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Publicado:
Feb 27 2010 Título:
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Ni madres, "las buenas obras" que un papa hizo no subsanaran siglos de corrupción, avaricia, nepotismo, trafico de influencias, torturas, asesinatos, robos etc. Que todos sus antecesores hicieron y hacen. Epecemos el recuento.
Cita: | El papa Sergio II, que reinó del 904 al 911, obtuvo la oficina papal por medio del asesinato. Los anales de la Iglesia de Roma hablan sobre su vida en pecado con Marozia, una conocida prosti* de esa época, quien le engendró varios hijos ilegítimos. Este papa fue descrito por Baronio y otros escritores eclesiásticos como un «monstruo» y por Gregorio como un «criminal aterrorizante». Dice un historiador: «Por espacio de siete años este hombre ocupó la silla de san Pedro, mientras que su concubina, imitando a Semíramis mama, reinaba en la corte con tanta pompa y lujuria, que traía a la mente los peores días del viejo Imperio». Refiriéndose a otra, dice: «Esta mujer -Teodora de nombre-, junto con Marozia, la prosti* del Papa, llenaron la silla papal con sus hijos bastardos y convirtieron su palacio en un laberinto de ladrones».
Y así, comenzando con el reino del papa Sergio, vino el período (904-963), conocido como «el reinado papal de los fornicarios».
Bibliografía
"El sacerdote, la mujer y el confesionario". Rev. Charles Chiniquy, pags. 138, 139.
"Italia medieval", H.B. Cotterill, págs. 331, 336, 349, 392
Manual Bíblico de Halley, pág. 774, 775, 778, 779, 688,
Patrologine Latinae, Jacques Paul Migne, tomo 136, pág. 900; tomo 2, pág 246.
El otro lado de Roma, John P. Wilder, págs. 114, 115.
Enciclopedia Católica, edición 1913.
Sacrorum Conciliorum, John Mansi, tomo 19, pág 132; tomo 14, pág 372; tomo 27, pág 663.
Liber Pontificalis, tomo 2, pág 246
Annali d´Italia, Louis A. Muratori, tomo 5, pág 498.
Historia de los Concilios de la Iglesia, tomo 40, art. 697.
Historia de la Civiliazación, Will Durant, tomo 6, pág 10, 13, 332
Historia de la Reforma, J. H. Merle d´ Aubigne, pág 11, 56, 59
Diarium, tomo 3, pág 167
Revista Life, 5 julio 1963.
Ecumenismo y Romanismo, Peter J. Doeswyck, pág 59, 60
Historia de los Papas, Bowers, tomo 1, págs 128, 226, 1338 |
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Feb 27 2010 Título:
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AQUI ESTA PLASMADA LA REALIDAD
EL MUNDO Y LA PAZ CON JUAN PABLO SEGUNDO
http://online.um.edu.mx/comunicando/Articulos.aspx?idArt=94
UAN PABLO II ¡MAGNO!
01.04.2005
Juan Pablo II Magno.
En la historia de los Papas hay quienes destacan por encima de los demás, no sólo por su vida heroica, sino porque además han sido protagonistas en acontecimientos de suma importancia y trascendencia para la historia de la Iglesia y del mundo.
Los Papas de los tres primeros siglos, son considerados casi todos como santos porque lo fueron o murieron mártires. Desde el siglo IV hasta el siglo XVII, entre muchos grandes, sobresalen especialmente estos: san Dámaso, a fines del siglo IV, san León, el primero de los Papas que lleva el sobrenombre de “Magno” (440-461), san Gregorio I, el segundo con el adjetivo (590-604), y el tercero con este apelativo es san Nicolás I (858-867).
Otros que también son “Magnos”, aunque no se les reconoce comúnmente, son: Silvestre II (999-1003), Gregorio VII (1073-1085), Inocencio III, que llena los primeros años del siglo XIII, Bonifacio VIII (1294-1303), Pío II (1458-1464), Paulo III (1534-1549) y san Pío V (1566-1572).
En los siglos XVII y XVIII se registran algunos Papas estimables pero no grandes. Durante esos dos siglos la Iglesia pasó por un período de sobrecarga de circunstancias adversas que la debilitaron, y no logró salir bien librada del impulso destructivo y secularizador de la primera ilustración y se acomplejó ante los embates de una cultura que excluía absurdamente la religión y menospreciaba la fe.
Ante la revolución del siglo XIX, la Iglesia tomó una actitud puramente defensiva. El único Papa que sobresale por su personalidad luchadora, pero acosado por todas partes, es Pío IX.
Desde el último cuarto del siglo XIX, hasta la fecha, tenemos una serie de grandes Papas, empezando con León XIII hasta Juan Pablo II. Cada uno en su estilo, cada uno con sus virtudes, sus logros y sus limitaciones.
Son varios los biógrafos de Juan Pablo II que, al considerar como resalta su figura, opinan que es uno de los más grandes en toda la historia.
Yo soy consciente de mi falta de conocimientos históricos profundos, y por lo mismo, mi falta de autoridad para poder probar que el Papa Juan Pablo II debe denominársele “Magno”.
Lo que sí quiero, es dar a conocer mi apreciación de este Papa. Sé que mi apreciación es subjetiva, sincera si, pero subjetiva. Creo también que existen razones objetivas, claras, grandes y fuertes.
No pretendo forzar la convicción de nadie, simplemente ejerzo mi derecho a exponer mis razones, no sólo por simpatía y aprecio, sino como hijo de la Iglesia con el don del sacerdocio, quiero con esto agradecer a Dios que nos haya regalado a este Sumo Pontífice tan singular y extraordinario.
Estoy cierto, porque lo he podido comprobar de muchas maneras, que el Papa tiene muchos enemigos dentro y fuera de la Iglesia; y no podía ser de otra manera, siendo quien es. Ellos tienen animadversión a casi todo lo que ha realizado Juan Pablo II porque creen que no ha estado a la altura de sus actitudes intelectuales y progresistas.
Se le acusa también de autoritario, centralista, misógino, retrogrado y polaco cerrado... La persecución, la calumnia y la incomprensión son parte del programa, ya que siempre han sido así, especialmente con quienes son más fieles al Evangelio.
Dejemos que la historia y el Señor de la historia den su juicio sobre lo verdadero y lo falso, lo justo y lo injusto de todo lo que se dice y seguirá diciendo.
Vayamos a los hechos: La tarde de aquel lunes 16 de octubre de 1978, un poco antes de las 6, se cerraba la cuarta votación del día con un total de 94 votos a favor del cardenal polaco Karol Wotyla, sólo faltaron 17 para la unanimidad. Salió humo blanco por la famosa chimenea y el entusiasmo de Roma y del mundo se desbordó: teníamos un nuevo Papa.
Cuando desde la Logia de san Pedro se dio la noticia oficial por el cardenal Pericle Felici, causó desconcierto momentáneo, por lo raro del nombre, desconocido por la mayoría.
Al aparecer en el balcón, surgió el delirio de las gentes que llenaban la Plaza de San Pedro. No sólo dio la bendición triple, “Urbi et Orbi”, como lo marca el protocolo, sino que lo rompió al dirigir su primer mensaje de presentación, en el cual resaltaron, en ese momento y para toda la historia, estas palabras: “No tengáis miedo”.
Esto vino a romper el desconcierto y a crear una fervorosa acogida. Surgió una corriente de ida y vuelta que ha perdurado, porque este Papa es el primer comunicador excelente entre todos los Papas y el máximo comunicador en el siglo de las comunicaciones.
Ese: “No tengáis miedo”, no sólo fue una exclamación oportuna y feliz, no, en esos momentos el miedo era el común denominador de todo lo que pasaba en la Iglesia y en el mundo; y ha sido la tónica de todo su pontificado.
Recibió una Iglesia desorientada, angustiada, arrasada; y le ha devuelto la fe en ella misma, le ha aclarado el horizonte y le ha dado seguridad. Estaba sufriendo las consecuencias de la crisis más grave de toda su historia; crisis generada por la modernidad negativa y secularizante y la fuerza demoledora de las revoluciones y las guerras del siglo XX.
Vino a restaurarlo todo en Cristo, he aquí algunos hechos:
Juan Pablo II vino a cerrar el ciclo de la reconciliación de la Iglesia con la ciencia y la cultura; ciclo que se había abierto genialmente con León XIII, después de dos siglos de pugnas estériles y de diatribas obtusas.
Había mucha nebulosidad y desorientación por las relecturas de la Sagrada Escritura que la vaciaban de su contenido de fe, aclaró la niebla y la orientó con precisión.
La moral naufragaba angustiada en un océa.no de permisividad y cobardía. La sacó a flote.
Frenó, con guante de seda pero con mano de hierro, el descarrilamiento de la duda sistemática sobre el valor de los dogmas y el desprecio de la tradición como fuente de fe. En toda la historia del marxismo-leninismo, nunca había estado tan arrogante, prepotente y amenazante, como en esos años, y estaba utilizando a la Iglesia como cabeza de puente.
Dos pontífices le habían hecho frente al marxismo-leninismo (Pío XI y Pío XII), y se creció demasiado durante los pontificados de Juan XXIII y Paulo VI.
A Juan Pablo II no le tembló la voz ni la mano para declarar a este monstruo de 7 cabezas nada menos que como pecado contra el Espíritu Santo, o sea imperdonable.
Apoyó y alentó la resistencia de su patria Polonia, viniendo a ser un factor decisivo en el hundimiento del Comunismo.
Todos le vimos enfrentarse a cuerpo limpio a los esbirros ridículos y grotescos del Marxismo-Leninismo en Nicaragua, aquel aciago marzo de 1983; y fuimos testigos de los dos golpes certeros que le dio a la teología de la liberación de corte marxista (1984-1986).
(Segunda de tres partes)
En el artículo anterior se hace mención de algunos hechos que hacen de Juan Pablo II un Papa singular.
Quiero fijar la atención sobre las estadísticas, y aunque nunca revelan lo esencial de la vida de una persona, las referentes al pontificado de este Papa son especialmente sugerentes. Desde aquel 16 de octubre de 1978 hasta enero de este año 2005, han transcurrido 26 años con tres meses. Sólo otros 7 papas en la historia de la Iglesia, han tenido un pontificado más largo. En este tiempo, ha realizado 104 viajes apostólicos a más de 160 países, 46 visitas a distintos lugares de Italia. Como Obispo de Roma, ha visitado 317 parroquias, de las 333 que tiene su diócesis. Ha recorrido 1,593,860 kilómetros, un poco más de tres veces la distancia de la tierra a la luna.
La obra escrita de su magisterio incluye: 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas, 44 cartas apostólicas. Ha publicado 5 libros: “Cruzando el umbral de la esperanza” (Octubre de 1994), “Don y misterio” (Noviembre de 1996), “Tríptico romano” (Meditaciones en forma de poesía, marzo de 2003), “Levantaos, vamos” (Mayo 2004), “Memoria e identidad” (Por publicarse en marzo de este año).
En 147 ceremonias ha celebrado el llamado a la santidad, beatificando a 1338 hombres y mujeres y ha presidido 51 canonizaciones, declarando 482 santos. Ha realizado 9 consistorios creando 231 cardenales y uno “in pectore”, es decir que no ha dado a conocer. Ha presidido 6 reuniones plenarias del Colegio Cardenalicio. Ha convocado 15 asambleas sinodales de obispos: 6 ordinarias (80, 83, 87, 90, 94, 01), una extraordinaria (85) y 8 especiales (80, 91, 94, 95, 97, 98 [2], 99), 1160 audiencias de los miércoles, teniendo comunicación directa con 17 millones 900 mil peregrinos.
Durante los 903 días de peregrinaje fuera de Roma, ha pronunciado 4030 mensajes y homilías ante más de 200 millones de personas, en directo o a través de los medios de comunicación. Sólo durante el Año Santo 2000, en las audiencias a los distintos grupos de peregrinos, se contabilizaron 8 millones 400 mil.
Suponiendo un promedio de 5 audiencias privadas por día, el total de estos encuentros, más las entrevistas personales con los obispos con alguna misión especial, con los primeros ministros y jefes de estado, y otras personalidades, ascienden a más de 20 mil, cifra en la que no se incluyen las diarias conversaciones con invitados durante las comidas y cenas en los aposentos papales o durante sus peregrinaciones al extranjero.
Ningún otro ser humano en la historia del mundo se ha dirigido públicamente a tantas personas, en tantos y diversos contextos culturales.
Desde 1979 hasta enero del 2005, ha nombrado 2 mil 860 obispos, de los aproximadamente 4 mil 600 que hay en la Iglesia católica.
Gracias a su acción pastoral y política, ha logrado establecer relaciones diplomáticas con 70 países, que antes de él, no tenían relaciones con la Santa Sede.
Estas cifras son el signo claro de un hombre dotado con dones singulares. No hay uno sólo de sus colaboradores que no reconozca la energía espiritual que irradia el Papa.
Bien dijo de él Vitorino Messori, periodista italiano, al considerar la figura encorbada del Papa: “Es un espíritu extraordinario arrastrando a un cuerpo desgastado por el servicio”.
Al margen de las estadísticas, el pontificado de Juan Pablo II, hasta el presente, ha sido una admirable historia de logros que conformarán la vida de la Iglesia católica en el tercer milenio de la historia del Cristianismo.
El método de gobierno del Papa, lo describe así el Cardenal eslovaco Josef Tomko, uno de los colaboradores del Papa, desde el inicio de su pontificado, y de los más próximos a él: “Muestra un profundo respeto por las personas. Es paciente; según la situación, aguarda hasta que llegue el momento oportuno, para evitar que nadie se sienta ofendido. Cuando otorga responsabilidades a un departamento, una congregación o un individuo, deja que cumplan con su trabajo. Esto no significa que su carácter sea débil. Confía en sus colaboradores y no es, en absoluto, una persona angustiada. Nunca teme tomar una decisión o esperar si considera que la situación no ha madurado todavía. Es un buen director, ya que establece prioridades y las cumple”.
Su liderazgo y su modo de gobernar a la Iglesia está basado en una profunda convicción teológica.
(Tercera de tres partes)
Valorar un pontificado antes de que haya concluido resulta, además de riesgoso, muy difícil. No obstante, valorar el pontificado de Juan Pablo II, es asumir el riesgo con un gran margen de seguridad, porque todos los aspectos son variaciones sobre el mismo tema.
El tema central es el humanismo cristiano. Lo anunció al recibir el cargo y lo plasmó en su encíclica inaugural de 1979 Redemptor Hominis (Cristo Redentor del hombre). Para el Papa este tema constituye la respuesta de la Iglesia a la crisis de civilización que sufre el mundo de fines del siglo XX y principios del XXI.
El primer paso que dio el Papa fue renovar el mismo papado, para pasar de un milenio a otro volviendo a las raíces evangélicas del oficio de Pedro. Con esto, el Papa ya no es tanto el jefe ejecutivo de la Iglesia, sino el Pastor, el Evangelista y el Testigo de la fe. Rompió con el modelo papal que heredó. Resulta difícil imaginar que un pontificado del siglo XXI retroceda y vuelva a practicar, deliberadamente, un pontificado burocrático. Con esta renovación ha recuperado la primacía evangélica del oficio de Pedro en los albores de la Iglesia.
Esta renovación no es tanto efecto de la recia personalidad de un hombre, audazmente innovador, sino la exigencia del rico legado del Concilio Vaticano II. De esta manera la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, se va adaptando a la modernidad y va desarrollando el sentido teológico de su misión específica en y para el mundo.
Los textos conciliares más citados por las enseñanzas de Juan Pablo II, se encuentran en las secciones 22 y 24 de la Gaudium et Spes (Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo moderno). En la sección 22, los padres conciliares señalan que, en Jesús se revela el rostro del verdadero Dios que le da sentido a la existencia humana. En la sección 24 añaden que el sentido de la vida del hombre está en el amor y no en el egoísmo.
El amor es la vida interior del Dios Trino, y vivir en el amor es vivir en comunión con Dios, que es el fin último del hombre. Cristo, Redentor del hombre, es el que revela la verdad fundamental sobre la condición humana y su destino final. El hombre es libre, sólo cuando ama con el amor auténtico que viene de Dios.
Estas verdades son el eje del humanismo cristiano, que promueve el Vaticano II, de las que el Papa sacó el dinamismo agresivo contra el totalitarismo marxista-leninista, que esclavizó a tantos millones durante casi tres cuartas partes de siglo, hasta lograr demolerlo.
Ha buscado también la unidad de todos los cristianos, mediante un ecumenismo basado en la comunión de la verdad, y desde este mismo principio, ha promovido el diálogo de la Iglesia con el judaísmo y con las otras religiones del mundo.
Gracias a la iniciativa y a la perseverancia del Papa, en este inicio de milenio, los católicos y los judíos se hallan en el umbral de un nuevo diálogo teológico con características sin precedentes, en casi 2 mil años. Esta es la respuesta del Papa a la doctrina del documento conciliar Nostra aetate (nuestro tiempo), sobre el diálogo con los no cristianos.
Juan Pablo II, ante el Islam y la violencia sectaria que se promueve en varias naciones, ha reiterado que la libertad religiosa es la fuente y la salvaguardia de los derechos humanos. La doctrina y el testimonio del Papa han influenciado a millones de vidas humanas y les ha ayudado a vivir de acuerdo con el reto lanzado al mundo cuando fue elegido: “NO TENGAN MIEDO”. Muchos pensaron que ese grito había sido un signo de frágil entusiasmo y débil romanticismo, pero el tiempo se ha encargado de mostrar cuál era la verdadera razón. Ha paseado por el mundo su actitud de valentía, poniendo su seguridad en Dios, y junto, con cambiar el rumbo de muchas vidas, ha cambiado el mismo rumbo de la historia.
Los más de 26 años del pontificado de Juan Pablo II los podemos reducir a estos pasos principales: La renovación del papado, la puesta en práctica, en su totalidad, de la doctrina emanada del Concilio Vaticano II, el desplome del comunismo, la claridad de los retos morales a los que se enfrenta la libertad humana, la impronta del ecumenismo en el corazón del catolicismo, el nuevo diálogo con el judaísmo, la redefinición del diálogo inter-religioso y la inspiración personal que ha cambiado muchas vidas.
Apoyados en todo esto, podemos afirmar que el pontificado de Juan Pablo II, ha sido el más consecuente, desde la reforma del S. XVI. El Papa, con la puesta en marcha recia de la doctrina del Vaticano II, ha definido la relación de la Iglesia con el mundo del futuro, sea cual sea la característica que pueda tener.
Sin quitar mérito alguno a los sumos pontífices grandes que ha tenido la historia de la Iglesia, me atrevo a concluir que Juan Pablo II tiene muchas y felices realizaciones y logros maravillosos para ser llamado “Magno”. Sin cerrar los ojos a sus limitaciones ya sus fallas que debe tener, pues aún es homo viator (hombre que está en camino) y no llega aún a la Patria sempiterna.
BIOGRAFÍA DE JUAN PABLO II
Fuente: CEM
Nació el 18 de Mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia. Su familia estaba conformada por su padre Karol Wojtyla, un militar del ejército austro-húngaro, su mama, Emilia Kaczorowsky, una joven sileciana de origen lituano, y un hermano adolescente de nombre Edmund.
Los padres de Karol Józef Wojtyla lo bautizaron a los pocos días de nacer en la Iglesia de Santa María de Wadowice. A los 9 años de edad recibió un duro golpe: el fallecimiento de su mama al dar a luz a una niña que murió antes de nacer. Años más tarde falleció su hermano y en 1941 murió su padre.
De joven, el futuro Pontífice mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas. Tanto, que aún en el colegio pensaba seriamente en la posibilidad de continuar estudios de filología y lingüística polaca, pero un encuentro con el Cardenal Sapieha durante una visita pastoral, le hizo considerar seriamente la posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa -entonces aún sin develarse plenamente- en el corazón: el sacerdocio.
Al desatarse la segunda guerra mundial los alemanes cerraron todas las Universidades de Polonia con el objetivo de invadir no sólo el territorio sino también la cultura polaca. Frente a esta situación Karol Wojtyla con un grupo de jóvenes organizaron una Universidad clandestina en donde estudió filosofía, idiomas y literatura. Poco antes de decidir su ingreso al seminario, el joven Karol tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relató el mismo Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres.
En 1942 ingresó al Departamento teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia.
El 1 de Noviembre de 1946, a la edad de 26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia y celebró su primera Misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Al poco tiempo obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia de Roma Angelicum y más adelante se doctoró en Filosofía. Durante algún tiempo se desempeñó como profesor de ética en la Universidad Católica de Dublin y en la Universidad Estatal de Cracovia, donde interactuó con importantes representantes del pensamiento católico polaco, especialmente de la vertiente conocida como "tomismo lublinense".
El 23 de Setiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del Episcopado Polaco. Participó en el Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución conciliar Gaudium et Spes. Durante estos años, el entonces Obispo Wojtyla combinaba la producción teológica con una intensa labor apostólica, especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre.
El 13 de Enero de 1964 falleció Monseñor Baziak por lo que Mons. Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como titular. Dos años después, el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las publicaciones católicas.
En Mayo de 1967, a los 47 años de edad, el Arzobispo Wojtyla fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI. En 1974 el nuevo Cardenal ordenó a 43 nuevos sacerdotes, en la ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
En 1978 muere el Papa Pablo VI y es elegido nuevo Papa el Cardenal Albino Luciani de 65 años quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El "Papa de la Sonrisa", sin embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento. El 16 de octubre de 1978, luego de un nuevo cónclave, el Cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir Papas de origen italiano. El 22 de Octubre de 1978 fue investido como Sumo Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II.
VISITAS DEL SUMO PONTÍFICE A MÉXICO
MÉXICO SIEMPRE FIEL
El Papa Juan Pablo II ha visitado México en cinco ocasiones. La primera vez, en 1979, fue su primer viaje pastoral.
MÉXICO SIEMPRE FIELEl Papa Juan Pablo II ha visitado México en cinco ocasiones. La primera vez, en 1979, fue su primer viaje pastoral.
PRIMERA
26 al 31 de enero de 1979
Vino a inaugurar las actividades de la tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Puebla.
Además visitó la Ciudad de México, en donde conoció la imagen de la Virgen de Guadalupe; en aquella ocasión estuvo también en Gudalajara, Oaxaca y una escala técnica en Monterrey.
SEGUNDA
6 al 13 de mayo de 1990
Visitó la ciudad de México, Chalco (Estado de México), Veracruz, Aguascalientes, San Juan de los Lagos (Jalisco), Durango, Chihuahua, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa y Zacatecas.
Proclamó las beatificaciones de Juan Diego, los tres mártires de Tlaxcala: Cristóbal, Antonio y Juan, y del sacerdote José María de Yermo y Parres
TERCERA
11 y 12 de agosto de 1993
Un año después de promulgada la ley de asociaciones religiosas y culto público, en la que se establece una mayor apertura a las denominaciones religiosas.
Sólo estuvo en Mérida, Yucatán.
CUARTA
22 al 26 de enero de 1999
Viaje pastoral a la ciudad de México por la celebración de la fase conclusiva de la Asamblea Episcopal por el Sínodo de América. Tuvo encuentros multitudinarios con los En el D. F., le fueron entregadas las llaves de la ciudad.
QUINTO
30 julio a 1º de agosto de 2002
Estuvo el en D.F. El acto principal fue la canonización de Juan Diego. Presidió la beatificación de los mártires de Oaxaca, Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles.
SUS FRASES:
* ¡México Siempre Fiel!
* México, México Lindo, Dios te bendiga.
* Aunque sea en silla de ruedas o en camilla, pero yo voy a México”
§ “Me voy pero no me voy, me voy pero no me ausento, pues aunque me voy, de corazón me quedo” (al concluir su quinta visita a México, en el 2002).
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Feb 27 2010 Título:
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Juan Pablo II , un análisis adventista de su vida
¡El Papa ha muerto! Esta noticia giró alrededor del mundo como fuego arrasador. Los medios de comunicación se han dado a la tarea de analizar la vida, influencia, y logros de Juan Pablo II durante su carrera de 26 años. El periódico New York Post lo llama “Juan Pablo El Grande”. El New York Times lo titula “El Gran Unificador”. La Revista U.S. News and World Report lo califica como “El Hombre que Cambio La Historia”. Historiadores y políticos le acreditan la caída del comunismo en Europa Occidental. Religiosos lo alaban por su lucha en defensa del matrimonio bíblico y por su oposición al s*xual, al aborto y a la eutanasia.
El fin de semana que murió Juan Pablo II, en nuestra comunidad universitaria hubo una variedad de comentarios con respecto a este evento. Extraje de los comentarios dos preguntas principales: “¿quién será el próximo Papa?” y “¿qué tan cerca está la segunda venida de Cristo Jesús?”
Inevitablemente hemos sido confrontados por esta situación, que ha demandado de nosotros una reacción. Ante esto hacemos bien en tratar de responder a estos dos interrogantes, puesto que por mucho tiempo hemos estado atentos a las acciones del papado dada nuestra fuerte identidad profética. Por esta razón es importante que frente a este evento que ha conmocionado al mundo, hagamos un análisis de la vida del papa Juan Pablo II en sus diferentes funciones y de las profecías del tiempo del fin; las cuales muestran con asombrosa claridad el curso de este sistema religioso, la crisis venidera para el pueblo de Dios y la pronta venida de Cristo Jesús.
Una mirada teológica
Juan Pablo II representó la Fe Católica Apostólica Romana. Algunas de las enseñanzas más distinguidas de esta confesión religiosa son el concepto de la Iglesia, los sacramentos, María, y la jerarquía de la iglesia.
A lo largo de su carrera papal, Juan Pablo II reafirmó en el catecismo católico en 1992 y la encíclica papal “Que todos sean uno”, que la Iglesia Católica fue establecida por Cristo, afirmada por los apóstoles y que es el único medio de salvación. Sobre María, escribió una encíclica titulada “La mama del Redentor” en la que dijo que la encarnación de Cristo no se pudo haber llevado a cabo si María no hubiese aceptado la invitación divina de ser la mama del Redentor. Expresa también que el plan completo de la salvación dependía de la aceptación de María y que ésta fue la llave que abrió la puerta de la redención para la raza humana. Juan Pablo II fue devoto de María y en su teología la elevó hasta casi ser co-redentora con Cristo.
Políticamente
Juan Pablo II jugó un rol prominente en la geopolítica. Revistas y periódicos lo han nombrado “El papa que destruyó al Comunismo”. ¿Cómo es que logró esto? No olvidemos que el Vaticano es también un estado libre y soberano. El papa, además de ser un líder religioso, es también jefe de Estado. El papa es gobernador absoluto. El Vaticano tiene sus propios ciudadanos, emite su moneda, tiene su bandera y su sede diplomática, la cual representa sus intereses políticos. Hasta el día de hoy mantiene relaciones diplomáticas con 174 naciones y es activo en instituciones políticas como las Naciones Unidas y la OEA. En su rol político, la caída del comunismo en la Europa Occidental es el máximo reconocimiento de su liderazgo. Habiendo él mismo experimentado la opresión económica, intelectual y religiosa de este sistema, trabajó incesantemente en contra de esta ideología. En 1979 visitó Polonia, su tierra natal. El gobierno comunista ateísta que dirigía su país en ese tiempo, no pudo contra él. Ante millones predicó sobre Cristo, sobre la libertad humana y en contra del intento del régimen comunista de borrar a Dios de la vida del ser humano. Historiadores aseveran que, por su influencia, un año después en Polonia, el primer movimiento anticomunista se formó siendo modelo para otros países. Finalmente, en 1989, el comunismo cayó con el muro del Berlín. En 1991 el Papa escribió la encíclica “Centesimus Annus” en la que explicó porqué el comunismo había fracasado.
Socialmente
En el campo social Juan Pablo II se vio como un agente de cambio. Se promulgó en contra de la decadencia moral y defensor de los principios y valores bíblicos. Sus enseñanzas se opusieron al matrimonio s*xual, al aborto y al divorcio. Ante el relativismo moral, especialmente en la familia, escribió una carta pastoral titulada “El rol de la familia”, defendiendo el concepto bíblico del matrimonio y señalando los ataques modernos al núcleo familiar. En defensa de los principios y valores resaltó la dignidad humana a favor de los pobres, los enfermos, los indígenas y los niños.
Escatológicamente
El Papado jugó, juega y jugará un papel muy importante dentro de la interpretación escatológica adventista. Los apóstoles Pablo y Juan alertaron sobre una apostasía dentro del cristianismo naciente en 2 Tes. 2:3,4 y en 1 Juan 4:3 la cual no tardó en suceder. La unión del Cristianismo con el Estado fue la apostasía esperada. En el siglo IV, bajo el Emperador Constantino, la Iglesia Cristiana fue reconocida como la religión oficial del Imperio. En el 533 el emperador Justiniano dio autoridad política al obispo de Roma, autoridad que empezó a ejercer en el año 538. Al mismo tiempo, los emperadores tomaron sobre sí el poder de manejar los asuntos de la Iglesia, dando como resultado una mezcla de prácticas paganas como la adoración en el día del sol (sunday) y el bautismo de niños, entre otras. Fue así como el cristianismo obtuvo una nueva identidad, una mezcla política y religiosa.
Pasajes como Daniel 7:25; y Apocalipsis 12:6,14; 13:5-7 identifican 1260 años como el tiempo del reinado y persecución de este sistema. Desde el año 538 el papado reinó y persiguió a miles. Cesó su actividad persecutoria en 1798, cuando el Papa Pío VI fue arrestado por el general Berthier, muriendo en prisión. Fue así como se marcó el fin de los 1260 años de persecución profetizados.
Apocalipsis 13:3 identifica este golpe al Papado como la “herida de muerte”. El pasaje también expresa que esta herida mortal sanaría: “…su herida mortal fue sanada. Y toda la tierra se maravilló y siguió a la bestia”. Para asombro de todo el mundo así sucedió. Mussolini, en 1929, le concedió al papado una vez más poder político al serle asignada la ciudad del Vaticano y al ser dado estatus de estado libre y soberano. En años posteriores fue reestableciendo sus alianzas políticas con otros países. Hoy, con la muerte de Juan Pablo II, podemos notar cómo esa herida ha sanado al ver a millones de personas rindiéndole honor por su influencia global.
Pero esta influencia no terminará con la muerte de Juan Pablo II. La profecía señala aún más. Apocalipsis 13:11,18 identifica que este poder político-religioso a nivel mundial quitará la libertad religiosa, impondrá su sistema de adoración, establecerá el domingo como día de adoración y decretará la muerte de todos aquellos que se resistan. Daniel 12:1 señala que “…será tiempo de angustia cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces…”, concluyendo con la seguridad de que Cristo librará a su pueblo fiel.
Conclusión del análisis
Hoy, mientras el mundo se conduele con la muerte de Juan Pablo II, los adventistas podemos reconocer aspectos positivos de su liderazgo, específicamente en relación a la defensa de los derechos humanos, el matrimonio y la familia. Pero aún con este reconocimiento es importante que los adventistas no olvidemos las pretensiones finales del papado. La Iglesia Adventista, publicó un documento titulado “Cómo ven los Adventistas del Séptimo Día al Catolicismo Romano”, el cual establece razones para mantener esto presente. En primer lugar establece que los adventistas consideramos a todos los hombres y mujeres iguales a la vista de Dios y que rechazamos cualquier intolerancia basada en persona, raza, nacionalidad y religión. En segundo término declara que la Iglesia Adventista no puede ignorar la intolerancia y persecución de parte de la Iglesia Católica Apostólica Romana en el pasado. Continúa diciendo que los adventistas están convencidos del cumplimiento de la profecía, la cual muestra que justo antes de la segunda venida de Cristo existirá un tumulto religioso mundial, siendo el sábado el enfoque central del conflicto. Establece, en cuarto lugar, que de acuerdo a la profecía del tiempo del fin, los adventistas esperan que las religiones mundiales, incluyendo las cristianas, se unan en contra de Dios y del sábado. Finalmente, asevera que la unión de la Iglesia con el Estado dará como resultado la persecución, como sucedió en el pasado. Como recomendación, el documento nos insta a tratar justamente a los demás y nos anima en la convicción de que muchos católicos romanos son nuestros hermanos en Cristo Jesús.
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Publicado:
Feb 27 2010 Título:
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Jejejeje repetir y repetir lo mismo cuando ya ni siquiera puedes inventar una mentira para defender tu postura, caray que poco aguante.
Cita: | Marozia quería deshacerse de Juan X para, de esta manera, poder llevar a León IV (928-929), al oficio papal. Su reinado fue muy breve, pues éste también fue asesinado por Marozia cuando ella se enteró de que este había entregado su cuerpo a una mujer más descarada que ella.
Poco después llevó a su propio hijo ilegítimo (de Sergio III) al trono papal. ¡El muchacho era todavía un adolescente! Tomó el nombre de Juan XI. Pero durante un altercado con los enemigos de su mama fue azotado y puesto en prisión, donde lo envenenaron y murió. |
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Publicado:
Feb 27 2010 Título:
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Llevaba año y medio de sacerdote, cuando fue elegido Papa Juan Pablo II. Eso significa que la mayor parte de mi vida sacerdotal ha sido en su papado. Si en un primer momento aún teníamos predilección por el Papa Pablo VI, ha sido Juan Pablo II, quien ha marcado nuestro itinerario pastoral.
Por eso en la noche del sábado 2 de abril cuando oí la noticia, la sensación fue que alguien cercano en la Fe había muerto. Su enfermedad había coincidido en los últimos días con la Semana Santa ello supuso signos de penetrante elocuencia, parecía que el Papa enfermo repetía los últimos momentos de Cristo, su enfermedad como un Via Crucis, previo a la Pascua, hizo que aquella noche también fuera como una Pascua, el paso que hizo el Papa al cruzar el “Umbral de la plena esperanza cristiana a la Vida Eterna.
Juan Pablo II nos ha hablado de muchas maneras. Con encíclicas, homilías, discursos, cartas y libros. De palabra, por escrito, con imágenes. Ha empleado también el lenguaje de los símbolos, con gestos elocuentes, cargados de sentido.
Dos detalles del día de su muerte son altamente simbólicos.
Murió Juan Pablo II en sábado, pero dentro del espacio litúrgico dedicado a la Divina Misericordia (las fiestas litúrgicas comienzan el día anterior), y sobre misericordia habló en su último mensaje. Una Misericordia Divina al alcance de todos, que sólo exige por parte del hombre: aceptar la salvación de Cristo y vivir en ella y desde ella.
Y murió en vísperas del Día del Niño por Nacer, ese nuevo día de la Iglesia ante la Cultura de la Muerte, que se celebra nueve meses antes de Navidad. Ocurre que este año el 25 de marzo era Viernes Santo, y se ha dejado pasar la Octava de Pascua, para que el 4 de abril se convirtiera en la Anunciación, jornada del Niño Por Nacer.
Digo esto por dos razones: porque la Iglesia de Juan Pablo II tiene especial interés en refrendar la "Humanae Vitae" de Pablo VI: la persona, la vida humana, comienza con la concepción. Una idea sencilla y enorme... que muchos llevan lustros negando. Y en esa línea parece existir un empeño en reescribir la biografía de Juan Pablo II, cuando aún no le han enterrado.
Así, se presenta a Juan Pablo II como el Papa del diálogo y el pluralismo. Y no es así. Juan Pablo II era un defensor de la vida del más débil, especialmente de niños y ancianos, y se hartó de calificar al no nacido como la persona más indefensa de todas. Juan Pablo II era un defensor del respeto a todas las personas, pero también a la familia, a la única familia existente, que es la familia natural. Y era, también, un hombre muy comprometido con la justicia social, que es mucho más que diálogo social, dado que, por lo general, el rico sólo afloja el bolsillo cuando se le obliga a compartir.
Teología del cuerpo y teología social: esa fueron sus dos grandes realizaciones doctrinales y filosóficas.
Juan Pablo II se ha caracterizado por sus muchas cualidades y facetas, y no faltarán en estas horas quienes enaltezcan su papel en la historia de la Iglesia y de la humanidad, sus virtudes humanas y sobrenaturales, sus talentos. Para mí como para innumerables hombres y mujeres en todo el mundo, el Papa ha sido, antes que nada, un pastor. En su persona hemos experimentado que la Iglesia está unida por los lazos de comunión propios de una familia; que el Papa es un pastor para los católicos de los más diversos países, que es principio y fundamento de unidad en la Iglesia, fuente de fraternidad entre todos los hombres, promotor de la paz.
No es atrevido decir que Juan Pablo II ha representado de modo excelso el papel principal de su vida, el papel de pastor, la función de vicario de Cristo.
Vicario de Cristo con una plena entrega. Juan Pablo II ha repetido con frecuencia, también cuando le pedían que no se gastara tanto físicamente, estas palabras: "Después de un Papa viene otro". Pienso que esa expresión manifestaba su conciencia de estar de paso en este mundo, como todos estamos de paso, pero también su certeza de no haber sido puesto por el Espíritu Santo en la sede de Pedro para ser aclamado como hombre, sino para esforzarse en que los hombres den gloria a Dios (Para que viendo vuestras obras alaben al Padre celstial, nos dice Jesús).
Los últimos momentos de presencia terrenal del Santo Padre fueron también de presencia sacramental de Cristo. Sobre las ocho, monseñor Estanislao Dziwisz celebró la Misa del Domingo de la Misericordia. ¿Hay alguna palabra más consoladora que se pueda pronunciar junto al lecho de muerte de una persona amada? La misericordia de Dios Padre, que siempre te ha acompañado, te espera en el cielo, morada definitiva del Amor.
Y en la Plaza de San Pedro y en el mundo los creyentes orando por el Papa. Sólo la Providencia de Dios, rico en misericordia, puede reunir la oración de miles de hijos por su pastor. Y en esta oración no estaba ausente la Virgen María, a la que el Papa tenia una predilección especial.
Todas esas circunstancias nos interpelan, no sólo con el lenguaje de las palabras, también con la expresividad de las emociones, y la belleza de los símbolos.
La liturgia que en las exequias de Juan Pablo II trae a nuestros labios una hermosa oración del prefacio de la misa de difuntos, que nos confirma en "la esperanza de nuestra feliz resurrección".
¡Con qué claridad sentimos ahora que, "aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad! porque sabemos que "la vida de los que en Ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo!".
En estos días los católicos rezamos ya por el próximo Papa, sea quien sea. Seguro que será el mejor para la Iglesia en estos momentos, así cuida Dios a su Iglesia de forma paternal y providente.
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=2624
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Publicado:
Feb 27 2010 Título:
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Que bonito es dejarte sin argumentos
Cita: | En el año 955 el nieto de la prosti* -después de varios encuentros sangrientos- pudo tomar posesión del trono pontificio bajo el nombre de Juan XII. Llegó a ser tan corrompido que los cardenales se vieron obligados a hacer cargos contra él. Este rehusó a presentarse para contestar a las acusaciones y en vez de esto, ¡los amenazó con excomulgarlos a todos! Aun así le hallaron culpable de varios crímenes y pecados, incluyendo los siguientes: hizo prender fuego a varios edificios, bebió un brindis dedicado al demonio, jugó a los dados e invocó la ayuda de los demonios, obtuvo dinero por medios injustos y fue enormemente inmoral. Tan viles fueron sus acciones, que incluso el notable obispo católico romano de Cremorne, Luitprand, dijo de él: «Ninguna mujer honesta se atrevía a salir en público, porque el papa Juan no tenía respeto a mujeres solteras, casadas o viudas, puesto que él faltaba al respeto aun a las tumbas de los santos apóstoles, Pedro y Pablo». Levantó la ira del pueblo al convertir el Palacio Laterano en «una casa de prosti*ón pública» y fue descrito por el Liber Pontificalis con las siguientes palabras: «Pasó toda su vida en adulterio». Finalmente, su vida terminó mientras cometía adulterio: el furioso esposo de la mujer con las que copulaba, lo mató. |
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Publicado:
Feb 27 2010 Título:
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QUE BONITO VER A UN 90 % DE LAS PERSONAS HABLANDO BIEN DEL PAPA
A NIVEL MUNDIA
JEJEJE
TE DEJOOOOOOOOO UN MENSAJITO
Llevaba año y medio de sacerdote, cuando fue elegido Papa Juan Pablo II. Eso significa que la mayor parte de mi vida sacerdotal ha sido en su papado. Si en un primer momento aún teníamos predilección por el Papa Pablo VI, ha sido Juan Pablo II, quien ha marcado nuestro itinerario pastoral.
Por eso en la noche del sábado 2 de abril cuando oí la noticia, la sensación fue que alguien cercano en la Fe había muerto. Su enfermedad había coincidido en los últimos días con la Semana Santa ello supuso signos de penetrante elocuencia, parecía que el Papa enfermo repetía los últimos momentos de Cristo, su enfermedad como un Via Crucis, previo a la Pascua, hizo que aquella noche también fuera como una Pascua, el paso que hizo el Papa al cruzar el “Umbral de la plena esperanza cristiana a la Vida Eterna.
Juan Pablo II nos ha hablado de muchas maneras. Con encíclicas, homilías, discursos, cartas y libros. De palabra, por escrito, con imágenes. Ha empleado también el lenguaje de los símbolos, con gestos elocuentes, cargados de sentido.
Dos detalles del día de su muerte son altamente simbólicos.
Murió Juan Pablo II en sábado, pero dentro del espacio litúrgico dedicado a la Divina Misericordia (las fiestas litúrgicas comienzan el día anterior), y sobre misericordia habló en su último mensaje. Una Misericordia Divina al alcance de todos, que sólo exige por parte del hombre: aceptar la salvación de Cristo y vivir en ella y desde ella.
Y murió en vísperas del Día del Niño por Nacer, ese nuevo día de la Iglesia ante la Cultura de la Muerte, que se celebra nueve meses antes de Navidad. Ocurre que este año el 25 de marzo era Viernes Santo, y se ha dejado pasar la Octava de Pascua, para que el 4 de abril se convirtiera en la Anunciación, jornada del Niño Por Nacer.
Digo esto por dos razones: porque la Iglesia de Juan Pablo II tiene especial interés en refrendar la "Humanae Vitae" de Pablo VI: la persona, la vida humana, comienza con la concepción. Una idea sencilla y enorme... que muchos llevan lustros negando. Y en esa línea parece existir un empeño en reescribir la biografía de Juan Pablo II, cuando aún no le han enterrado.
Así, se presenta a Juan Pablo II como el Papa del diálogo y el pluralismo. Y no es así. Juan Pablo II era un defensor de la vida del más débil, especialmente de niños y ancianos, y se hartó de calificar al no nacido como la persona más indefensa de todas. Juan Pablo II era un defensor del respeto a todas las personas, pero también a la familia, a la única familia existente, que es la familia natural. Y era, también, un hombre muy comprometido con la justicia social, que es mucho más que diálogo social, dado que, por lo general, el rico sólo afloja el bolsillo cuando se le obliga a compartir.
Teología del cuerpo y teología social: esa fueron sus dos grandes realizaciones doctrinales y filosóficas.
Juan Pablo II se ha caracterizado por sus muchas cualidades y facetas, y no faltarán en estas horas quienes enaltezcan su papel en la historia de la Iglesia y de la humanidad, sus virtudes humanas y sobrenaturales, sus talentos. Para mí como para innumerables hombres y mujeres en todo el mundo, el Papa ha sido, antes que nada, un pastor. En su persona hemos experimentado que la Iglesia está unida por los lazos de comunión propios de una familia; que el Papa es un pastor para los católicos de los más diversos países, que es principio y fundamento de unidad en la Iglesia, fuente de fraternidad entre todos los hombres, promotor de la paz.
No es atrevido decir que Juan Pablo II ha representado de modo excelso el papel principal de su vida, el papel de pastor, la función de vicario de Cristo.
Vicario de Cristo con una plena entrega. Juan Pablo II ha repetido con frecuencia, también cuando le pedían que no se gastara tanto físicamente, estas palabras: "Después de un Papa viene otro". Pienso que esa expresión manifestaba su conciencia de estar de paso en este mundo, como todos estamos de paso, pero también su certeza de no haber sido puesto por el Espíritu Santo en la sede de Pedro para ser aclamado como hombre, sino para esforzarse en que los hombres den gloria a Dios (Para que viendo vuestras obras alaben al Padre celstial, nos dice Jesús).
Los últimos momentos de presencia terrenal del Santo Padre fueron también de presencia sacramental de Cristo. Sobre las ocho, monseñor Estanislao Dziwisz celebró la Misa del Domingo de la Misericordia. ¿Hay alguna palabra más consoladora que se pueda pronunciar junto al lecho de muerte de una persona amada? La misericordia de Dios Padre, que siempre te ha acompañado, te espera en el cielo, morada definitiva del Amor.
Y en la Plaza de San Pedro y en el mundo los creyentes orando por el Papa. Sólo la Providencia de Dios, rico en misericordia, puede reunir la oración de miles de hijos por su pastor. Y en esta oración no estaba ausente la Virgen María, a la que el Papa tenia una predilección especial.
Todas esas circunstancias nos interpelan, no sólo con el lenguaje de las palabras, también con la expresividad de las emociones, y la belleza de los símbolos.
La liturgia que en las exequias de Juan Pablo II trae a nuestros labios una hermosa oración del prefacio de la misa de difuntos, que nos confirma en "la esperanza de nuestra feliz resurrección".
¡Con qué claridad sentimos ahora que, "aunque la certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la futura inmortalidad! porque sabemos que "la vida de los que en Ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo!".
En estos días los católicos rezamos ya por el próximo Papa, sea quien sea. Seguro que será el mejor para la Iglesia en estos momentos, así cuida Dios a su Iglesia de forma paternal y providente.
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=2624
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Publicado:
Feb 27 2010 Título:
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Jejeje, si por eso a lo mejor los católicos andan haciendo censos para ver porque se han "alejado sus fieles" jejeje a lo mejor es porque ya se dieron cuenta de todas estas porquerías...
Cita: | El papa Bonifacio VII (984-985) mantuvo su posición a través de cuantiosas distribuciones de dinero robado. El obispo de Orleans se refirió a él (y también a Juan XII y León VIII), como «monstruos de culpabilidad, llenos de sangre y suciedad», y como «Anticristos sentados en el templo de Dios». Además, Bonifacio fue un asesino. Hizo que el papa Juan XIV fuera encarcelado y envenenado. Cuando el papa Juan murió, el pueblo romano arrastró su cuerpo des.nudo por las calles. La sangrienta masa de carne humana que había sido un papa, fue dejada a los perros. A la mañana siguiente, sin embargo, algunos sacerdotes lo enterraron secretamente. Bonifacio asesinó al papa Benedicto VI estrangulándolo. El papa Silvestre II lo llamó «un horrendo monstruo que sobrepasó a todo mortal en su maldad». Pero, evidentemente, el papa Silvestre no era mucho mejor, pues la Enciclopedia Católica dice que «... el pueblo le consideraba como un mago pactando con el diablo».
Enseguida, vino el papa Juan XV (985-996) quien dividió las finanzas de la Iglesia entre sus familiares, lo que le trajo la reputación de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrompido en todas sus acciones». |
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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JUAN PABLO SEGUNDO, EL PESCADOR II
PUES YO NO SOY HIPOCRITA NI MUCHA GENTE EN LA VIDA REAL LO ES
HAY DEMASIADO AMOR SOBRE SU SANTIDAD JUAN PABLO II
INDEPENDIENTEMENTE DE LO KE SE HA DICHO POR ALGUNOS EN EL PASADO
PSEUDOPERIODISTAS
ETC
ETC
PEROOOOOOOOO DE QUE FUE EL PAPA MAS KERIDO POR EL MUNDO
S LO FUE
VIVA SU SANTIDAD
CON TODO RESPETO
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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PONGO COPY PASTE
CUANDO ME PONEN COPY PASTE
ETC ETC
MI OPINION DESDE EL PRINCIPIO ES CLARA
TU MISMO ESTAS DICIENDO KE EL PAPA JUAN PABLO SEGUNDO
FUE TIBIO
ESTE ES TU PUNTO DE VISTA
EL DE LOS DEMAS PUES LO TENEMOS DIFERENTE, CON UN CARISMA, COMO UN ANGEL
ASI KE RESPETO EL PUNTO KE TU LO VEAS
SIN EMBARGO RESPETO TU PUNTO DE VISTA, PORKE NO INSULTAS NI NADA AL PAPA JUAN PABLO 2 NI NAD APOR EL ESTILO
YO UNICAMENTE DIGO, CUANDO ESCRIBES ALGO EN CONTRAAAA DE LA IGLESIA
,DE UNA PERSONA, DE KIEN SEA CON INSULTOS, DICIENDO TU PUNTO DE VISTA DE UNA MANERA DESPRECIABLE, DE MI LEERAS ABSOLUTAMENTE LO MISMO
PERO EN FIN
DONDE NO VEMOSSSSSSSSSSSSSSSS LO KE TU ME DICES DE TU PUNTO DE VISTA
DEL PAPA JUAN PABLO 2?
GRACIAS A DIOS ESTE MUNDO TIENE EKILIBRIO
COSAS MALAS 50 %
COSAS BUENAS 50 %
EL ETERNO PODER Y LA LUCHA DEL BIEN Y DEL MAL
HAY PERSONAS QUE TIENEN MAS COSAS BUENAS KE MALAS
Y OTROS MAS MALAS KE BUENAS COMO PERSONAS
EN ESTE CASO ESPECIFICAMENTE, GRANDES PENSADORES, LIDERES MUNDIALES Y PRESIDENTE DEL MUNDO, LE DIERO EL CALIFICATIVO KE MERECIA
JUAN PABLO II EL PESCADOR, EL VIAJERO, EL UNIFICADOR,
ME KEDO CON ESO, CON MI IDEA Y EL KE PIENSE LO CONTRARIO ESTA BIEN
ESTAMOS EN UNA PAGINA LIBRE, Y EN UN PAIS TODAVIA LIBRE
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Mas porquería del Vaticano.
Enseguida, vino el papa Juan XV (985-996) quien dividió las finanzas de la Iglesia entre sus familiares, lo que le trajo la reputación de ser «codicioso, de torpes ganancias y corrompido en todas sus acciones».
Benedicto VIII (1012-1024) «compró el oficio de papa por medio de chantaje». El siguiente papa, Juan XIX (1024-1033), también compró el papado y pasó por toda la escala de títulos eclesiásticos reconocidos, en un solo día. Después de esto, Benedicto IX (1033-1045) fue elegido papa, siendo apenas un niño de 12 años, por medio de arreglos monetarios con las poderosas familias que manejaban a Roma. Este papa-niño creció en la maldad y «cometió homicidios y adulterios en pleno día; hizo robar a peregrinos en las catacumbas de los mártires». Fue un horrendo criminal a quien el pueblo desterró de Roma.
Finalmente, la compra y venta del cargo papal se hizo tan común y la corrupción tan pronunciada que los gobernantes seculares tuvieron que intervenir en el nombramiento de los papas. Enrique III, emperador de Alemania, eligió a Clemente II (1046- 1047), que era un clérigo alejado de la corte papal porque «ningún sacerdote romano pudo ser hallado limpio de corrupción de simonía y de fornicación», declaró un historiador.
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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MEJORIAS DE LA IGLESIA
uan Pablo II , un análisis adventista de su vida
¡El Papa ha muerto! Esta noticia giró alrededor del mundo como fuego arrasador. Los medios de comunicación se han dado a la tarea de analizar la vida, influencia, y logros de Juan Pablo II durante su carrera de 26 años. El periódico New York Post lo llama “Juan Pablo El Grande”. El New York Times lo titula “El Gran Unificador”. La Revista U.S. News and World Report lo califica como “El Hombre que Cambio La Historia”. Historiadores y políticos le acreditan la caída del comunismo en Europa Occidental. Religiosos lo alaban por su lucha en defensa del matrimonio bíblico y por su oposición al s*xual, al aborto y a la eutanasia.
El fin de semana que murió Juan Pablo II, en nuestra comunidad universitaria hubo una variedad de comentarios con respecto a este evento. Extraje de los comentarios dos preguntas principales: “¿quién será el próximo Papa?” y “¿qué tan cerca está la segunda venida de Cristo Jesús?”
Inevitablemente hemos sido confrontados por esta situación, que ha demandado de nosotros una reacción. Ante esto hacemos bien en tratar de responder a estos dos interrogantes, puesto que por mucho tiempo hemos estado atentos a las acciones del papado dada nuestra fuerte identidad profética. Por esta razón es importante que frente a este evento que ha conmocionado al mundo, hagamos un análisis de la vida del papa Juan Pablo II en sus diferentes funciones y de las profecías del tiempo del fin; las cuales muestran con asombrosa claridad el curso de este sistema religioso, la crisis venidera para el pueblo de Dios y la pronta venida de Cristo Jesús.
Una mirada teológica
Juan Pablo II representó la Fe Católica Apostólica Romana. Algunas de las enseñanzas más distinguidas de esta confesión religiosa son el concepto de la Iglesia, los sacramentos, María, y la jerarquía de la iglesia.
A lo largo de su carrera papal, Juan Pablo II reafirmó en el catecismo católico en 1992 y la encíclica papal “Que todos sean uno”, que la Iglesia Católica fue establecida por Cristo, afirmada por los apóstoles y que es el único medio de salvación. Sobre María, escribió una encíclica titulada “La mama del Redentor” en la que dijo que la encarnación de Cristo no se pudo haber llevado a cabo si María no hubiese aceptado la invitación divina de ser la mama del Redentor. Expresa también que el plan completo de la salvación dependía de la aceptación de María y que ésta fue la llave que abrió la puerta de la redención para la raza humana. Juan Pablo II fue devoto de María y en su teología la elevó hasta casi ser co-redentora con Cristo.
Políticamente
Juan Pablo II jugó un rol prominente en la geopolítica. Revistas y periódicos lo han nombrado “El papa que destruyó al Comunismo”. ¿Cómo es que logró esto? No olvidemos que el Vaticano es también un estado libre y soberano. El papa, además de ser un líder religioso, es también jefe de Estado. El papa es gobernador absoluto. El Vaticano tiene sus propios ciudadanos, emite su moneda, tiene su bandera y su sede diplomática, la cual representa sus intereses políticos. Hasta el día de hoy mantiene relaciones diplomáticas con 174 naciones y es activo en instituciones políticas como las Naciones Unidas y la OEA. En su rol político, la caída del comunismo en la Europa Occidental es el máximo reconocimiento de su liderazgo. Habiendo él mismo experimentado la opresión económica, intelectual y religiosa de este sistema, trabajó incesantemente en contra de esta ideología. En 1979 visitó Polonia, su tierra natal. El gobierno comunista ateísta que dirigía su país en ese tiempo, no pudo contra él. Ante millones predicó sobre Cristo, sobre la libertad humana y en contra del intento del régimen comunista de borrar a Dios de la vida del ser humano. Historiadores aseveran que, por su influencia, un año después en Polonia, el primer movimiento anticomunista se formó siendo modelo para otros países. Finalmente, en 1989, el comunismo cayó con el muro del Berlín. En 1991 el Papa escribió la encíclica “Centesimus Annus” en la que explicó porqué el comunismo había fracasado.
Socialmente
En el campo social Juan Pablo II se vio como un agente de cambio. Se promulgó en contra de la decadencia moral y defensor de los principios y valores bíblicos. Sus enseñanzas se opusieron al matrimonio s*xual, al aborto y al divorcio. Ante el relativismo moral, especialmente en la familia, escribió una carta pastoral titulada “El rol de la familia”, defendiendo el concepto bíblico del matrimonio y señalando los ataques modernos al núcleo familiar. En defensa de los principios y valores resaltó la dignidad humana a favor de los pobres, los enfermos, los indígenas y los niños.
Escatológicamente
El Papado jugó, juega y jugará un papel muy importante dentro de la interpretación escatológica adventista. Los apóstoles Pablo y Juan alertaron sobre una apostasía dentro del cristianismo naciente en 2 Tes. 2:3,4 y en 1 Juan 4:3 la cual no tardó en suceder. La unión del Cristianismo con el Estado fue la apostasía esperada. En el siglo IV, bajo el Emperador Constantino, la Iglesia Cristiana fue reconocida como la religión oficial del Imperio. En el 533 el emperador Justiniano dio autoridad política al obispo de Roma, autoridad que empezó a ejercer en el año 538. Al mismo tiempo, los emperadores tomaron sobre sí el poder de manejar los asuntos de la Iglesia, dando como resultado una mezcla de prácticas paganas como la adoración en el día del sol (sunday) y el bautismo de niños, entre otras. Fue así como el cristianismo obtuvo una nueva identidad, una mezcla política y religiosa.
Pasajes como Daniel 7:25; y Apocalipsis 12:6,14; 13:5-7 identifican 1260 años como el tiempo del reinado y persecución de este sistema. Desde el año 538 el papado reinó y persiguió a miles. Cesó su actividad persecutoria en 1798, cuando el Papa Pío VI fue arrestado por el general Berthier, muriendo en prisión. Fue así como se marcó el fin de los 1260 años de persecución profetizados.
Apocalipsis 13:3 identifica este golpe al Papado como la “herida de muerte”. El pasaje también expresa que esta herida mortal sanaría: “…su herida mortal fue sanada. Y toda la tierra se maravilló y siguió a la bestia”. Para asombro de todo el mundo así sucedió. Mussolini, en 1929, le concedió al papado una vez más poder político al serle asignada la ciudad del Vaticano y al ser dado estatus de estado libre y soberano. En años posteriores fue reestableciendo sus alianzas políticas con otros países. Hoy, con la muerte de Juan Pablo II, podemos notar cómo esa herida ha sanado al ver a millones de personas rindiéndole honor por su influencia global.
Pero esta influencia no terminará con la muerte de Juan Pablo II. La profecía señala aún más. Apocalipsis 13:11,18 identifica que este poder político-religioso a nivel mundial quitará la libertad religiosa, impondrá su sistema de adoración, establecerá el domingo como día de adoración y decretará la muerte de todos aquellos que se resistan. Daniel 12:1 señala que “…será tiempo de angustia cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces…”, concluyendo con la seguridad de que Cristo librará a su pueblo fiel.
Conclusión del análisis
Hoy, mientras el mundo se conduele con la muerte de Juan Pablo II, los adventistas podemos reconocer aspectos positivos de su liderazgo, específicamente en relación a la defensa de los derechos humanos, el matrimonio y la familia. Pero aún con este reconocimiento es importante que los adventistas no olvidemos las pretensiones finales del papado. La Iglesia Adventista, publicó un documento titulado “Cómo ven los Adventistas del Séptimo Día al Catolicismo Romano”, el cual establece razones para mantener esto presente. En primer lugar establece que los adventistas consideramos a todos los hombres y mujeres iguales a la vista de Dios y que rechazamos cualquier intolerancia basada en persona, raza, nacionalidad y religión. En segundo término declara que la Iglesia Adventista no puede ignorar la intolerancia y persecución de parte de la Iglesia Católica Apostólica Romana en el pasado. Continúa diciendo que los adventistas están convencidos del cumplimiento de la profecía, la cual muestra que justo antes de la segunda venida de Cristo existirá un tumulto religioso mundial, siendo el sábado el enfoque central del conflicto. Establece, en cuarto lugar, que de acuerdo a la profecía del tiempo del fin, los adventistas esperan que las religiones mundiales, incluyendo las cristianas, se unan en contra de Dios y del sábado. Finalmente, asevera que la unión de la Iglesia con el Estado dará como resultado la persecución, como sucedió en el pasado. Como recomendación, el documento nos insta a tratar justamente a los demás y nos anima en la convicción de que muchos católicos romanos son nuestros hermanos en Cristo Jesús.
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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La despreciable iglesia católica y su inquisición
Cita: | Muchos de los papas fueron asesinos, pero sin duda alguna Inocencio III (1194-1216) sobrepasó a todos sus predecesores en homicidios. Durante su reinado, Inocencio (el cual era todo menos «inocente»), hizo asesinar a más de cien mil supuestos «herejes». El promovió la más infame y diabólica acción en la historia de la humanidad: la Inquisición. Por espacio de más de 500 años, los papas usaron la Inquisición para poder mantener el poder. No se tiene constancia del número de personas inocentes fueron asesinadas al no estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana.
El papa Bonifacio VIII (1294-1303) -otro de la negra lista medieval- practicó la brujería. Llamó mentiroso e «hipócrita» a Cristo, profesó ser ateo, negó la vida futura y fue un homicida y un pervertido s*xual. Oficialmente dijo lo siguiente: «El darse placer a uno mismo, con mujeres o con niños, es tanto pecado como frotarse las manos». Y -aunque parezca imposible- él fue quien escribió la bula Unam Sanctum, en la cual declaró oficialmente que la Iglesia Católica es la única y «verdadera» Iglesia, ¡fuera de la cual nadie puede salvarse! Fue este papa tan inmoral quien declaró oficialmente: «Nosotros afirmamos y declaramos definitivamente que es necesario para la salvación, que todo ser humano sea sujeto al pontífice de Roma».
Fue durante el reinado de este papa, cuando Dante visitó Roma. Describió el Vaticano como el «alcantarillado de la corrupción», y puso a Bonifacio (junto con los papas Nicolás III y Clemente V) en «las profundidades del infierno». |
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Publicado:
Mar 01 2010 Título:
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Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia. Su familia estaba conformada por su padre Karol Wojtyla, un militar del ejército austro-húngaro, su mama, Emilia Kaczorowsky, una joven sileciana de origen lituano, y un hermano adolescente de nombre Edmund.
Los padres de Karol Wojtyla lo bautizaron a los pocos días de nacer en la iglesia de Santa María de Wadowice. A los 9 años de edad recibió un duro golpe: el fallecimiento de su mama al dar a luz a una niña que murió antes de nacer. Años más tarde falleció su hermano y en 1941 murió su padre.
De joven, el futuro Pontífice mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas tan grande que aún en el colegio pensaba seriamente en la posibilidad de continuar estudios de filología y lingüística polaca. Sin embargo, un encuentro con el Cardenal Sapieha durante una visita pastoral, le hizo considerar seriamente la posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa -entonces aún sin develarse plenamente- en el corazón: el sacerdocio.
Al desatarse la Segunda Guerra Mundial, los alemanes cerraron todas las universidades de Polonia con el objetivo de invadir no sólo el territorio sino también la cultura polaca. Frente a esta situación, Karol Wojtyla con un grupo de jóvenes organizaron una universidad clandestina en donde estudió filosofía, idiomas y literatura. Poco antes de decidir su ingreso al seminario, el joven Karol tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relata el hoy Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres.
En 1942 ingresó al Departamento Teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia.
El 1 de noviembre de 1946, a la edad de 26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia y celebró su primera misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Al poco tiempo obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia de Roma Angelicum y más adelante se doctoró en Filosofía. Durante algún tiempo se desempeñó como profesor de Ética en la Universidad Católica de Dublin y en la Universidad Estatal de Cracovia, donde interactuó con importantes representantes del pensamiento católico polaco, especialmente de la vertiente conocida como "tomismo lublinense".
El 23 de setiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del episcopado polaco. Asistió al Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución pastoral Gaudium et Spes. Durante estos años, el entonces Obispo Wojtyla combinaba la producción teológica con una intensa labor apostólica, especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre.
El 13 de enero de 1964 falleció Monseñor Baziak por lo que el obispo Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como titular. Dos años después, el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las publicaciones católicas.
En junio de 1967, a los 47 años de edad, el Arzobispo Wojtyla fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI. En 1974, el nuevo Purpurado ordenó a 43 nuevos presbíteros, en la ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.
En 1978 muere Pablo VI y es elegido nuevo Papa el Patriarca de Venecia, Cardenal Albino Luciani, de 65 años, quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El "Papa de la Sonrisa", sin embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento. El 16 de octubre de 1978, luego de un nuevo Cónclave, el Cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir Papas de origen italiano. El 22 de octubre de 1978 fue investido como Sumo Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II.
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