La fórmula del trasero ideal, cientificamente perfecto
Con tantos traseros bonitos rodando por los medios de comunicación, no es raro que, como dijo un cirujano plástico, tres de cada diez personas quieran un trasero nuevo. Cada año, miles de seres descontentos con sus traseros pasan por el quirófano para rellenarse, reducirse o rehacerse las nalgas. Pero... ¿cuál es el trasero ideal? La respuesta la tiene David A. Holmes, del Departamento de Psicología de la Universidad Metropolitana de Manchester, que consiguió formular una ecuación para evaluar objetivamente la calidad estética de un trasero femenino. Holmes manejó seis parámetros básicos:
S es el factor general de forma, que sopesa la caída del trasero o desparramamiento de las carnes.
C es el factor que mide la redondez de los glúteos.
B es el factor rebote o bamboleo muscular, que mide la capacidad del trasero para moverse.
F es la firmeza o resistencia a la deformación.
T la textura de la piel, y tiene en cuenta la presencia de celulitis.
V es el ratio entre cadera y cintura, o simetría del trasero.
La fórmula del trasero perfecto sería, pues, la siguiente:
(S+C) x (B+F) / T - V
O sea, que primero se hallaría el valor (S+C)x(B+F), este se dividiría por T y a dicho cociente se le restaría V. Cada atributo se puntuaría de 1 a 5 ó de 1 a 4 con valores siempre enteros. Veamos la forma de puntuar.
Factor S: Desde 1 para traseros aplastados hasta 5 para aquellos con forma de melocotón.
Factor C: Desde 1 para traseros cuadrados hasta 4 para aquellos con forma de pomelo.
Factor B: Desde 1 para traseros que tiemblan durante al menos 30 segundos cuando reciben un cachete hasta 5 para aquellos que no se mueven ni aunque sean azotados violentamente con una raqueta de pádel.
Factor F: Desde 1 para traseros de Blandi-Blup hasta 4 para aquellos duros como un balón de fútbol.
Factor T: Desde 1 para traseros lisos y suaves como el de un bebé hasta 5 para los que tienen "piel de naranja".
Factor V: Desde 1 para los que son simétricos como un par de tetas prietas y tienen una proporción cadera-cintura de 0.7 (cintura 30% mas estrecha que la cadera) hasta 5 para aquellos que parecen un cono de tráfico.
Así pues, la máxima puntuación es de 80, y se obtiene para la combinación de valores: V=1, T=1, F=4, C=4, B=5 y S=5. Según Holmes, las posaderas perfectas habrían de tener una cierta dureza al tacto y una firmeza suficiente para prevenir el bamboleo excesivo o el salto vertical, ademas de una apariencia suave y una piel impecable.
Así es, objetivamente y según los actuales cánones de belleza, un trasero científicamente perfecto. Sin embargo, repetimos: para gustos se pintan colores, y hay quien preferirá traseros cuadrados, triangulares, gordos, esqueléticos, peludos o asimétricos. Robert Crumb, por ejemplo, dibuja siempre en sus cómics a chicas de duras pero enormes posaderas. Como siempre, la belleza está más en el ojo que mira que en el objeto contemplado. Así que, ¿quién es nadie, y mucho menos un científico, para definir el trasero perfecto?
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