Efectivamente. De hecho, así como los pilotos bombarderos son recibidos como héroes en sus países, también los médicos aborteros son considerados "prestigiados profesionales".
El verdadero negocio es para la gente de a pie, pero a ésta pretende descriminalizársele a toda costa.
Incluso el papa Benedicto decía que el aborto "afrentaba a la mujer y a la sociedad" y no es así. En realidad, la mujer adulta y la sociedad adulta hacen cera y pabilo de las mujercitas y de los hombrecitos pequeños.