Recuerdo aquella vez en que juntos fuimos una sola piel
cuando me enseñaste el camino hacía el edén,
esperando juntos por un nuevo amanecer.
Percibo tu aroma en el aire y el tumulto de la gente
me hace nuevamente esperarte.
Te siento cada instante guardado en mi mente;
soñando cada noche que vuelvo a tenerte.
El tiempo no pasa solo cae lentamente
no percibo días, semanas o meses,
pierdo el sentido de la realidad.
Ahora veo el mundo con tus ojos amados
sintiendo el calor de tus manos,
rozando con suavidad tus labios,
refugiándome con amor en tus brazos,
siguiendo tu camino, tus pasos…
Siento en tus brazos el calor de los días
que pase sin tenerte
beso tu boca y despierto a la pasión
te entrego mi cuerpo sin condición,
eres dueño absoluto de mi desnudez
y en complicidad de la noche, de su magia y su tropel
ser nuevamente una sola piel…
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