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A siete años de haber sido aprobada la ley que permite el aborto en el DF ya suman 120,000 Abortos, lo cual significa que han quedado excomulgadas unas 250,000 o 300,000 personas por ese motivo, ya que ese pecado amerita la excomunión tanto de la mama del ser humano abortado, y en su caso del padre, si estuvo de acuerdo con la decisión de la mama, así como también del doctor que practicó el aborto y de las enfermeras y anestesistas que intervienen en la operación quirúrgica, y también excomulga a los empleados de las clínicas abortivas, sean secretarias, recepcionistas o cualquier persona que trabaje de forma importante en esas clínicas, así como también a los legisladores y autoridades que aprobaron esa ley.
Esto demuestra por otro lado que la “educación” s*xual que se da en las escuelas y en la televisión no sirve de nada, ya que esa “educación” se reduce a la promoción del uso de anticonceptivos, no es educación como tal, es solo información, información sobre los métodos que hay en las farmacias para evitar embarazos y no es garantía de que se tenga control sobre las actitudes ni sobre los actos de las personas. Una verdadera educación implica la formación de valores y de la conciencia Moral y el adiestramiento de la voluntad, que es la que realmente evita cometer actos irresponsables y dañinos.
Primero se promueve el laicismo y como consecuencia vemos la falta de moralidad que ello causa en las personas; al soslayar, criticar y atacar a La Iglesia y/o a la Religión no se puede esperar una sociedad moralmente responsable; es preciso convencerse de que la Religión es parte importantísima de nuestras vidas, tanto personales como familiares, comunitarias y sociales, y sin ella las personas se denigran casi al nivel de los aborígenes más trogloditas o hasta de los animales.
También es importante señalar que la segunda causa de tantos abortos (y en general, de tanta inmoralidad) es la ideología hedonista-frívola-pagana que cada vez es más practicada, y promovida principalmente por las telenovelas.
Esas también son las razones de que esté proliferando tanto el secuestro, el narcotráfico, la extorción, la violencia, el divorcio, etc., etc.
Es preciso convencerse de que las leyes humanas son bastante impotentes contra la inmoralidad, solo Dios, mediante su Iglesia y mediante la Moral, puede “combatir” tantos “delitos” (pecados).
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