Debemos dignificar toda nuestra impronta genética y no solo una parte de ella, fuera de ella en el caso de los españoles, debemos incluir un fuerte elemento racial árabe y judío, producto de la presencia árabe en España de casi ocho siglos, sobre todo en el sur. El árabe español no vino como conquistador, ni gobernante, ni noble, ni político, ni hidalgo, esos eran cargos reservados para los castellanos, el árabe vino a trabajar, a construir, todas las construcciones del tiempo de la colonia son de estilo árabe, a realizar los trabajos artesanales que los pueblos originarios y los afroamericanos no podían hacer y que al hidalgo español no le gustaba realizar, bueno no le gustaba trabajar .
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