De los organismos de Guadalajara, el DIF tiene abierta una auditoría. Su director José Miguel Santos Zepeda se maneja con cautela; sin embargo, “tenemos la sospecha fuerte sobre malos manejos de contratos. Detectamos pasivos a investigar de laudos y números que no nos están cuadrando…”. Además, el organismo no publica su padrón de proveedores, y las convocatorias y resoluciones de licitaciones.
El DIF arrastra un adeudo de 36.5 millones de pesos en laudos que corresponden a 31 juicios abiertos en el último lustro. También existen otros seis millones de adeudos con proveedores. Pero el problema no termina allí. Santos Zepeda dice que el gasto en la nómina, de mil 279 trabajadores, impide ampliar los programas sociales y modernizar los centros de atención. El organismo aplicará desde enero una reingeniería para reducir el gasto corriente y los salarios, pero la partida de servicios personales absorbe 311 de los 340 millones de pesos presupuestados. No hay mucho por hacer: mil 100 empleados están sindicalizados.
“El DIF está quebrado… y las arcas en general. El subsidio que tenemos no es suficiente, tenemos que trabajar con las cuotas de recuperación para salir adelante y sobre todo ahora que queremos mejorar la calidad de la atención”. Este año, el DIF no ha conseguido llegar ni a la mitad del monto estimado de las cuotas y sólo alcanzó los dos millones. www.informador.com.mx
...Alfaro, Alfaro...que hay que hacer??...
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