Cuando concluí la carrera de Historia tuve una compañera muy bonita, Antropóloga, sin embargo, yo al final me comprometí con la que es Mamá de mis hijos que tiene mi misma profesión.
Pasado el tiempo cuando la separación era un hecho, esta compañera regresó un día por la escuela, ya era maestra y regresaba recientemente de Amsterdam donde había vivido con su ex esposo. Cuando me saludó y me dio una tarjeta con una moneda holandesa, se despidió y al irse observé su cuerpecito, bonito, bien delineado que se le marcaba en sus jeans y su blusa. Me entró una nostalgia pues puede haberme casado con ella y ser su pareja, ambos nos gustàbamos mucho.
Pasó el tiempo y un día llegó a visitarme con un vestidito que llegaba poquito arriba de la entrepierna. Decidí invitarla a comer y nos fuimos a un restaurante francés cerca de donde trabajo. Comimos de maravilla, revivimos los viejos tiempos cuando eramos estudiantes y las miradas comenzaron a entrecruzar con ojos brillantes y mensajes comprometedores. Al calor del vinito, bebiámos unos Beaujolais cuando ella se acercaba y ya no resistí más y le planté un beso. Uff como besaba esa mujer, ardiente, me recorría como un shock eléctrico de arriba abajo, su olor exquisito y además era como si hubieramos dejado pospuesto mucho tiempo atrás muichas cosas. Ella hablaba muy bien el inglés y había comenzado a hablar holandés. Había dejado a un hombre muy inteligente, un físico porque no la dejaba avanzar personalmente. Nosotros nos atrraíamos hace mucho tiempo pero las circusntancias no me dejaron
Nos dirigimos al coche en el estacionamiento y ya dentro de él el clinchse volvió a dar, entonces si me volví más atrevido y deslicé mi mano por sus piernas y me encontré que sus medias acababan para dar paso a su piel y a corta distancia quedaba libre su ropa interior. Al pasar mis dedos noté que estaba mojada y eso me excitó mucho más.
Fuiimos a un Hotel cercano donde el espectáculo de su ropa interior de color negro estimuló mis sentidos. Besos abrazos, clinch, fuera ropa, y al apreciar su cuerpo des.nudo entramos en la relación inmediatamente. Que hermoso fue sentir esa penetración y la intensidad con la que en aquella tarde hicimos el amor, ella estaba muy excitada y yo también así que prolongamos el placer por un tiempo del que me perdí. recuerdo sus ojos, como una auténtica leona que venía a mi de nuevo para besarnos muchas veces, tenía unos enormes senos, morenos y su pubis era planito, terminamos exauhstos abrazados en nuestra desnudez y tiernamente rosando nuestra piel. Fue maravillloso.
Servida, gitana.
Ultima edición por Hereje el Jul 14 2016, editado 1 vez
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