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Los fariseos-protestantes le dan demasiada importancia a algunos errores de los católicos:
El mismísimo San Pedro, la Piedra en la que Jesús fundó su Iglesia, lo negó tres veces, y no estuvo en el Calvario cuando murió su Maestro. Jesús esta concente de que La Iglesia está compuesta de hombres, y como tales cometemos muchos errores.
Lo importante de parte de los fariseos-protestantes es que solo ven lo malo, que es muy poco, y no ven lo bueno, que es muchísimo más que lo malo.
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