No todo lo que se dice ser de Dios es de Dios.
Siempre he sido abierta en cuanto a la religión o sectarismo. Me he involucrado con católicos, mormones, cristianos, testigos de Jehová, rosa cruces, masones, gnósticos, entre otros. Y de verdad que he aprendido mucho de cada uno.
Me he dado cuenta de que en todos los grupos existen personas que tratan de atormentar a los miembros con creencias o especies de superticiones que provienen de ellos mismos.
Recuerdo que Efraím solía decirme que sí lo abandonaba el diablo me destruiría finalmente.
Efraím utilizaba su poder, su dinero y su llamado del Dios altísimo para tratar de fornicar con miembros activos de la iglesia.
Yo creo que se sentían tocadas por el mismo Dios.
Obviamente había miembros que se comportaban con propiedad, y en realidad se encontraban en esa búsqueda de Dios y de ellos mismos.
Personas con sed de conocer, con hambre de sabiduría.
Siempre he tenido una relación muy estrecha con Dios, y por fortuna a pesar de todo me ha inspirado a través del espíritu para alejarme de muchas personas y situaciones en mi vida.
Lo cierto es cierto a final del día.
Cualquier mentira, atrocidad, aberración que se comete en el nombre de Dios, no es Dios quién la inspira.
Albert Einstein, uno de mis grandes favoritos, dijo: todo se resume a la ausencia de Dios o presencia de Dios en nuestras vidas. Y como apoyo su moción después de todo lo que he vivido.
Los intereses del hombre son los que nos separan.
Dios quiere que el hombre sea feliz y viva. Nuestras elecciones no son culpa de él. Como un ser pensante, asumo mi responsabilidad y el resultado de mis actos.
Dios es un espíritu lleno de energía positiva. Lleno de inmenso amor y de infinita misericordia.
No culpo a Dios de nada, sería demasiado fácil.
Dios es amor y el amor tiene la capacidad de transformarlo todo.
No juzgo a quien no cree en Dios. Sus razones son de él y son muy respetables.
Yo creo en Dios y me gustaría que todas las razones que tengo para creer en él sean respetadas también.
Los que creemos en Dios, andamos por fe no por vista.
Responder
|