ENCRUCIJADA

Me encuentro bajo vigilancia. Me siento sensible ante la inminente realidad: la quimioterapia, el cáncer, la dialisis. Lo peor fue ver en las noticias que dos niños murierón porque el tráfico no permitio que avanzara la ambulancia. Me siento destrozada, grito con los labios cerrados. Una secretaria del hospital quiso darme un consejo, no hiso más que provocar mi ira, tanto que tuvo que pedir ayuda. ¡jamás le digas a un paciente psiquiatrico que todo esta en su mente¡ ¡que él puede controlar su mente¡ ¡todo esta en ti¡ ¡hay gente que sufre más que tú¡. Nunca lo hagas si no quieres una mala respuesta, porque puedes meterte en serios problemas. Le cerre el paso y no había salida para ella, estabamos solas. Tú (respondí) no sabes lo que es el dolor, Tú no sabes lo que es no amar la vida cuando otros se mueren por vivir, no tienes ni la menor idea del sentimiento de culpabilidad que te da una enfermedad que sale de tú control, no tienes una sola pista de lo que es sentir que tú mente te ha dominado por completo. No vuelvas a atreverte a hablarme así, porque no eres más que una ignorante. Si me pasa algo, escuchalo bien, mi familia no se dentendra. Llegaran hasta las últimas consecuencias contra quien o quienes resulten responsables. No vuelvas a mirarme de esa forma, no me subestimes, jámas lo hagas, te quedo claro. La secretaria estaba muy nerviosa y vinierón a auxiliarla. A veces vale más callar, calle, me sentía cansada en todos los aspectos que se puede sentir cansado un ser humano. Les dije: no es nada personal, simplemente hay cosas que no se deben decir, todo dolor es digno de atención humana. A mí me duele el alma. Una de ella me tomo la mano y me la apreto fuerte con una sonrisa, sé que era sincera. Se retirarón para no hacer más grande el problema. Estó es un laberinto, donde a veces se encuentra exitosa la salida, otras la salida es difícil pero sales al fin, hay salidas falsas. Y a veces solo a veces te quedas atrapado allí, sin séntido, sin destino, sin brújula. Creo que debo volver al principio de ese laberinto y resolver las encrucijadas que nunca resolví. Tomar caminos que nunca tomé, para llegar al final.

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Bueno, es que es verdad:

TODO está en tu mente.

Que lo puedas controlar o no son otros veinte pesos.

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El cáncer no está en la mente, quizá el aminorar el sufrimiento pueda ser positivo, pero el dolor en sí es físico.

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Yo respondí a esto:

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Coincido con Self. Estó se salio de mi control y como dice bien, esos son otros veinte pesos. Estuve a punto de degollarme, estoy bajo estricta vigilancia, no puedo regresar a mi casa y seré trasladada en unas horas más al hospital psiquiatrico. Cuando acorrale a la secretaria y estuve a punto de agredirla, acababa de escuchar a una señora que se quejaba de cáncer. Me sentí tan mál, quería gritar ¡mireme, usted lucha por la vida, mientras yo soy una loca cobarde que se esta destruyendo así misma¡ No puedo definir el dolor que siento. Pero recuerdo como comenzó todo y creo que es tiempo de decirles adiós...

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Mientras te leeo, me invade un ataque de pánico. Algo en tus palabras esta moviendo mis emociones...

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Jamás lo hubierá imaginado. Lo siento. Quiza a la chica le falto orientación en la forma de decirlo. Se aprende, siempre se aprende.

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Hoy día TODOS son psicólogos o nutricionistas.

Cabr*nes, cómo nadie va y le arrebata los planos a un ingeniero a medio puente en construcción.

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Estoy siendo trasladada al hospital. Espero en Dios todo salga bien. Nos leeremos pronto. Besos y abrazos

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Pos que le sea leve Martucha, espero que se recupere pronto y tenerla de nuevo acá, mande mensaje cuando quiera

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MARTHA TE QUIERO PRONTO DE REGRESO

¡CUIDATE!

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...alivianate...

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