Bueno, aunque la pregunta no va para mí, daré mi opinión (muy personal).
Yo creo que los hombres prefieren, y digo creo porque lo que ellos prefieran no es algo que importune mis pensamientos, a una mujer que se sienta bien consigo misma.
¿Cómo va a ser feliz una mujer una mujer gordita? Quién diga que si se puede está mintiendo y más si es una mujer sola. Una mujer con kilos de más no solo es juzgada por su apariencia (como producto de las nuevas modas) sino que esta atentando contra su salud y contra los bolsillos de nosotros que pagamos impuestos. No va a ser feliz porque no habrá vestuario que se le vea armónico, no habrá maquillaje que cubra sus cachetes y no habrá ni religión, ni psicólogo, ni gurú que le haga dejar de sentirse culpable cuando tiene una comilona por depresión, ansiedad o enojo. Lamentablemente estas circunstancias vuelven a la mujer vulnerable y susceptible a que cualquier hijo de vecino le hable bonito para después irse con la flaca de la esquina. Y que hará nuestra mujer gordita? Seguir comiendo y seguir sintiéndose culpable. ¿Qué hombre tendrá preferencia por algo así? Yo creo que no muchos, ahora de que hay hombres que no les importe lo físico, adelante, bien por ellos, pero debería importarles la salud.
De las espiritiflaúticas anoréxicas y bulímicas lamentablemente ellas tienen algo que hay que admirárseles: disciplina (son canijas eh?). Son tan exigentes con ellas mismas que se vuelven en extremo ordenadas, se auto-retan constantemente y son perfeccionistas (hasta que otra vez, sus locuras nos cuestan a los contribuyentes). Los perfiles psicológicos de las “flacas enfermizas” no puedo negar que fue una lectura que me gustó bastante, en fin, eso es harina de otro costal. Y por cierto, las anoréxicas también suelen estar solitas, pero a ellas les importa un comino o no como las prefieran los hombres, ya que no tienen tiempo de pensar en ellos (entre que cuentan calorías, vomitan, se laxan, se toman miles de fotos para thinspirit, se arrancan el pellejo con masajes de drenaje linfático, se maquillan y perfeccionan su piel y todo eso, los hombres quedan en segunda instancia, y eso es porque con la disminución de hormonas esteroideas, su líbido prácticamente desaparece, no hay cabida para hombres).
Ahora, la esbeltez debe obedecer a tres puntos: salud, complexión y estilo de vida. No podemos exigirle ser flaca a quién genéticamente tiene problemas tiroideos o complexión gruesa que sea flaca y menos si tiene un ritmo de vida con gastos superiores a las 2000 kcal. diarias. Tampoco hay que ser tan exigentes.
Quizá luego de este culebrón alguien me juzgue y diga que no sé de lo que hablo. Pues sí se. Mi cuerpo es esbelto y me encanta: no soy para nada curvilínea y mis hombros son muy rectos y anchos. Imagínense , en casa me dicen Ana Guevara ó Vitola. Pero, un día fui obesa (no gordita, ooobbbbeeeessssaaaa), por un tratamiento hormonal de choque (similar al que les dan a los que tienen cáncer de próstata) por tratar una enfermedad que desgraciadamente aún padezco. Si, el médico me advirtió del aumento de peso. Fueron solo 3 meses y fatales. Volví a la normalidad sin dietas y sin nada, solo siguiendo mis rutinas alimentarias y yoga. En 8 meses recupere mis preciados 60 kg (que para alguien que mide 1.70 es perfectamente saludable) y mi talla 7. Pero….. esos días de gordura, fueron los más nefastos emocionalmente de mi vida. Y se reflejó en la relación que en aquel tiempo tuve.
Así que…
Los hombres las prefieren saludables, contentas con ellas mismas, asertivas, divertidas y listas: es decir felices de vivir la vida.
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