" La palabra chilango empezó a neutralizarse, en un proceso reforzado por el hecho de que hace falta un gentilicio.
La Academia tuvo razón al autorizar esta palabra, pero se equivocó al no poner un aviso de que el uso todavía no es normal. Quizá resulte una omisión profética, porque cada vez hay más chilangos contentos de tener, por fin, cómo llamarse. - "
REDACCIÓN 04/02/2016
CIUDAD DE MÉXICO.- Usted, ¿de dónde es? ¿Cuál es su gentilicio?, pregunta en entrevista a Miguel Ángel Mancera, Pablo Hiriart, de El Financiero, para Proyecto 40.
“De la Ciudad de México, mexiqueño, por concepto de los expertos en lingüística. Pero a mí me gusta chilango, orgullosamente chilango”, responde sonriente.
La frase del jefe de Gobierno resume la tendencia sobre cómo se les llamará a quienes vivan y nazcan en la nueva Ciudad de México.