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DESENCUENTRO
Hablando del Encuentro no podemos hacer a un lado el desencuentro, este por desgracia sobreviene cuando el vínculo afectivo entre dos seres ha dejado de ser nutritivo, ¿a qué me refiero con nutritivo? Todo vínculo que establecemos con nuestros semejantes se nutre a su vez de experiencias positivas o negativas cuando dicho vínculo deja de ser nutritivo hablamos del desencuentro cuando, reconocemos que quizás ya no es tan “bueno o conveniente” seguir dentro del vínculo, es entonces que tenemos que aceptar que ese ser quizás ya no nos quiera o ya no le queramos.
El amor es el mismo de principio a fin, pues también es un acto de amor el reconocimiento de que dicho vínculo debe cerrarse, nadie ha dicho hasta el momento que esto sea una tarea fácil pues conlleva un camino largo y muchas veces doloroso para alguno de los dos, existe una frase de Vinicius Moraes que encajaría a la perfección aquí: “el amor es una llama que consume, y consume porque es fuego un fuego eterno mientras dure..” el amor no es posesión porque nadie posee a nadie, ya aclarando lo que no es, ¿alguien sabe que es el amor?
En el amor se debe volar juntos pero jamás atados ¿a qué me refiero con esto? Pues bien, somos seres independientes y autónomos por tanto el querer que nuestra pareja vuele atado a nosotros es el principal error del amor, porque ambos tenemos alas para volar y compartir dicho vuelo más no para volar unidos, porque en algún momento las alas se quemaran y terminaremos cayendo irremediablemente al mar y ahí sí que no queda de otra más que saber nadar para poder salir a flote.
Nadie y quiero puntualizar NADIE esta excento de caminar por el desencuentro, nunca sabremos que pasara al final de la película si antes no nos tomamos el tiempo de verla y analizarla, no se puede considerar valido evadir experiencias por temor a este desenlace, porque independientemente de cual será este, va siempre vinculado a una nueva experiencia que en nuestras manos esta convertir en positiva o dejar que siga siendo “negativa” la sinceridad y la confianza son regalos demasiado importantes como para dárselos a cualquiera, no obstante la entrega implica quitarnos las capas de cebolla que nos rodean sin olvidar ni dejar pasar el respeto a la intimidad del otro.
Así como en el encuentro vamos encontrando el deseo natural de abrirnos y entregarnos en el desencuentro ocurre lo contrario sentimos la necesidad de cerrar el paso a cualquier sentimiento que aún quede por ahí albergado, recordemos nuevamente que nadie puede sentirse atraído hacia nosotros por lo que fuimos sino por lo que SOMOS así que por más difíciles que sean nuestros desencuentros, siempre habrá opciones, tiempo, momentos y espacios para seguir creciendo, y nutrirnos de otros vínculos, no es fácil lo acepto, pero tampoco será imposible todo es cuestión de mantener el auto – conocimiento a flote así si hemos caído al mar podremos nadar nuevamente hasta llegar a la orilla, reposar de nuestro esfuerzo y nuevamente incorporarnos para volver a volar.
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