El 21 de marzo Incredulo hizo este comentario, el cual refleja la subjetividad de los ateos-agnósticos-protestantes:
"Por favor, no cometas el error de pensar que los ateos lo somos por desconocimiento de la religión, mas bien es porque sabemos mucho."
Creencia que representa un error de parte de los que atacan a Dios y a La Iglesia porque saber de más es malo, y ellos saben demasiado de religión. Un doctor, por ejemplo que sabe de más, en vez de aliviar a sus pacientes, los empeora, un abogado que sabe de más, en vez de ayudar a sus clientes, los mete en fraudes o lios legales, un contador que sabe demasiado, en vez de ayudar a sus clientes, los lleva a cometer delitos fiscales.
In medium virtus est (“La Virtud esta en medio”) nos dice San Agustín, citando a su vez a Horacio y refiriéndose al equilibrio entre los extremos que suponen dos vicios opuestos, lo cual, al sobrenaturalizarse, da como resultado una Virtud contraria a los dos vicios de los que se genera y a los que equilibra convirtiéndolos en algo productivo y provechoso además de agradable a Dios.
Esto es más fácil entenderlo si ponemos un ejemplo: el hedonismo y el estoicismo son dos extremos, y en este caso hay varias virtudes que resultan al equilibrar esos extremos; por un lado tenemos la Penitencia (Reparación por nuestros pecados, así como dar gloria a Dios, y servir a Dios y a La Iglesia), y por otro lado tenemos la Laboriosidad, la Abstinencia, la Generosidad, la Heroicidad, la Pureza, la Religión, la Diligencia, la Templanza y la Castidad principalmente, aunque también están la Modestia, la Sobriedad, la Continencia y el Pudor.
La Virtud, equilibrio entre dos extremos.
La vida cristiana es una excelente oportunidad y ocasión para adquirir y/o desarrollar las virtudes, y como consecuencia también crecer en santidad y en dignidad delante de Dios y de los hombres. Existen 130 virtudes que los cristianos podemos y Debemos poner en práctica, Por un lado están las Virtudes Teologales (Fe, Esperanza y Caridad), después están las Virtudes Cardinales (Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza) y por último, aunque también muy importantes está la gran miscelánea de las Virtudes Morales o Virtudes Humanas, entre las que tenemos la Laboriosidad, la Veracidad, la Sinceridad, la Pureza, la Castidad, la Magnanimidad, la Sencillez, la Modestia, el Pudor, la Generosidad, la Diligencia, la Humildad, la Perseverancia, el Orden, la Audacia, la Lealtad, la Paciencia, la Obediencia, la Sobriedad, sólo por mencionar algunas.
Estas 130 Virtudes las poseían de forma natural y espontanea Adán y Eva y nos las iban a heredar según los planes originales de Dios, sin embargo, como consecuencia de su primer pecado las perdieron junto con sus dones preternaturales, los cuales nunca recuperamos sus hijos, pero sí podemos recuperar esos Valores y ponerlos en práctica. Esta es una buena oportunidad para crecer en la práctica de las Virtudes Cristianos, aprovechémosla.
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