Es cierto que vivimos en una sociedad consumista que nos empuja a comprar y comprar incluso por encima de nuestras posibilidades llevándonos a un endeudamiento crónico. Gracias a este endeudamiento, la fiebre consumista que padece una gran parte de la sociedad y al convencimiento que solo se puede ser feliz teniendo el último modelo del mercado o lo más caro, el "poder" (o los poderosos, que no políticos necesariamente) tienen controlado al pueblo.
Sin embargo, podemos luchar contra esto. Solo tenemos que limitarnos a vivir con lo que realmente necesitamos consumiendo de una forma inteligente, sin sobrepasar nuestras posibilidades y no dejarnos llevar por la publicidad que nos vende una imagen ficticia de lo que realmente importa en esta vida.
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