Si bien el término adquiere algunas veces, de acuerdo a su origen,1 una connotación negativa, discriminatoria y peyorativa, también ha pasado a significar a través de la reivindicación un motivo de orgullo y a través del uso un gentilicio coloquial.
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Bien dicen que el tono hace la música, yo por ejemplo no les digo 'chilangos' a mis amigos del DF, porque yo en mi tierra oía eso de chilango nomás cuando se referían a los 'nacos' otra palabrita despreciativa para la gente que habla con esa cantadita y por lo general por los pobres de escasa educación. Jamás oí a nigún educado autonombrarse chilango aunque pueda ser que ya sea mas aceptpada esa palabra.
