solteros Mexico
Sexualidad y Ero.tismo <<Volver al Indice

 

AQUÉL RELATO ERÓTICO... CORREGIDO Y AUMENTADO...

MensajePublicado: Mar 17 2010    Título:

No eras conmigo la misma que con los demás…

Nunca lo fuiste, sólo al principio, cuando cruzábamos únicamente el saludo.

Recuerdo perfectamente cuando nos conocimos…

Fue una mañana fría de invierno y más aún en esa oficina, puesto que el sol apenas llegaba al atardecer por estar orientada hacia el poniente. Mi cubículo se encontraba en el sótano, donde sí llegaba el sol de la mañana, pero aún así era frío el lugar en esas fechas. No recuerdo a que subí, pero aprovechando que por ahí andaba, nos presentaron:

- Les presento a la nueva integrante del equipo -.

Para serte sincero, me pareciste bastante regular, nada del otro mundo, alguien que podría calificarse como “estándar”.

- Mucho gusto, bienvenida - fue lo que alcancé a decir. Los demás dijeron cosas parecidas y a seguir trabajando.

No podía saber lo que sucedería meses después, porque ese día te vi con un traje sastre de un color que no me gustó, que te desfavorecía mucho, además de un abrigo que te cubría casi hasta las rodillas.

Como ya había dicho anteriormente, eres un tipo de mujer bastante seria. No te veía platicar con nadie, ni mucho menos reír, se notaba que ponías una especie de barrera entre tú y todos los demás, pero en especial con los hombres. A mí no me importaba en realidad, simplemente eras una compañera más de trabajo.

Y entonces el tiempo pasó…

No mucho, solo unos cuantos meses, los suficientes como para empezar a cambiar de tipo de ropa, usar algo mas ligero, pues el cambio de clima se nota demasiado en las habitaciones orientadas al oeste, como en la que tu estabas, el sol de la tarde quema y genera un ambiente somnoliento, pero a la vez también despierta otras cosas en el instinto humano que de alguna manera permanecen hibernando durante el invierno.

Esas cosas a las que me refiero, no fueron en ti, sino en mí.

Ni siquiera recuerdo como sucedió… solo se que un buen día de marzo me levanté de mi lugar y fui hacia donde el tuyo y te vi diferente a como te había visto los meses anteriores. Tu seriedad no había cambiado en lo absoluto, pero tu forma de vestir sí. No traías mas esos trajes sastre del principio, ya te habías dado cuenta del ambiente informal que privaba en la oficina, pero tampoco traías algo que cubriera de mas tu anatomía, fuera de una blusa ajustada, que dejaba ver la forma de tus senos, negra del tipo ombliguera, con franjas horizontales pequeñas, una permitía algo de semitransparencia y la siguiente era opaca, sucesivamente, de mangas cortas y cuello redondo; además de un pantalón blanco muy ajustado, tipo pesquero, con bolsas delanteras y laterales, mas no así traseras, lo cual me atrajo de manera casi instintiva la mirada a ese preciso punto, pues por primera vez pude observar la silueta de tu cuerpo y notar cuanto resaltaba la forma de tus glúteos…

De los zapatos… ni me acuerdo.

Y la verdad no fue porque no hubiera querido fijarme, sino porque debes haber sentido la lascivia en mi mirada, o al menos que te observaba, porque me volteaste a ver con esa forma que solo tú lo hacías. Siempre de forma amable, pero marcando tu límite entre el mundo y tú, al levantar y arquear esa ceja, al mas puro estilo de una mujer que inspira respeto, que dice más que mil palabras, como si te estuviera inquiriendo, como si estuvieras indagando en la mente de tu interlocutor para descifrar sus intenciones para contigo, o al menos así me sentí yo.

- ¿Te puedo servir en algo? - Me dijiste.

- Este… no gracias…- (ni siquiera tuve tiempo de imaginarme de cuantas formas me podrías servir por estar observándote, mejor dicho, admirándote) - Bueno… sí… me podrías dar el teléfono de…

- Con todo gusto - Tu siempre tan amable - ¿Algo más? -

- No, muchas gracias, es todo -. Y me retiré de ahí a seguir el camino a donde me dirigía.

Realmente no podía saber lo que hayas pensado al saber que te estuve observando, admirando, ya había corregido, ni siquiera si realmente te hayas dado cuenta de ello, pues tu forma de hablar conmigo no cambió en absoluto a como había sido hasta entonces. Amable, pero directa, cortés, pero enfática, no cortante, pero tampoco permisiva para entablar una conversación. Me parecías una persona muy seria, reservada, poco sociable, pero no tímida, dedicada a su trabajo y no a hacer amigos, responsable, educada, que solo hablaba para lo estrictamente necesario y siempre en relación a sus funciones. Mas todo esto era solo una parte de ti. Nunca me había preguntado que había más allá de lo que podía ver respecto a ti, no me interesaba. Hasta ese preciso día…

Me quedó marcado en la memoria…

Como pude, hice que no fuera notorio lo que me habías provocado. No tanto que lo fueran a advertir los demás, sino que tú lo supieras. No, no fue una simple erección, no. Ni siquiera tuve tiempo de que sucediera. A lo que me refiero es que no quería que se viera que habías causado en mí una impresión tan grande como la que sentí. ¿Una atracción física? Por supuesto, pero no simplemente. Fue algo más allá. Ni siquiera sé como explicarlo. Solamente quien lo ha vivido sabrá a lo que me refiero. Fue una especie de shock en mi cuerpo y en mi mente al notar “diferente” a la mujer con la que había intercambiado solo saludos, que la tenía en un concepto de “estándar”, por no decir “simple”, pero que le guardaba un profundo respeto por su forma de ser y que ahora, al verla con ropa mas ligera, que permitía recorrer su silueta, me había impactado por su sensualidad, por su figura, que gracias a esa blusa con un escote discreto, pero preciso, pude observar esos senos de tamaño suficiente para mí, ni muy grandes, ni muy pequeños, pero, a leguas, firmes y turgentes, con una forma semiredonda, pero apuntando al horizonte. Tu cintura marcaba un monte de Venus pequeño, pero no perfecto, más imperceptible al mirarte de frente, solo de perfil. Y precisamente de esa manera fue que noté lo que mas me atrajo, ese protuberante trasero que sin ser demasiado voluptuoso, sí denotaba una silueta bastante estilizada. Pero por si algo hacía falta para llamar mi atención, fue el tipo de pantalón que usabas, sin bolsas atrás, que permitía recorrer con la mirada, esas maravillosas nalgas que me imaginé acariciar y sentir la tela de tu pantalón por encima de ellas, pues era de un algodón bastante fresco, me imagino con licra en algún porcentaje y que ayudaba demasiado a darle forma a lo que se notaba bastante bien formado.

Esa mezcla de sensaciones fue lo que me dejó pasmado. Por un lado el respeto bien ganado por ti y por otra el deseo que también me despertaste, pues si antes simplemente me limitaba a saludarte, ahora me sería muy difícil hacer sólo esto, sin prodigarte una mirada furtiva, buscando apreciar tu cuerpo a través de tu ropa e imaginarme quien sabe cuantas cosas más. Fue una mezcla de admiración con intriga, por saber de que forma podría hacer para acercarme mas a ti, sin verme obvio. Fue un collage de emociones entre seguir como estaba o aventurarme a obtener lo que en ese momento comenzó a transformarse en fantasía. Una lucha intensa en mi interior, entre venerar lo que está por encima de uno como ser viviente o profanar mas allá del simple pensamiento la parte humana que no elevé a un altar cuando descubrí a la diosa que llevabas en ti.

Y después de ese día…






















































Seguías siendo conmigo, como eras con los demás…










































































Y yo traté de hacer lo mismo contigo, pero…



































































No por mucho tiempo…

Responder

MensajePublicado: Mar 19 2010    Título:

Recuerdas cuando platicábamos de todo esto? De cómo se fueron dando las cosas?

En esos momentos me confesabas lo que realmente te pasaba por la mente. Lo que no se notaba en expresión alguna tuya, lo que nunca hubiera podido descifrar si hubiese pasado el tiempo sin haber tomado algo de iniciativa. Aunque para ello tuvo que pasar cierto tiempo en el que tan solo me dedicaba a mirarte de lejos, tratando de ocultar lo que se había desarrollado en mi: una especie de amor platónico mezclado con deseo lujurioso, una curiosidad por conocer a la mujer que se escondía detrás de la máscara de la dama, por saber si era realidad lo que se dice de las damas en la cama era una simple leyenda urbana.

Cada día que pasaba, me era muy difícil seguir con solo el saludo, pero no encontraba la manera de acercarme mas a ti, me inspirabas respeto y eso se contraponía a mis verdaderos intereses, no sabía de que manera abordarte para comenzar sacarte plática, encontrar algún tema en común…

Hasta que…

Un día recibí una llamada a la oficina, de una proveedora, que también era mi amiga de hace tiempo. Después de tratar los asuntos laborales, me preguntó tu nombre completo, en verdad, ni siquiera eso sabía de ti, tan solo el nombre, sin apellidos. Le dije que no sabía y me hizo el siguiente comentario:

- Pregúntale si sabe quien soy. Si es quien yo pienso, es ahijada de mis padres. –

- Claro que si. – Con una sonrisa macabra en mi rostro. - Yo le pregunto. ¿Algo más? –

- Solo eso -.

Y realmente no necesité nada más…

Con esa pequeña ayuda externa, llegada quien sabe por gracia de quien, me dirigí a ti, con mayor confianza de poder acercarme de forma paulatina, pero segura. Tú, como siempre, volteaste a verme amablemente, pero pintando tu raya. Quizá fue la confianza que sentía en esos momentos, pero no te bajé la mirada que tanto me impulsaba a no ir más allá contigo, con esa ceja levantada con aire de mujer dominante y que más que inhibirme, me llevó a seguir adelante.

- Hola. ¿En que te puedo ayudar? – Me dijiste.

- Muchas gracias, pero ahora no vengo a que me ayudes, sino a preguntarte algo. – Mientras decía esto, sentí una mezcla de aplomo con picardía, lo cual debe haberse reflejado en mi sonrisa, puesto que tu actitud cambió de amabilidad a una seriedad con un poco de nerviosismo que derivó en un cruzado de brazos de tu parte y el acomodo hacia atrás en tu silla.

- ¿Ah sí? ¿Qué pregunta? –

- ¿Cuál es tu nombre completo? – Al terminar mi pregunta tu rosto cambió nuevamente pero ahora se llenó de intriga.

- ¿Mi nombre? –

- Sí. Mira, sucede que una amiga me llamó y…

- Ah, claro que la conozco!!!!!!! Sus papás son mis padrinos de bautizo, amigos de la familia, etc. ¿Y tu de donde la conoces? –

Y fue ahí donde me explayé a explicarte cómo y dónde nos conocimos, que peripecias teníamos juntos y que cosas sabía yo de ella y viceversa. Un pretexto perfecto para comenzar a romper esa barrera que habías impuesto, lo cual se dio de manera inmediata porque lo noté al tu cuerpo destensar.

A partir de entonces se dio muy fácil nuestra amistad, tan fácil, que de verdad nunca sospechaste de mis verdaderas intenciones. Platicábamos muy a gusto de muchos y muy variados temas, pero jamás de s.exo. Fui muy cuidadoso en no hablar de ello, aunque me saltaba por las ideas a cada momento en que te veía y al no verte también. Te estabas convirtiendo en una fantasía de la cual quería que formaras parte pero de manera activa, no solo en mis pensamientos. Y ahora con mayor razón, pues conforme pasaba el tiempo, me ibas teniendo mayor confianza para platicarme de ti e ibas demostrando facetas que estaban escondidas, mas no perdías tu estilo de siempre estar tranquila, ecuánime, pero ahora ya te veía reír de vez en vez, sonreír de manera abierta ante un comentario jocoso. Y esto era lo que mas me encantaba: tu sonrisa. Esa sonrisa se metió en mis intrincados pensamientos como el fabuloso final de una serie interminable de sensaciones tuyas y mías, llevadas hasta lo más alto… y en el relax posterior… aparecía esa sonrisa. Sonrisa de satisfacción, sonrisa de placer, sonrisa de complicidad, sonrisa de haber quedado completamente llena de mi, sonrisa de esperar todavía mas, sonrisa de gusto por estar juntos, sonrisa de tranquilidad, de paz… de la paz que sigue a una tormenta, a la tormenta de emociones, de sensaciones, de lujuria, de pasión desbordada, de actos casi pecaminosos… o de una paz que solo es duradera mientras llega otro combate…

























































































Sonrisa…




























































































Tu hermosa sonrisa…

Responder

MensajePublicado: Mar 22 2010    Título:

Platicábamos y sonreías al recordarlo, mientras que para mí era relatar una hazaña lograda, por haber conseguido lo que creía tan lejano y distante, como si fuera alcanzable solo por el hombre más afortunado, para ti era haberte sentido mujer al fin…

Te invité a salir, no sin antes haberme puesto a pensar de que manera decírtelo para que no fueras a tomarlo mas que como una salida de amigos, pero también planeando la forma de abordar lo que en realidad deseaba, sin sonar indecente, trillado, falto de espontaneidad o vulgar. Finalmente creí haber encontrado las palabras adecuadas para cuando se diera la oportunidad y me sentí seguro de que aceptarías. Me habías comentado que tenías bastante tiempo que no salías a distraerte del trabajo o tus deberes familiares y que de alguna manera te hacía falta, así que no hubo inconveniente alguno para aceptaras tomarte un café conmigo.

Contrario a lo que había imaginado, no me la pasé buscando el momento adecuado para hacerte mi propuesta, pues me sentí tan absorbido por la plática que hasta me había olvidado de ello. Me sentí muy a gusto estando contigo, pues pude conocer un poco mas de ti y te mostraste en facetas diferentes, más amena, conversadora, abierta, comunicativa, pero siempre guardando tu distancia, solo que ahora con más familiaridad hacia mi persona. Conversamos de cuestiones de trabajo, de nuestras responsabilidades, de nuestra amistad común, de cosas que vivimos con esa amiga, etc. Fue entonces cuando empezamos a darle un giro al pasado al diálogo y empezaron a salir los temas escabrosos que tanto había planeado que surgieran o provocarlos, pero no fui yo quien los propició, sino tú.

Comenzaste a contarme un poco mas detalladamente cómo había estado el asunto de la relación con tu expareja, de las cosas que vivieron juntos, de que problemas habían tenido, etc. Empecé a sentir un poco de remordimiento en mi mente por lo que yo estaba pretendiendo, pues comenzó a parecerme una idea ventajosa, más que nada por la confianza que estabas depositando en mí, porque se notaba que tenías mucho tiempo sin decirlo a nadie y que te quemaba por dentro, que necesitabas empezar a sacarlo o te dañaría. Mas cuando mencionaste que desde que él se fue, no habías estado con nadie más, resurgió de nuevo la idea, acallando las voces de mi interior que me estaban pidiendo que no lo hiciera.

- Entonces… ¿quiere decir que desde entonces no tienes pareja? -.

- Así es.

- ¿En ningún sentido? - Al preguntar esto, pude notar como se sonrojó tu rostro y agachaste la mirada.

- En absoluto -. Lo dijiste casi carraspeando y con la voz algo entrecortada.

- Perdón que te pregunte esto, pero… ¿Cómo has hecho para aguantar todo este tiempo sin pareja? -. Aquí mi corazón comenzaba a palpitar más rápido y las manos me empezaban a temblar.

- Simplemente aguantando -. Y me imagino que tu también sentías lo mismo que yo, pero no lo podía adivinar.

- Caray, pues… no se que decir… - Y realmente no lo sabía. - Solo que si de algo sirve, y te puedo ayudar a calmar un poco esa necesidad, estoy a tus órdenes -.

¡Que estupidez acababa de decir! O mejor dicho… ¡No pude haberlo dicho de manera más estúpida! ¿De que había servido haberlo planeado tanto, para salir con esto? Pero en fin, ya lo había dicho y ahora solo me quedaba esperar a que mínimo te ofendieras y me pidieras te llevara a tu casa.

Mas sin embargo…

Sonreíste…

- No se por qué, pero me imaginaba que me lo ibas a proponer.

- ¿De verdad? -. Casi sentía que me ahogaba de vergüenza al decir esto.

- Sí, pero nunca creí que lo fueras a decir de una manera tan graciosa.

- Ja. Fue de la manera en que me nació decirla. Espero no haberte ofendido -. La verdad no encontraba la hora en que me tragara la tierra para que no se me notaran los mil colores que tenía en el rostro.

- No te preocupes. Para nada me ofendo. De hecho, me encantaría que me ayudaras con eso.

No lo podía creer. Fue mi primera reacción ante tu respuesta. De hecho, fue la única, porque me quedé pasmado. No estaba seguro de si soñaba o estaba imaginándome alguna de mis múltiples fantasías que tuve antes de esa noche. Mas de alguna manera, me llegó algo de ecuanimidad y pude hilar las siguientes palabras:

- Pues te reitero… estoy a tus órdenes, para cuando gustes.

Me lanzaste una mirada diferente a todas cuantas había visto en ti hasta el momento. Una mirada pícara, de complicidad, incluso noté deseo hacia mí en ella.

- Vámonos -. Fue tu contestación.

Pedí la cuenta. Pagué…

Y nos fuimos de ahí…









































































A consumar mi fantasía.

icon_twisted.gif icon_twisted.gif icon_twisted.gif

(Continuará...)

Responder

MensajePublicado: Mar 22 2010    Título:

geek.gif


Ya me aburrí ! Después nos vemos!



Saludos.

Responder

MensajePublicado: Mar 22 2010    Título:

Pos ya casi viene lo bueno...

yuck.gif

Responder

MensajePublicado: Mar 22 2010    Título: ya...
valentin1 | | Invitado

ya llegue!!!............ a ler.

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

icon_eek.gif

OLI DE VERAS K TE INSPIRAS HEEEEE

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

Eso me suena como a Corin Tellado...

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

Cita:
OLI DE VERAS K TE INSPIRAS HEEEEE


Gracias dulce...

Nomás de repente...

smile.gif

Cita:
Eso me suena como a Corin Tellado...


Como tú le escribes a tu mujer sólo lo que necesitas que te compre en el super...

Jum.

yuck.gif

Cita:
yo solo puedo decir que...

me he dado cuenta que ...

no soy una damaaaaaaaaaaaa!!!

buaaaaaaaaaaaaaa!!!

yo digo hartas malas palabras...sobretodo en el voli...

y soy una viboraaaaaa!!!


Lo importante es ser como cada quien es y que nos aceptemos tal cual somos, si la gente también nos acepta así, pues simplemente es un plus...

Además, por eso escribí lo siguiente...

Cita:
una curiosidad por conocer a la mujer que se escondía detrás de la máscara de la dama, por saber si era realidad lo que se dice de las damas en la cama era una simple leyenda urbana.


icon_twisted.gif icon_twisted.gif icon_twisted.gif

Cita:
ta bien ta bien...

sigan con el post...

quien me manda ser del pobrerio y el infelizaje...


icon_smile.gif icon_smile.gif icon_smile.gif

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

[pin...] Oli, o eres mujer o neta eres un especialista en romance. Que chido escribes.

Respeto.

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

YA KISIERAS CHRIS K NO TODAS LAS MUJERES EXPRESAMOS ADECUADAMENTE EL ROMANTICISMO icon_confused.gif

PERO OLI...........NO ES MUJER..........VERDAD? eusa_shifty.gif NTC icon_lol.gif


PERO ES ROMANTIKO icon_wink.gif

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título: su...
valentin1 | | Invitado

su..espiritu creativo, lo desarrolla con matices tan artisticos, que independientemente de su orientacion, merece todo mi respeto. felicidades.

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

que orientacion tiene oliver, valentin??

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título: sobre....
valentin1 | | Invitado

sobre ti ginger?...te orienta...te dirige. saludos.

Responder

MensajePublicado: Mar 23 2010    Título:

Vocacional por encaminar almas perdidas...

yuck.gif

Cita:
Oli, o eres mujer o neta eres un especialista en romance. Que chido escribes.

Respeto.


Nel, soy machín del verbo, no me rajo...

Igualmente eres respetado el buenchris...

Cita:
PERO OLI...........NO ES MUJER..........VERDAD? NTC


Nones...

Si gustan les muestro mis cartas credenciales...

yuck.gif

Cita:
PERO ES ROMANTIKO


NOmás cuando hay cómo...

icon_redface.gif

Mañana pongo lo que sigue...

sarcastic.gif

Responder



Publicar una respuesta


Ir a página << Anterior  1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9  Siguiente >>

<<Ver mensaje anterior
:: Ver mensaje siguiente>>

Sexualidad y Ero.tismo



Cambiar a: