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Los dos polos: Reír y llorar !!!!

MensajePublicado: Jul 24 2007    Título: Los dos polos: Reír y llorar !!!!

Autor: Alejandra Cantu Fuente: NatalDoc



Escuchamos el nombre y muchas veces no sabemos siquiera de qué están hablando … pero suena como algo serio y que nos llama la atención se ha convertido en un tema común de conversación, y tal parece que ahora lo padece más gente que antes. Estamos hablando del Trastorno Bipolar Maniaco Depresivo.

Al hablar de este desorden, nos referimos a un trastorno del estado de ánimo. Cuando decimos Bipolar, nos referimos a un trastorno depresivo de larga evolución en el cual hay irrupciones de episodios maniacos, en los que hay una euforia excesiva, hiperactividad e irritabilidad.

La persona va de la depresión a la manía, y en breves ocasiones pasa por episodios de equilibrio en su estado de ánimo. Lo característico de este trastorno radica en que las fases de exaltación, alegría desenfrenada o irritabilidad y grosería, alternan con otros episodios en que la persona está con depresiones intensas, con bajo estado de ánimo, incapacidad para disfrutar, falta de energía, ideas negativas y, en casos graves, ideas de suicidio.

Los síntomas de la fase depresiva pueden incluir:
* sentimientos persistentes de tristeza
*sentimiento de desesperanza o desamparo
* baja autoestima
* sensación de ineptitud
* culpabilidad excesiva
* deseos de morir
* pérdida de interés en actividades habituales o que antes se disfrutaban
* dificultades en las relaciones afectivas
* alteraciones del sueño (por ejemplo, insomnio o hipersomnia)
* cambios en el apetito o el peso
* disminución de la energía
* dificultad para concentrarse
* disminución de la capacidad de tomar decisiones
* pensamientos suicidas o intentos de suicidio
o molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolores de cabeza, dolores de estómago o fatiga)
o intentos o amenazas de escaparse del hogar
* hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo
* irritabilidad, hostilidad, agresión

Los síntomas de la fase maniaca pueden incluir:
* autoestima exagerada
* menor necesidad de descanso y sueño
* mayor distracción e irritabilidad
* excesiva participación en actividades placenteras y de alto riesgo que pueden provocar consecuencias dolorosas, por ejemplo, conducta provocativa, destructiva o antisocial (promiscuidad s*xual, manejar sin precaución, gasto excesivo de dinero, abuso de alcohol y, o drogas)
* aumento de la locuacidad (por ejemplo, aumento en la velocidad del habla, cambios rápidos de tema, intolerancia a las interrupciones)
o sentimientos de "excitación" o de euforia
o marcados cambios de estado de ánimo, por ejemplo, el sentirse inusitadamente feliz o tonto, extrañamente enojado, agitado o agresivo
* mayor deseo s*xual
* mayor nivel de energía
* escaso sentido común en personas sensatas

Este trastorno es en muchas ocasiones difícil de diagnosticar y de tratar, ya que la persona que lo padece, se siente muy bien cuando está en la fase maniaca, ya que siente una gran alegría, muchas ganas de hacer cosas, aunque a veces lo que hacen está fuera de juicio o incluso puede perjudicar su estabilidad en diversas áreas, ya que no sigue las normas adecuadas en sus conductas laborales, sociales, familiares o de estudios, por lo que puede tener consecuencias desagradables como pérdida del trabajo por un arranque de ira, pérdida de todo su dinero por los sentimientos de omnipotencia que lo invaden, manifestándose por ejemplo en los juegos de azar, problemas maritales debido a conductas desorganizadas en extremo como el no llegar a casa en varios días, pretender que la familia lo acompañe en sus actividades “locas” inclusive si es a deshoras, etc.. conductas antiéticas (por ejemplo: disponer de dinero no propio, o apropiarse de hallazgos de otras personas), cambios inadecuados en cuanto a apariencia: indumentaria llamativa, maquillajes extraños, un aspecto más sugerente en lo s*xual, etc.

Además, los familiares pueden ver en la persona conductas extrañas, pero así como cualquier enfermedad mental, provoca angustia y mucho dolor, por lo que lo niegan como si no existiera, justificando las depresiones y los episodios maniacos, como si fuera normal el estado de ánimo de la persona por algo que le ha sucedido recientemente. Solo después de mucho tiempo, generalmente años, la familia deja de soportar llevar esta carga por lo que incita a la persona a buscar ayuda, y éste lo hace cuando su depresión es tal que siente haber perdido todo.

El origen del trastorno bipolar es generalmente biológico. Esto es porque hay una dificultad para el aprovechamiento y síntesis de ciertos neurotransmisores, por lo que cíclicamente se pasa de un estado de ánimo al otro. Es por esto que los pacientes que padecen de este trastorno deben tomar medicamentos tales como el litio, que es un estabilizador del estado de ánimo, que lo que hace es quitar esos picos y hacer que la persona funcione un poco más ordenadamente.

También se les dan ansiolíticos y antidepresivos. La decisión de qué medicamento es adecuado para el paciente depende del psiquiatra que lo esté tratando. Además del tratamiento farmacológico, es recomendable una psicoterapia, ya que la persona puede experimentar dificultad para expresar sus emociones o vivirlas con una gran intensidad, lo que puede agravar sus episodios maniacos o depresivos. Así como en la depresión, el mejor pronóstico se da cuando el paciente se somete a un tratamiento psicoterapéutico y psicofarmacológico.

Este trastorno es crónico, por lo que durará toda la vida, aún y cuando haya episodios en que la persona se encuentre totalmente tranquila. Es por esto que los pacientes que han sido diagnosticados como Bipolares, deben estar en constante seguimiento psicológico y psiquiátrico, ya que en tanto en una fase depresiva, el riesgo de suicidio es algo, y en una fase maniaca, las conductas desorbitadas e intrépidas pueden incluso llevar a la persona a la muerte, agravándose esta situación por el uso de alcohol o drogas. El trastorno afecta por igual a hombres y mujeres y puede aparecer desde los quince años. Es más probable que se presente en personas que tienen uno o varios familiares con este mismo trastorno.

Así como todas las enfermedades mentales, el trastorno bipolar debe ser atendido. Aún y cuando para la familia sea difícil de aceptar y para la persona resulte difícil el acudir con un profesional de la salud mental, es preciso insistir en que sea cuidadosamente tratado.

Hay que hacer énfasis en que no necesitamos aprender a vivir con las enfermedades, sino que para ser una sociedad sana, necesitamos aprender a aceptar las enfermedades y tratarlas. El trastorno bipolar, aunque no se cura por completo, puede ser exitosamente controlado. La salud mental es básica para la salud física y para el bienestar familiar y social.




Saludos

Matadora

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