para que te quites la venda de los ojos y sepas la porquería que tu papa representaba jejeje.
Cita: | Vino después el papa Sixto IV (1471-1484); éste tuvo dos hijos ilegítimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales. Financió sus guerras vendiendo posiciones eclesiásticas al más alto postor, y «usó el papado para enriquecerse él y sus familiares. Hizo cardenales a ocho de sus sobrinos, aunque algunos de ellos siendo aún niños. En cuanto al lujo y extravagancias, rivalizó con los césares. El y sus familiares sobrepasaron a las antiguas familias romanas tanto en riquezas como en pompa».
El papa Inocencio VIII (1484-1942) tuvo dieciséis hijos de varias mujeres. No negó que fueran sus hijos engendrados en el Vaticano. Como muchos otros papas, multiplicó los oficios clericales y los vendió por vastas sumas de dinero. Incluso permitió corridas de toros en la plaza de San Pedro.
Vino más tarde Rodrigo Borgia, quien tomó el nombre de Alejandro VI (1492- 1503) Y ganó su elección al papado mediante chantajes con los cardenales, práctica común en aquellos días. Antes de ser papa, cuando aún era cardenal y arzobispo, vivió en pecado con una mujer llamada Vanozza dei Catanei y después con la *** ésta, Rosa, con la cual tuvo cinco hijos. En el día de su coronación nombró a su hijo -joven de temperamento y hábitos viles- como arzobispo de Valencia. Vivió en incesto público con sus dos hermanas y con su propia hija y era el padre y aman.te de su hija Lucrecia, de quien se dice tuvo un hijo. El 31 de octubre de 1501 realizó una orgía s*xual en el Vaticano, que no ha tenido parangón alguno en los anales históricos de la humanidad.
En cuanto al papa Pablo III (1534-1549), incluso la revista de signo católico Life dijo que siendo cardenal había tenido 4 hijos y en el día de su coronación celebró el bautismo de sus dos bisnietos; que eligió a dos de sus sobrinos adolescentes como cardenales, realizó festivales con cantantes, bailarinas, bufones y buscó ayuda de astrólogos. |
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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AHI TE VA ALGO REAL
PARA KE VEAS LAS MENTIRAS KE DICES
JEJEJE
El mendigo que confesó a Juan Pablo II
Hace un tiempo, en el programa de televisión de la mama Angélica en Estados Unidos (EWTN), relataron un episodio poco conocido de la vida Juan Pablo II.
Un sacerdote norteamericano de la diócesis de Nueva York se disponía a rezar en una de las parroquias de Roma cuando, al entrar, se encontró con un mendigo. Después de observarlo durante un momento, el sacerdote se dio cuenta de que conocía a aquel hombre. Era un compañero del seminario, ordenado sacerdote el mismo día que él. Ahora mendigaba por las calles.
El cura, tras identificarse y saludarle, escuchó de labios del mendigo cómo había perdido su fe y su vocación. Quedó profundamente estremecido.
Al día siguiente el sacerdote llegado de Nueva York tenía la oportunidad de asistir a la Misa privada del Papa al que podría saludar al final de la celebración, como suele ser la costumbre. Al llegar su turno sintió el impulso de arrodillarse ante el santo Padre y pedir que rezara por su antiguo compañero de seminario, y describió brevemente la situación al Papa.
Un día después recibió la invitación del Vaticano para cenar con el Papa, en la que solicitaba llevara consigo al mendigo de la parroquia. El sacerdote volvió a la parroquia y le comentó a su amigo el deseo del Papa. Una vez convencido el mendigo, le llevó a su lugar de hospedaje, le ofreció ropa y la oportunidad de asearse.
El Pontífice, después de la cena, indicó al sacerdote que los dejara solos, y pidió al mendigo que escuchara su confesión. El hombre, impresionado, les respondió que ya no era sacerdote, a lo que el Papa contestó: "una vez sacerdote, sacerdote siempre". "Pero estoy fuera de mis facultades de presbítero", insistió el mendigo. "Yo soy el obispo de Roma, me puedo encargar de eso", dijo el Papa.
El hombre escuchó la confesión del Santo Padre y le pidió a su vez que escuchara su propia confesión. Después de ella lloró amargamente. Al final Juan Pablo II le preguntó en qué parroquia había estado mendigando, y le designó asistente del párroco de la misma, y encargado de la atención a los mendigos
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Cita: | AHI TE VA ALGO REAL |
Entonces todo lo que decias anteriormente eran puras mentiras o eran "irreales" jejeje los sospechaba catoliquito que nada de lo que dijiste anteriormente era cierto
Cita: | El papa León X (1513-1521) fue elegido para 27 oficios diferentes clericales antes de tener 13 años de edad. Fue enseñado a considerar los cargos eclesiásticos sólo como un medio de ganancia. Con su producto compró el cargo y declaró que el quemar a herejes era una orden divina.
Fue durante esos días que Martín Lutero, siendo aún sacerdote de la Iglesia Romana, viajó a Roma. Al ver por primera vez la Ciudad de las Siete Colinas, cayó al suelo diciendo: «Santa Roma, te saludo». No había pasado mucho tiempo en dicha ciudad, cuando pudo darse cuenta de que Roma era todo menos una ciudad santa. Pudo ver que la iniquidad existía en todas las clases del clero. Los sacerdotes contaban chistes indecentes y usaban palabras profanas, incluso en la misa. Lutero describió a los papas de la época como peores en su conducta que los emperadores paganos y explica que los banquetes de la corte papal eran servidos por doce mujeres desnudas. «Nadie puede imaginarse los pecados tan infames y los actos que son cometidos en Roma -dijo-; tienen que ser vistos y escuchados para ser creídos». Tanto es así, que se acostumbra a decir: «Si hay un infierno, Roma está construida sobre él».
Un día, durante la visita de Lutero a Roma, vio una estatua en una de las vías públicas que conducen a San Pedro, que le llamó la atención, pues era de una papisa, y junto con el cetro y la mitra papal, tenía un niño en sus brazos. Era la estatua de la papisa Juana. «Estoy sorprendido -dijo Lutero- de cómo los papas permiten que la estatua permanezca allí». Cuarenta años más tarde, después de la muerte de Lutero, dicha estatua fue quitada por orden del papa Sixto V. |
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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ALGO REAL
LO KE TU ESCRIBES NO ES REAL
PROSIGO
"Rogito" es un resumen de la vida del Papa, firmado por algunos cardenales, y que se deposita en un tubo de plomo en el féretro del Pontífice difunto.
En la luz de Cristo resucitado de los muertos, el 2 de abril del año del Señor de 2005, a las 21:37 horas, mientras concluía el sábado y ya habíamos entrado en el día del Señor, Octava de Pascua y Domingo de las Divina Misericordia, el querido pastor de la Iglesia, Juan Pablo II, pasó de este mundo al Padre. Toda la Iglesia acompañó en oración su tránsito, especialmente los jóvenes.
Juan Pablo II fue el Papa número 264. Su memoria se queda en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad.
Karol Wojtyla, elegido Papa el 16 de octubre de 1978, nació en Wadowice, ciudad a 50 kilómetros de Cracovia, el 18 de mayo de 1920 y fue bautizado dos días más tarde en la Iglesia parroquial por el sacerdote Francesco Zak.
A los 9 años recibió la primera Comunión y a los 18 el sacramento de la Confirmación. Al interrumpir los estudios a causa del cierre de la Universidad por parte de las fuerzas de ocupación nazis, trabajó en una cantera y, después, en la fábrica química Solvay.
A partir de 1942, sintiéndose llamado al sacerdocio, estudió en el seminario clandestino de Cracovia. El 1 de noviembre de 1946 recibió la ordenación sacerdotal de manos del cardenal Adam Sapieha. Después fue enviado a Roma, donde se licenció y doctoró en teología, con una tesis que llevaba por título "Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce".
Regresó después a Polonia, donde recibió algunas tareas pastorales y enseñó las sagradas disciplinas. El 4 de julio de 1958, el Papa Pío XII le nombró Obispo auxiliar de Cracovia. Y Pablo VI, en 1964, le destinó a esa misma sede como Arzobispo. Como tal intervino en el Concilio Vaticano II. Pablo VI le creó cardenal el 26 de junio de 1967.
En el cónclave fue elegido Papa por los cardenales, el 16 de octubre de 1978, y tomó el nombre de Juan Pablo II. El 22 de octubre, día del Señor, comenzaba solemnemente su ministerio petrino.
El pontificado de Juan Pablo II ha sido uno de los más largos de la Iglesia. En este periodo, bajo diferentes aspectos, se ha asistido a muchos cambios. Entre los cuales, la caída de algunos regímenes, a las que él mismo contribuyó. Con el objetivo de anunciar el Evangelio realizó muchos viajes a diferentes países.
Juan Pablo II ejerció el ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la "sollicitudo omnium ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad. Más que todos sus predecesores se ha encontrado con el Pueblo de Dios y con los responsables de las naciones, en las celebraciones, en las audiencias generales y en las visitas pastorales.
Su amor por los jóvenes le llevó a comenzar las Jornadas Mundiales de la Juventud, convocando a millones de jóvenes de varias partes del mundo.
Ha promovido con éxito el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándoles en ocasiones en encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.
Ha ampliado notablemente el Colegio de los Cardenales, creando 231 (además de uno "in pectore"). Ha convocado quince Asambleas del Sínodo de los Obispos, siete generales ordinarias y ocho especiales. Ha erigido numerosas diócesis y circunscripciones, en particular en el Este de Europa.
Ha reformado los Códigos de Derecho Canónico Occidental y Oriental, ha creado nuevas instituciones y reordenado la Curia Romana.
Como "sacerdos magnus" ha ejercido el ministerio litúrgico en la diócesis de Roma y en todo el orbe, en plena fidelidad al Concilio Vaticano II. Ha promovido de manera ejemplar la vida y la espiritualidad litúrgica y la oración contemplativa, especialmente la adoración eucarística y la oración del santo Rosario (Cf. carta apostólica "Rosarium Virginis Mariae").
Bajo su guía, la Iglesia se ha acercado al tercer milenio y ha celebrado el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas con la carta apostólica "Tertio millennio adveniente". Ésta se ha asomado después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica "Novo millennio ineunte", en la que se mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.
Con el Año de la Redención, el Año Marino y el Año de la Eucaristía, ha promovido la renovación espiritual de la Iglesia. Ha dado un impulso extraordinario a las canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de aliento a los hombres de nuestro tiempo. Ha proclamado doctora de la Iglesia a Santa Teresa del Niño Jesús.
El magisterio doctrinal de Juan Pablo II es muy rico. Custodio del depósito de la fe, se entregó con sabiduría y valentía a promover la doctrina católica, la teología moral y espiritual, y a enfrentarse durante todo su pontificado a las tendencias contrarias a la genuina tradición de la Iglesia.
Entre los documentos principales, se encuentran 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas, 45 cartas apostólicas, además de las catequesis propuestas en las audiencias generales y de las alocuciones pronunciadas en todas las partes del mundo. Con su enseñanza, Juan Pablo II ha confirmado e iluminado al Pueblo de Dios sobre la doctrina teológica (sobre todo en las primeras tres grandes encíclicas ("Redemptor hominis", "Dives in misericordia", "Dominum et vivificantem"), antropológica y social (encíclicas "Laborem exercens", "Sollicitudo rei socialis", "Centesimus annus"), moral (encíclicas "Veritatis splendor", "Evangelium vitae"), ecuménica (encíclica "Ut unum sint"), misiológica (encíclica "Redemptoris missio"), mariológica (encíclica "Redemptoris Mater").
Ha promulgado el Catecismo de la Iglesia Católica a la luz de la Tradición, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Ha publicado también algunos volúmenes como doctor privado.
Su magisterio ha culminado en la encíclica "Ecclesia de Eucharistia" y en la carta apostólica "Mane nobiscum Domine", durante el Año de la Eucaristía.
Juan Pablo II ha dejado a todos un testimonio admirable de piedad, vida santa y paternidad espiritual.
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Cita: | ALGO REAL
LO KE TU ESCRIBES NO ES REAL |
Jajajajajajajajajaja esa estuvo buena, hubieran inventado algo mejor pero es mucho pedirte. te dejo la bibliografía para que lo estudies
Cita: | "El sacerdote, la mujer y el confesionario". Rev. Charles Chiniquy, pags. 138, 139.
"Italia medieval", H.B. Cotterill, págs. 331, 336, 349, 392
Manual Bíblico de Halley, pág. 774, 775, 778, 779, 688,
Patrologine Latinae, Jacques Paul Migne, tomo 136, pág. 900; tomo 2, pág 246.
El otro lado de Roma, John P. Wilder, págs. 114, 115.
Enciclopedia Católica, edición 1913.
Sacrorum Conciliorum, John Mansi, tomo 19, pág 132; tomo 14, pág 372; tomo 27, pág 663.
Liber Pontificalis, tomo 2, pág 246
Annali d´Italia, Louis A. Muratori, tomo 5, pág 498.
Historia de los Concilios de la Iglesia, tomo 40, art. 697.
Historia de la Civiliazación, Will Durant, tomo 6, pág 10, 13, 332
Historia de la Reforma, J. H. Merle d´ Aubigne, pág 11, 56, 59
Diarium, tomo 3, pág 167
Revista Life, 5 julio 1963.
Ecumenismo y Romanismo, Peter J. Doeswyck, pág 59, 60
Historia de los Papas, Bowers, tomo 1, págs 128, 226, 1338 |
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Cita: | CAROL, PARA MI KE TAMBIEN SOY CATOLICO SE QUE EL VATICANO NO ES EXACTAMENTE LO MAS BLANCO POSIBLE, DE HECHO VIVEN CON MUCHO LUJO
PERO NO PUEDO PONER A TODA LA IGLESIA COMO TAL EN COMPLETO LUJO
PUESTO KE CONOSCO MUCHAS PERSONAS ENTREGADAS A DIOS
ASI COMO KE ESPERAS KE SE CAIGA EL TEATRITO KE DICES
SIENDO CATOLICA LE VES ALGO POSITIVO A SER CATOLICA ???? O NO TIENE NINGUN SIGNIFICADO SER CATOLICA PARA TI O USTED ? |
Ahí esta tu mismo lo escribiste. Según tu no es real lo que digo del Vaticano, entonces porque escribes eso.
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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ESTAMOS HABLANDO DEL PAPA JUAN PABLO SEGUNDO
NO DEL VATICANO
PEKEÑITA DIFERENCIA
NO NAKITO ?
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Ves Loyolo, ya cuando te encuentras acorralado no hayas que escribir, si hablas del papa intrínsecamente de la iglesia, si hablaras de la persona seria diferente.
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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BUENO KREO KE ERES MENSO Y ESTUPIDILLO
NO OCUPO PONER KE ERES MITOMANO
JEJEJ
PERO SIIIIIIII EFECTIVAMENTE
HABLO DEL PAPA JUAN PABLO II
DE NADIE MAS
NO HABLO DE LA INSTITUCION
HABLO DEL PAPA
GRACIAS
SALUDOS MITOMANO
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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MITOMANO, CONOCE UN POCO MAS DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II
Otro signo de su amor filial a Santa María es su escudo pontificio: sobre un fondo azul, una cruz amarilla, y bajo el madero horizontal derecho, una "M", también amarilla, representando a la mama que estaba "al pie de la cruz", donde -a decir de San Pablo- en Cristo estaba Dios reconciliando el mundo consigo. En su sorprendente sencillez, su escudo es, pues, una clara expresión de la importancia que el Santo Padre le reconoce a Santa María como eminente cooperadora en la obra de la reconciliación realizada por su Hijo.
Su escudo se alza ante todos como una perenne y silente profesión de un amor tierno y filial hacia la mama del Señor Jesús, y a la vez, es una constante invitación a todos los hijos de la Iglesia para que reconozcamos su papel de cooperadora en la obra de la reconciliación, así como su dinámica función maternal para con cada uno de nosotros. En efecto, "entregándose filialmente a María, el cristiano, como el apóstol Juan, "acoge entre sus cosas propias" a la mama de Cristo y la introduce en todo el espacio de su vida interior, es decir, en su "yo" humano y cristiano: "La acogió en su casa". Así el cristiano, trata de entrar en el radio de acción de aquella "caridad materna", con la que la mama del Redentor "cuida de los hermanos de su Hijo", "a cuya generación y educación coopera" según la medida del don, propia de cada uno por la virtud del Espíritu de Cristo. Así se manifiesta también aquella maternidad según el espíritu, que ha llegado a ser la función de María a los pies de la Cruz y en el cenáculo".
La profundización de la teología y de la devoción mariana -en fiel continuidad con la ininterrumpida tradición católica- es una impronta muy especial de la persona y pontificado del Santo Padre.
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