En Los Estados Unidos en cambio, para empezar pocos son los vecinos escandalosos. Luego, las fiestas/reuniones, se realizan mayormente en sitios/horarios designados, con niveles de música que no atentan contra la paz de los vecinos. Si acaso alguna reunión se sale de control, la policía llega y emite una advertencia cordial pero firme: bájale a tu pedo YA o regresamos a bajártelo.
Si acaso tienen que volver... entran y desconectan aparatos, te multan y según las circunstancias, abren la puerta de tu casa con tu hocico a la salida. Vaya, que tu derecho a divertirte se limita estrictamente al derecho de los vecinos de no ser molestados.
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