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Obsesionarnos por la figura no nos ayuda mucho a la hora de la intimidad. Cuando nos sentimos a disgusto con la forma de nuestro cuerpo experimentamos ciertas interferencias en la posibilidad de sentir intensamente y dejarnos llevar por las emociones con soltura.
De entrada pensamos que no somos lo suficientemente atractivas ni deseables para nuestra pareja, y eso, además de incomodarnos a nosotras, lo incomoda a él al percibirnos inhibidas e inseguras.
Pero no sólo eso, si en lugar de centrarnos en las sensaciones despertadas por las caricias estamos pensando "¡Uy! Que no me toque la lonjita por favor, o, mejor que apague la luz para que no me vea la celulitis o el busto caído", nos será más difícil alcanzar altos grados de excitación o incluso el org(0)smo.
¡Pero si la intimidad no es un concurso de belleza o de esbeltez! Es la posibilidad de compartir y disfrutar con la pareja.
La capacidad de satisfacción empieza en la mesa.
Más allá de que percibamos nuestra figura como atractiva y nos sintamos cómodas con ella, comer bien es de suma importancia para el desempeño s*xual.
La capacidad que tengamos de responder s*xual y estar en forma en ese sentido, tiene que ver con lo que hayamos ingerido en los últimos meses.
Hay dos factores esenciales en la parte física de la respuesta s*xual.
Una es que funcione bien nuestro sistema nervioso, y la otra es que el cuerpo pueda responder al mensaje que le mandan los neurotransmisores.
La respuesta s*xual depende, desde el punto de vista fisiológico, principalmente de dos cosas: de los mensajes enviados por el cerebro a través de los neurotransmisores y su eficacia, y de la capacidad del organismo para responder a ellos.
Si la acetilcolina, la norepinefrina y la dopamina, estimulan la aparición del deseo y la excitación s*xual, pero el cuerpo no tiene la fuerza ni la condición suficiente para reaccionar a ellos, de poco servirá el mensaje cerebral y viceversa; si tenemos un cuerpo esbelto y moldeado pero no estamos suficientemente nutridas como para que se puedan desencadenar las reacciones químicas que inician la respuesta s*xual, podremos sentirnos atractivas pero no disfrutaremos mucho de los encuentros s*xual.
Las hormonas, y por supuesto las glándulas que las producen, son otro punto clave en el funcionamiento de los órganos s*xual y debemos consumir los nutrientes necesarios para su buen funcionamiento.
Así que ni tanto que queme al santo ni tanto que no le dé las energías suficientes para desempeñarse adecuadamente; simplemente, lo que el cuerpo necesita, y balanceado.
Y ¿Qué comer para mantener estos aspectos funcionando como debe ser?
Para tener una respuesta s*xual óptima, sería importante incluir en nuestra dieta la vitamina B.
Este tipo de vitaminas ayudan a estimular el sistema nervioso, incluidos los neurotransmisores.
También, ayudan al buen funcionamiento de las glándulas. Pero no todo es vitamina B.
Las vitaminas A y C, por ejemplo, también inciden sobre las glándulas manteniendo una óptima producción de hormonas.
Gran parte de los neurotransmisores están compuestos por aminoácidos, por lo que comer proteínas - además de vitamina C y magnesio que ayudan a su construcción es esencial para mantener estas sustancias en buen estado.
Además, es conveniente que incluyamos vitamina E, zinc, ácido fólico, selenio...
En fin, todo lo que requerimos para estar sanas y en forma.
Una buena parte de nuestro desempeño s*xual está en la mesa.
Cuestión de gustos
En gustos no hay nada escrito, es cierto, pero cuando de belleza occidental se trata, pareciera que la mujer ideal debería cumplir con ciertos parámetros.
Deben ser altas, esbeltas, jóvenes y medir 90 de busto, 60 de cintura y 90 de cadera.
Los concursos de belleza internacionales piden a las participantes como requisito medir alrededor de 1.70 o más, ser bastante jóvenes y solteras.
La gran mayoría de las mujeres en un buen número de países tienen por naturaleza tamaños y formas distintas, pero eso parece no importar y la imagen que se nos vende es que es difícil ser bella por naturaleza; que nuestro cuerpo, tal cual es, no es adecuado y que cuando pasan los años el atractivo se pierde. Pero felizmente no en todas partes es así.
En el certamen de belleza de la comunidad de Abomey en Benin, las exigencias son contrarias a lo habitual. Para poder concursar hay que tener entre 25 y 45 años, ser solteras o casadas y contar, como bien específica la convocatoria y muestra la foto, con "bellas curvas en la cadera y los glúteos" figura que dista mucho de la de una top model y que mucho se aprecia en estas comunidades.
Bajo esos parámetros, muchas mujeres ni siquiera podríamos aspirar a una solicitud porque literalmente, no daríamos el ancho.
Saludos
Matadora
Reina de mi silencio .. Esclava de mis palabras
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